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Once temporadas. Y en varias de ellas, siendo el único eslabón entre las categorías inferiores y el profesionalismo. El Gomur-Cantabria Infinita cumple en este 2022 once campañas en la carretera bajo esa denominación. Más de una década ya desde que, a finales de 2011, se ... salvase in extremis que Cantabria se quedase sin equipos de las categorías élite y sub 23. La escuela imprescindible para aprender a ser ciclista. Y en la región, desde hace más de una década, la principal escuela es de color rosa.
La escuadra cántabra inició este pasado fin de semana sus entrenamientos de cara a este nuevo curso. Porque la competición está a punto de empezar. Este domingo, en esa localidad pacense de Don Benito que ha aprobado su unión con Villanueva de la Serena, se inicia la Copa de España. Un par de días de trabajo que, cosas del destino, se han pasado un poco por agua en este extraño invierno de sequía en Cantabria. «El sábado estuvimos casi cinco horas rodando. Por la zona de Cabezón, Cabuérniga... El domingo estuvimos por la costa. Ribamontán al Mar, Bareyo... Subimos el alto de Fuente Las Varas y luego, los altos de cerca de casa, en Camargo». Bruno González es el director del equipo. En la práctica, el que lleva ya el día a día del Gomur-Cantabria Infinita. Pero al volante del coche del equipo va Alejandro González. Su padre y el gran nombre de la escuadra camarguesa que, desde hace ya un tiempo, delega en Bruno.
Esos dos entrenamientos han servido para echar un ojo, sobre todo, a los nuevos. La tropa rosa está compuesta para este 2022 por 14 efectivos, de los que ocho son caras nuevas. La labor de integrar a los recién llegados, todos ellos de la categoría sub 23 y cuatro aterrizados desde júnior, corresponderá a los tres corredores de categoría élite con los que cuenta el equipo. El mayor de todos, con 25 años cumplidos a principios de febrero, es el cántabro Ángel Coterillo, que junto al también cántabro Sergio Trueba es el más veterano del Gomur, al cumplir su cuarta temporada vestido de rosa.
Ambos ciclistas de la región serán referencias del Gomur-Cantabria Infinita en la Copa de España. Esa competición que está grabada a fuego en la historia del equipo rosa y también del ciclismo regional. En 2015 y 2016, un cántabro del Gomur, Antonio Angulo, se hacía con el triunfo en la general de la Copa. La escuadra más humilde se llevaba la 'liga' ante los todopoderosos equipos de la categoría, como el Lizarte, el Baqué, el Froiz... En 2021 el Gomur-Cantabria Infinita se quedó cerca de repetir un logro de tal calibre, porque Sergio Trueba fue segundo, tras el catalán Pau Miquel. «Sergio y Ángel serán los puntales en la Copa», afirma Bruno González. Aunque la experiencia dice que la Copa hay que tomarla con calma. Como el famoso partido a partido. «En la Copa de España hay que ir prueba a prueba y ver cómo se va desarrollando», añade el director deportivo del Gomur- Cantabria Infinita. «Esa es la única manera de disputarla», en relación a una competición que engloba once carreras y que se prolonga desde este domingo hasta el 15 de mayo, cuando concluirá en Vigo. El año pasado, aparte del segundo lugar en la general de Trueba, los 'gomures' se hicieron con dos victorias parciales. En Don Benito, aunque la carrera fue en julio, ganó el burgalés Rodrigo Álvarez, otro de los nombres importantes del equipo cántabro para este curso. Y en el Trofeo Guerrita venció el abulense Francisco Agea, ya profesional en las filas del Boavista portugués.
Agea iba a continuar en las filas del Gomur hasta que en octubre pasado el Boavista le dio la oportunidad de dar el salto. Que los chavales tengan una oportunidad en un equipo profesional, aunque no sea en los que habitan el olimpo del ciclismo, es la mejor victoria de todas para los responsables del Gomur-Cantabria Infinita. «Es nuestra mayor recompensa», señala sin dudarlo Bruno González. Esas once temporadas en la carretera ya han dado para enseñar el oficio de ciclista a unos cuantos chavales. Y en la actualidad, en el pelotón profesional ya hay unos cuantos 'gomures'. Antonio Angulo y Mikel Bizkarra se ganan la vida en el Euskaltel; Mario Aparicio, Ángel Fuentes y Pelayo Sánchez, en el Burgos BH... El cántabro Iván Cobo brilló hace unos días en la Vuelta a Valencia en su debut ya como profesional de pleno derecho con el Kern Pharma. «Se me saltaban las lágrimas al verle», comenta Alejandro González, que moldeó en 2019 a la gran perla del ciclismo regional en su primer año en la categoría sub 23. «A Iván y a los demás me hace mucha ilusión verles. Cogemos chavales jóvenes y buenos y, tarde o temprano, eso da sus frutos. Cuando hay calidad...».
Pero la filosofía del Gomur-Cantabria Infinita de formar poco a poco a los chavales para enseñarles bien el oficio de ciclista, se ve amenazada por los nuevos tiempos del ciclismo mundial. Un deporte ahora liderado por los jovencísimos Pogacar, Evenepoel... Muchos ciclistas jóvenes quieren dar el salto cuanto antes. «La prisa es uno de los grandes problemas que tenemos», añade 'Jandro' González. «A otros niveles, se coge a gente muy joven, se la prueba, y si no da el nivel, pues fuera. Creo que eso no es una buena filosofía». Además, los responsables del Gomur tienen que lidiar con los lógicos sueños de triunfo de un chaval joven. «Todos quieren ser Contador. Pero también les decimos que uno se puede ganar la vida en el ciclismo siendo un buen gregario». En estos primeros días de entrenamiento, se empieza a aprender, por ejemplo, «a bajar a por agua al coche para los compañeros. Será lo primero que les pidan en un equipo profesional», concluye Alejandro González. Desde el año 2012, eso se aprende en Cantabria enfundado en un maillot rosa.
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