Borrar
Paco Micro, durante un control de firmas antes de una etapa de la Vuelta a Cantabria de ciclismo.
«Paco, tu micro se ha quedado encendido...»

«Paco, tu micro se ha quedado encendido...»

Francisco Ruiz será despedido este jueves en la parroquia de San Joaquín, en Campogiro, tras dejar huérfanas a todas las competiciones deportivas a las que prestó su voz

Marcos Menocal

Santander

Jueves, 11 de noviembre 2021, 07:07

Atención, atención! Corredores, vayan acercándose a la línea de salida». La voz de los nervios. De las prisas. Un ciclista resopla en la cuneta. Un atleta aprieta los dientes bajo la pancarta de meta. Un ganador sube las escaleras del podio. A todos les acompaña una voz de fondo. «Esa facilidad para sprintar del chiquitín de Torrelavega». «Las dotes de escalador del chaval de Soto de la Marina». «Hay que ver cómo se las gasta entre las montañas el veterano de Pontejos». «Y qué me dicen de las poderosas piernas del pequeño de la saga de los Gutiérrez». El de allí, el de acá... El de más allá. Los foráneos miraban extrañados sin entender muy bien cómo el del 'micro' conocía parte de sus vidas. La suya y la de casi todos. La de los organizadores, la de los políticos... «Que bien te veo, Mariuco», le decía al director de Deportes cuando lo veía. No le importaba que vistiera corbata o chándal, para Paco todos eran iguales. De los suyos.

La vida de Paco Ruiz, 'Paco Micro' para todos los que le conocieron, fue una carrera. Hoy aquí, mañana allá. Quizás por eso se ha ido tan rápido. Murió el martes en Santander, acompañado por su familia y este jueves será despedido en un funeral que se celebrará en la parroquia de San Joaquín, en Campogiro. A Paco le faltaba tiempo para soltar la mochila con los libros de la escuela y correr. Correr y correr. El atletismo fue la excusa para colarse sin llamar en el deporte del que nunca salió. Primero fue atleta y luego directivo, formó parte de aquel Club Atlético España de Cueto que marcó la pauta en la región. Cuando correr a todas horas era de locos. Tomó las riendas de aquella entidad y se disfrazó de todo. Lo que hiciera falta. Fue allí donde agarró su primer micro. Hacía falta ponerle voz a aquella mañana de invierno. Con aquel frío de antes. «Hay que sacar esto como sea». Sin recursos, sin dinero y con muchas ganas, Paco terminó repitiendo aquel ritual cada sábado y domingo. Las carreras y el público necesitaban un impulso y Paco apretó el botón del 'on'.

¿Y por qué no lo haces tú, Paco? Y una ceremonia, la entrega de premios, una gala, la fiesta... El micro se encendió para siempre. Sin apenas darse cuenta la luz roja no se apagó más. Del esfuerzo del atleta a las pedaladas del ciclista. Su voz se convirtió en la banda sonora de los dorsales y la adrenalina. Su profesión, la de electricista, fue dándole permiso a su pasión. Entre cables y enchufes su modesta empresa de electricidad le hizo un guiño a su corazón. Aquella furgoneta y su buzo de trabajo corrían para llegar a tiempo a las salidas de las competiciones donde prestaba su voz. De lunes a viernes la obligación y el fin de semana la devoción.

Atleta, presidente del Club España de Cueto, directivo de la Federación Cántabra de Fútbol, su vida fue la banda sonora del deporte

Sus 34 Vueltas al Besaya hablan por sí solo. En una edición, tan solo una, la primera, le pusieron falta a Paco. En su pequeño rincón de Las Llamas, en su Santander natal, instaló el centro de operaciones. Una pequeña nave en la que guardaba por orden alfabético todos los datos de los ciclistas que pasaban por sus competiciones. A cada equipo, a cada escuadra le ponía deberes antes de competir y aquella información quedaba archivada; primero a boli y papel y después en su cabeza. Nadie como él para recitar el palmarés incluso del más modesto desde lo alto del podio.

Un palabra amable, un abrazo, una sonrisa cuando más se necesitaba. Y su voz conduciendo el espectáculo. Y sus largos de natación para sentirse bien. Y sus partiditas de mus con los amigos. Este verano Paco le lanzó un órdago a la vida y recuperó las fuerzas. Se fue una vez más al Besaya y se subió por última vez al podio de la Vuelta a Cantabria de ciclismo. Y con las cartas sobre la mesa el puñetero destino y una enfermedad le arrebató su última Panes-Potes. «Paco, dejaste encendido el micro». Que siga así.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

eldiariomontanes «Paco, tu micro se ha quedado encendido...»