«Cuando tuve la medalla fui consciente de que había cumplido un sueño»

Su padre Javier Pérez, que corría en aficionados y fue uno de los directores del Club Ciclista Castreño, se encargó de transmitir a sus hijos la pasión por las dos ruedas. El mayor, Pablo, «hacía ciclocross en invierno y como había carreras de promoción, yo corría con mi bici de montaña», explica la pequeña de los Beti Pérez -lleva el orden de los apellidos invertido-. Ahí comenzó a forjarse una corredora que esta temporada está dando pinceladas de su potencial tras debutar en el Europeo el pasado mes de noviembre en Holanda, ganar el Campeonato de Cantabria, el Nacional y que se estrenó en las Copas del Mundo este fin de semana.

-Debuta con España en el Europeo y gana su primer Campeonato de España, le está quedando una temporada inolvidable.

-La temporada ya empezó espectacular con un tercer puesto en la primera Copa de España de la temporada. A partir de ahí seguí trabajando para mejorar y solo han llegado premios como correr el Campeonato de Europa, el Regional y ahora este oro en Xátiva. Tampoco acaban ahí las recompensas, también debuto en las Copas del Mundo de Francia y Holanda junto a Aida Nuño -heptacampeona de España Absoluta y compañera de equipo en el Río Miera- . Sé que allí lo voy a pasar mal y que me costará, pero es el modo de aprender.

-¿El maillot rojigualda estaba en el guión o llegó de sorpresa?

-Empecé la temporada más suave con el objetivo de llegar bien al Campeonato de España, pero luego viendo el nivel de las rivales casi que pasó a ser un sueño más que un objetivo real. Además, estuve muy condicionada por los estudios -cursa Segundo de Bachiller en la rama biosanitaria- así que fui semana a semana. Me hubiera gustado entrenar más porque me quedé algo justa, aunque lo suplí con esfuerzo.

-Entonces, ¿cuándo tuvo claro su victoria?

-Reconozco que fue la carrera soñada. Al principio vi a mis rivales con algún fallo, así que decidí tirar hacia delante e hice prácticamente toda la prueba en solitario. Me iban dando los tiempos y las referencias, así que en la cuarta vuelta ya me lo creí un poco. Tenía mucho miedo de la vasca María Módenes y la gallega Laura Mira, ya que son corredoras que llegan bien a estas alturas de la temporada, y sabía que no podía eliminarlas de la ecuación sin más.

-Un circuito sin barro y con varios arenales, ¿cómo se enfrentó a él?

-Desde la Federación Cántabra me dieron la oportunidad de formar parte de la prueba de relevos -concluyeron en cuarto puesto- así que pude entrar el día anterior. Además, previamente a esa prueba estuve con Antonio Suárez -técnico de ciclocross del Río Miera- reconociendo el circuito y, posteriormente, con Aida Nuño repasándolo. Es más, el día de la prueba ni entré. Había tramos de arena que me crearon algunos problemas y como el día anterior lo había hecho bien preferí quedarme con esa seguridad.

-Antonio Suárez, Aida Nuño... ¿Cuál fue el consejo más valioso que le dieron?

-Todos los que estuvieron conmigo me daban los mismos consejos. Mis padres, los técnicos del equipo, mis compañeras... Todos me dijeron que saliese tranquila porque estaba preparada, que no me acomplejase y, sobre todo, que no me olvidara de disfrutar.

-Les hizo caso y llegó a meta en solitario con más de 30 segundos de ventaja sobre Laura Mira.

-Solo recuerdo mirar al frente donde estaba el arco de meta y ver a todo el mundo esperándome. Cuando rebasé la línea tengo la imagen de Aida Nuño llorando y antes de llegar junto a ellos me puse a llorar. Después abrazos muy fuertes y mucha emoción contenida. Es un momento que quiero repetir una y otra vez en mi cabeza.

-¿Cómo es cumplir un sueño?

-Hasta que no tuve la medalla y el maillot no me di cuenta de que era un sueño hecho realidad. Esos momentos los disfruté muchísimo porque desde arriba veía a mis padres -Javier Pérez y Pilar Beti- que estaban medio llorando y me dio una sensación de alegría que lo hizo más especial todavía.

-Le toca pensar nuevos deseos ¿Qué reto asume Marta Beti?

-Me encantaría ser profesional y correr en algún equipo de referencia femenino. Hasta ahora nunca he tenido claro si dedicarme a la carretera o al ciclocross. A mí me gustan por igual, así que seguiré trabajando duro y ojalá sea olímpica algún día o vaya a un Mundial.

-¿A quién se dedica el primer título de campeona de España?

-A toda mi familia, mis padres, mi hermano. También mi equipo, el Río Miera, porque ellos me han llevado a seguir mejorando sobre la bicicleta. Tampoco quiero olvidarme de Antonio Suárez y Aida Nuño, que son, en gran parte, responsables de esta victoria, y de mi entrenador Juan Mari Revuelta.

-¿Y qué tal la vuelta a Castro y a la rutina?

-Sigo emocionada y todavía no me hago del todo a la idea. Es increíble recibir todo el cariño, ya no solo de mi familia y del equipo, sino de toda la gente del pueblo que me ha visto crecer y pudo seguir la carrera a través de Youtube. Te felicitan por el título, porque saben de todo el trabajo que hay detrás y, en cierta forma, lo han vivido conmigo.