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¿A qué venís? ¿Sabéis para qué estáis aquí?». Igor González de Galdeano (Vitoria, 1973) lanza esas preguntas a un puñado de chavales. Aprendices de ciclistas, como lo fue él para convertirse en uno de los nombres de referencia del ciclismo español de mediados de los noventa y la primera década del nuevo siglo –llegó a vestir el maillot amarillo del Tour de Francia, entre otros muchos logros–. Pero Igor no habla con esos chavales de ciclismo. Sus palabras resuenan en el exterior de la empresa Gomur, la que desde hace más de una década sirve de soporte al equipo cántabro de élite y sub-23 que ya es una referencia en toda España. Igor habla de empresa, de oportunidades de trabajo por si eso del ciclismo no sale adelante. De un futuro alternativo. En un deporte tan competitivo, dar el salto a profesionales no es fácil.
Junto al exciclista alavés está Samuel Sánchez (Oviedo, 1978). Todo un campeón olímpico en los Juegos de Pekín de 2008. Ambos son los abanderados del proyecto Machining Meets Cycling desarrollado por la empresa Ceratizit. Una iniciativa que desde el año 2019 persigue trasladar los valores del deporte a la empresa y que por el momento se focaliza en el sector del metal. El objetivo es que chavales como los que escuchan a Igor –tanto del Gomur-Cantabria Infinita como del equipo MMR– y que estudien un grado superior de Mecanizado mientras lo compaginan con su carrera ciclista, puedan hacer prácticas en empresas del sector. Y si lo del ciclismo no llega a buen puerto, tener al menos una referencia ya en el mundo laboral. «Estos chavales, cuando empiezan un grado superior, tienen que hacer unas prácticas. Y eso lo ven como una amenaza para su desarrollo como ciclistas», señala Igor González de Galdeano. «Esta iniciativa permite que puedan compaginarlas con el ciclismo». Samuel Sánchez añade que «lo bueno del proyecto es que se llega a un acuerdo con la empresa para que esas prácticas se atrasen a una época en la que no hay carreras. Así pueden entrenar, estudiar y hacer prácticas más adelante».
El conocimiento que aportan los estudios es necesario para entrar a formar parte de una empresa. Pero también «gustan los valores como el esfuerzo, la disciplina y el compromiso que aporta el deporte». Valores ya muy presentes en esas categorías sub-23 y élite. Porque el salto a profesionales está caro. «De 100, quizá lo consiguen dos», apostilla el exciclista alavés. «Sé lo duro que es llegar al ciclismo profesional. No todos lo van a ser. Y si podemos facilitar lo que puedan ser de mayores, en un futuro lo agradecerán», comenta Samuel Sánchez.
En los tres años de vida del proyecto, más de un millar de aprendices de ciclistas, en diferentes puntos de España, ha visitado empresas del sector del metal. Cuarenta de ellos han realizado sus prácticas en alguna de esas firmas y, lo que es más importante, cuatro ya forman parte de la plantilla de una empresa del metal.
El reinosano Luis García –18 años– estudia un grado superior de Mecanizado. Yse enteró de este proyecto por el patrocinio de Ceratizit a su equipo, el MMR, en el que pasó dos años de juvenil. «Ahora estoy en la Fundación Euskadi, en élite y sub-23». Por el momento, «con disciplina y orden», puede compaginar la bici y los estudios, «aunque esto último es lo primordial. Vivir de la bici es complicado. Siempre hay que tener un seguro». Cuando termine sus estudios, allá por 2024, «con este proyecto se pondrían en contacto con la empresa para que las prácticas sean cuando ya no haya temporada ciclista, como los meses de septiembre y octubre». A Luis le gustaría que esas prácticas fuesen en empresas señeras de su zona, como «Sidenor o Gamesa». También gracias a esta iniciativa, el asturiano del Gomur-Cantabria Infinita Jorge González ya realizó prácticas de mecanizado en 2022 en una empresa.
Ciclistas, directivos de los equipos... Todos los que acercaron a conocer este proyecto visitaron las instalaciones de Gomur, «donde hacemos máquinas o partes de máquinas», señalaba Rafael Gómez, gerente de la empresa en la que en otros años, chavales de la escuadra rosa han hecho prácticas laborales.
Gomur no ha dudado un segundo en adherirse a este proyecto para ayudar en el mundo empresarial a jóvenes ciclistas. Y no sólo por su vinculación desde hace ya once años a la escuadra de élite y sub-23. «Yo también fui ciclista, hasta la categoría amateur, en la que milité en el Cropusa», comenta Gómez. Los valores del ciclismo y de otros deportes que exigen una gran disciplina en lo físico como el atletismo, el remo o el boxeo, «son totalmente trasladables a lo que es una empresa». En esa visita a Gomur, Rafael Gómez dio un consejo a los jóvenes corredores que se interesaban por este proyecto que relaciona ciclismo y empresa. «Les he dicho que no tienen excusa para dejar de estudiar. Porque no es verdad que para andar bien en bici necesites el 100% de tu tiempo». Si los estudios son de Mecanizado, Gomur será una de las empresas que gracias a Machining Meets Cycling les abra las puertas a esos jóvenes ciclistas para hacer prácticas laborales y que puedan compaginarlas a la vez con su deporte.
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Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
José A. González y Álex Sánchez
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