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El último día del Campeonato de España de Ciclocross que desde el viernes y hasta este domingo se ha celebrado en la localidad valenciana de ... Xátiva dejó de todo para los ciclocrossistas cántabros. Hubo quienes cumplieron con el guión previsto, sorpresas –desagradables– por inesperadas y también sorpresas pero muy agradables. La que más, la de una castreña, Marta Beti. Porque la tenía al cuello, que si no, casi ni se creía que una medalla de oro la acreditaba como campeona de España de la categoría júnior femenina. El guión previsto lo cumplió Kevin Suárez, que hizo buenos los pronósticos que le situaban en el cajón de la categoría élite. El corraliego fue plata, la quinta en esta categoría. Kevin fue el primero del resto. El primero de los mortales porque a día de hoy, Felipe Orts corre en otra dimensión.
La parte amarga se la llevó Gonzalo Inguanzo. Plata en sub23, sí. Pero los porrazos que se llevaba el manillar de su bici al entrar en meta revelaban que no estaba para nada contento. Una avería mecánica le rezagó y le obligó a remontar. Sólo le faltó uno por atrapar, el aragonés Javier Zaera. Quien ni siguiera pudo estar en el podio de los élite fue otro de los claros candidatos, Ismael Esteban. Un pinchazo al chocar contra una arqueta en la salida lastraba las opciones de 'Isma'. Y aunque logró remontar hasta la tercera plaza, dos entradas en boxes le hicieron perder el puesto en beneficio del gallego Iván Feijóo. Se cerraba así un Campeonato de España en el que los cántabros han logrado cuatro medallas, dos oros y dos platas. Para lo mucho que se esperaba, suena a poco.
Tras la carrera júnior masculina, sin cántabros en los puestos destacados, llegaba la de los sub23. Y ahí, Gonzalo Inguanzo era uno de los grandes nombres. Desde la primera curva, el de Santillana del Mar se puso en cabeza, seguido de su compañero en el Supermercados Froiz Miguel Rodríguez. El guión previsto. Eran los dos grandes y casi únicos favoritos. Rápidamente, pusieron metros de por medio respecto a sus rivales.
Pero en el segundo giro, el panorama cambió. Gonzalo y Miguel se estudiaban como si de una partida de ajedrez se tratase. «Salí a tope. Pensaba que les podía soltar. Pero vi que las fuerzas no eran las que yo creía. Me dije 'para, que no llegas'», señala Inguanzo. Por detrás, sus rivales no dejaban de pedalear. El primero que les tuvo a tiro fue el vasco Iñaki Guaresti. Y en la cuarta plaza, metro a metro, remontaba el aragonés Javier Zaera. En la cuarta vuelta, estaban los cuatro juntos.
Daba la sensación de que Guaresti y Zaera estaban con los dos 'gallos' un poco de prestado. Anada que apretaban Miguel Rodríguez o Gonzalo Inguanzo, el vasco y el maño sufrían y se descolgaban un poco. Amás distancia otro cántabro, Julio Pérez, viajaba en la quinta plaza.
A tres vueltas del final, el gallego del Froiz soltó un ataque que amenazaba con demoler la carrera. Pero para los intereses cántabros había una noticia aún peor. Gonzalo Inguanzo no aparecía junto a Guaresti y Zaera. «Se salió el tubular trasero. Pude meterlo, y luego en boxes cambié de bici», afirma el de Santillana del Mar. «Cuando me pasó, pensé que se me había ido el podio. Pero al segundo siguiente, me dije que a tirar a muerte hacia delante». Quedaban dos vueltas para intentarlo.
Miguel Rodríguez, en su primer año en la categoría, perdió gas. Y Javier Zaera, casi el que menos ruido había hecho, atrapó al gallego para, acto seguido, soltarle y marcharse en solitario. Por detrás, Inguanzo venía como un avión. Primero cazó a Guaresti. Y luego, a Miguel Rodríguez. Faltaba solo Zaera, pero también faltaban metros. El aragonés cruzaba la línea de meta con apenas cinco segundos sobre un Gonzalo Inguanzo que la pagaba con el manillar de su bici. «Otro oro que se escapa, otro año más. Aunque es una medalla de plata. Cabeza alta».
Los sub23 corrían ellos solos en su categoría. No así la siguiente prueba del programa, que reunía a las júnior, sub23 y élite femeninas. Entre las mejores del pelotón nacional estaba, en su categoría júnior, Marta Beti (Río Miera Meruelo). Y la castreña, que el 3 de abril cumple 18 años, tuvo en el momento y lugar ideales esa sensación que, alguna vez en su vida, todo aquel que ha hecho deporte ha experimentado, aunque sea solo en un momento. «Es que parecía que iba volando, que no tenía rivales», señala entre risas.
Beti empezó «tranquila», pero su ritmo no hacía más que triturar adversarias. En la primera vuelta, ya mandaba en carrera y por detrás, nadie era capaz de atraparla. «Me estaban diciendo los tiempos y yo me veía cada vez más fuerte. Ha sido una carrera increíble». El resultado, una ventaja de 31 segundos sobre la siguiente clasificada, la gallega Laura Mira y casi un minuto sobre María Módenes, del País Vasco, tercera.
En su segundo año en la categoría, Marta viene de ganar el Campeonato de Cantabria la semana pasada. Tras el Nacional, vendrán dos pruebas de la Copa del Mundo y luego, la temporada de carretera. «¿Qué se me da mejor? Hoy digo que el ciclocross», añade con la sonrisa de la nueva reina del ciclocross español en la categoría júnior.
«Cuando he visto lo que me sacaba a tres vueltas del final, pues a mantener...». Kevin Suárez hablaba con cierta resignación de su medalla de plata. Nada más y nada menos que la quinta en la categoría élite. Al menos le queda el consuelo de ser el primero de los demás. Porque Felipe Orts juega en otra Liga. El alicantino salió como un obús, cogió en primera posición la curva inicial y... Ahí se terminó cualquier atisbo de emoción. Nadie pudo aguantar su rueda.
Kevin Suárez se instaló en la segunda plaza. Nadie por delante y tampoco nadie inquietando por detrás. Opciones de atrapar al ogro, ni una. «Él tiene mucha chispa y un circuito como este, de curveo... Le viene muy bien. Te va sacando un segundo por curva». Kevin reconoce que la prueba, para los espectadores, tuvo que ser aburrida. «La cosa ha estado muy clara, con él y yo sacando grandes diferencias desde el principio». De la resignación de otra plata, el corraliego saca algo positivo. «Estoy contento, porque voy a mejor», en referencia a sus problemas de alergia. «A ver si el año que viene estoy aún mejor». Confía en que en 2023, en Vic –«un 'circuitazo' digno de Copa del Mundo– tenga más opciones.
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Quien entraba en meta con un soberano cabreo era Ismael Esteban, a priori el otro candidato a estar en el podio con Felipe y Kevin. «Como siempre que bajas a Valencia, aquí vale todo». En la recta de salida había una arqueta en la que el torrelaveguense no había reparado en los entrenamientos. «Di un llantazo, pinché la rueda trasera y me quedé muy atrás». Aún así, la forma de correr de Esteban, sin ninguna reserva, le llevó a remontar hasta la tercera plaza. Pero un par de pasos por boxes le hicieron perder el puesto en favor de Iván Feijóo.
«Antes de entrar en meta, me he parado y les he dicho a los jueces que eso, no», en relación a la arqueta. «Entiendo que no se puede quitar, pero taparla... Y el circuito era muy malo, con salida en grijo. Y ojo, que en Valencia también he ganado yo un Campeonato de España». Aún así, Esteban estaba «contento» con el rendimiento en su última carrera de la temporada. «Ahora, con la bici de montaña. Una vuelta en Huelva, carreras internacionales, la Copa del Mundo que empieza en mayo...».
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