Al 'Gallu' no se le acaban las plumas
Una vida a pedales ·
José Manuel Gutiérrez viaja mañana a la Challenge de Mallorca para continuar con aquel sueño que surgió con ocho años por las calles de SantibañezSecciones
Servicios
Destacamos
Una vida a pedales ·
José Manuel Gutiérrez viaja mañana a la Challenge de Mallorca para continuar con aquel sueño que surgió con ocho años por las calles de SantibañezVenga, vamos, gallu, dale gallu!». Y desde aquel día... Siempre fue el 'Gallu'. Fue su madre la que se lo llamó por primera vez «en una carrera de escuelas». José Manuel Gutiérrez Revuelta (Santibáñez, 1988) tenía poco más de ocho años y ya le gustaba ir «a toda leche con la bici». 25 años después con muchos miles de kilómetros en las piernas, a aquel 'Gallu' no se le acaban las plumas. El jueves estará en la línea de salida de la Challenge de Mallorca, junto a la élite del ciclismo mundial, y hace una semana se convertía en el mejor escalador de la Vuelta a Asturias recogiendo «una recompensa muy grande y mucho más después de una época tan dura». Porque la pandemia le privó, como a tantos, de hacer lo que le entusiasma desde que de pequeño veía a su vecino, el exciclista cántabro Eduardo González, salir a entrenar. «La bici, el casco, las gafas.... Me llamaba la atención y me picó el gusanillo», recuerda el protagonista de esta historia. Días más tarde, el fallecido 'Nani' responsable de formar talentos en el inagotable vivero que es el C. C. Besaya le fue a buscar a casa. «Me dijo que si quería correr y hasta hoy». Fundió cubiertas y gastó zapatas en el club de casa, Almacenes Lavín, y para cuando saltó al campo profesional ya había levantando los brazos más veces de las que se imaginó aquellas tardes en las que después de ver por la televisión, junto a su abuelo, a Lance Amrstrong conquistar París, agarraba la bicicleta y se marchaba a emular al americano o a los Ulrich, Pantani, Beloki y compañía... «Crecí en aquella época y son ciclistas que me marcaron».
Hace una semana compartió podio con Nairo Quintana y a partir del jueves se meterá en un pelotón con algunas de las estrellas que preparan el Tour de Francia, pero al 'Gallu' le siguen apasionando las mismas cosas que hace años. «Yo me siento ciclista, siempre quise serlo y sigue gustándome lo que hago. No lo veo como un trabajo, es mi forma de vida», reconoce. Un cuarto de siglo dando pedales dan para tanto y «ojalá que me queden muchos más». Desde que el 'Gallu' sintiera en juveniles que quería «ser ciclista y dedicarme a esto» ha vivido días de vino y rosas y noches de insomnio provocado por la incertidumbre que a veces tiene este deporte. Acostumbrado a ganar -venció en catorce carreras como junior, fue campeón de España, primer español en el Europeo- dio el salto al campo amateur y allí comenzó su idilio con las luces y las sombras. «Lo recuerdo con cierto sabor agridulce. Ganaba carreras, veía que me merecía una oportunidad para pasar a profesionales, pero no llegaba», lamenta con cierta nostalgia.
Se puede decir que siempre estaba en el sitio adecuado, pero el tren no terminaba de parar en su estación. En 2008 tuvo un acercamiento y una clara posibilidad de firmar por el Saunier Duval y el equipo desapareció. Más tarde, en 2011, fue Geox el que quiso contar con él y el proyecto se desmenuzó tras la victoria de Juanjo Cobo en la Vuelta a España. «Fue frustrante. Veía que podía ser ese año, el siguiente y al final siempre acababa en amateur otra vez a demostrar que me lo merecía».
Y en 2014 comenzó, por fin, su periplo profesional, con un toque exótico. «Firmé con el Tusnad de Rumanía y cumplí uno de los sueños que siempre tuve», señala el cántabro. Sin embargo de nuevo el infortunio le persiguió y una rotura de escafoides le obligó a recalificarse en la categoría amateur. No duró mucho su condición y con la temporada empezada en 2015 pasó a formar parte del Kuwait -una escuadra a caballo entre España y Kuwait- hasta 2018 y luego estampó su firma con el Gios Kiwi-Atlántico (2019-2021), su actual equipo. «Estoy a gusto y disfrutando».
Con varias cornadas en el cuerpo y muchas pedaladas aún por dar 'Gallu' sigue teniendo metas. «Me gustaría correr en un equipo WorldTour», aunque no niega que la aparición de esta élite de equipos en el ciclismo «ha aumentado mucho las diferencias entre los grandes y los pequeños». Sigue echándose Trombocid en las piernas en cada carrera «como cuando era pequeño» y si se pierde, el que le conoce sabe donde encontrarle: «En la Collada de Carmona. Allí he perdido años de vida pero soy feliz», asegura mientras sonríe. Arriba y abajo, pedalada a pedalada... dibuja muchas mañanas sus planes a 180 pulsaciones. «Tengo claro que cuando me retire quiero seguir vinculado al ciclismo. Me he sacado el carné nacional de entrenador y me gustaría dedicarme a ello». Le gusta la emoción, la carretera, por eso será extraño verle con corbata en un despacho.
Echa de menos aquel ciclismo español con «muchos equipos en profesionales y continentales, con muchas más posibilidades para todos», pero aún así sigue queriendo «dar guerra y dejarse ver, ser protagonista» allá donde vaya. En Mallorca tendrá otra episodio más de esta función en la que su papel es «ser ciclista». Lo tiene claro: «Le agradezco al ciclismo el haber conocido medio mundo. Países como China, Indonesia, Kuwait... Es algo que siempre tendré gracias a la bicicleta».
Por la mañana pedales y por la tarde algún café con la novia en Gerra «viendo el mar». El futuro del 'Gallu' se escribe a pedales y por el momento no quiere subirse al coche ni quitarse el dorsal.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
José A. González y Álex Sánchez
Clara Alba y José A. González
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.