La subida al Pico Jano ya tiene sus primeros fieles

La familia neerlandesa estaba entre las más puntuales para acampar a orillas del embalse. Grupos de amigos, cicloturistas solitarios... De todo había por una zona que desde las 15.00 horas de ayer era la única permitida para acceder con vehículos, ya que transitar por el Pico Jano desde Bárcena de Pie de Concha no era ya posible. Eso sí, los estacionamientos a ras del embalse, a primera hora de la tarde de ayer ya empezaban a escasear. Algunos habían emprendido camino hacia el tramo nuevo asfaltado, el que lleva al embalse del Mediajo y donde estará la línea de meta. Pero la Guardia Civil allí no quería campamentos improvisados y mandaron a los que ya se habían instalado bajar a la zona donde estaban congregadas las autocaravanas.

El castreño Sergio Turuelo era otro de los que hacía tiempo en el embalse de Alsa. Junto con su familia y amigos de Guipúzcoa y Álava. Sergio, con experiencia en escuelas de ciclismo, se conoce bien la zona. «Sobre todo la de los puertos anteriores», señala. En la etapa habrá pelea. «Habrá ataques desde abajo en Alisas y Brenes. Imagino que al Pico Jano llegue un grupo pequeño a pie de puerto y arriba ya se atacarán entre los líderes». Esta primera etapa de montaña no cree que sea decisiva para el título. «Aquí se va a ver no quién va a ganar la Vuelta, sino quién va a perderla, porque los favoritos que pierdan comba aquí se olvidarán del maillot rojo».

Vecino de la caravana de Sergio era el vitoriano Josean Sánchez, que pertenece al club ciclista Aranako. Junto a su familia y amigos de Guipúzcoa, ya llevaba dos noches en el embalse. «Con las autocaravanas y la familia seguimos las etapas de la Vuelta para hacer turismo cultural y deportivo a la vez», comentaba. En ese momento caía algo de lluvia sobre el toldo de su autocaravana. «Pero no nos importa», contestaba. «Cuando cese un poco nos pondremos el chubasquero e iremos con los chavales a ver el puerto, que aún no lo conocemos y así aprovechamos para entrenar», explicaba optimista. En cuanto a la subida de hoy, espera que pueda haber «alguna sorpresa», pero no que sea decisiva para La Vuelta. «El Pico Jano puede marcar algo de diferencias, pero aún es pronto».

Al inicio de la tarde de ayer la meteorología –en esos momentos bastante cambiante–, no parecía preocupar a Juan Zalba y a sus amigos, un grupo de navarros que también había venido a ver la etapa. «Esta mañana –por ayer– nos hemos tenido que echar crema solar y ahora, refugiarnos en las tiendas», comentaba Javier Amezqueta. Un coche y dos tiendas de campaña les han bastado a los cinco jóvenes para desplazarse desde Pamplona y disfrutar de la Vuelta y de un par de días entre amigos y unas cervezas a orillas del embalse. «No conocemos el Pico Jano, pero la zona nos gustaba así que hemos venido un poco a la aventura», afirmaba Juan.

El Pico Jano será territorio propicio para los favoritos. Bien para ganar la etapa, bien para dejar a otros rivales sin opciones en la general. Y el tricampeón de la Vuelta y ganador el martes en Laguardia, el esloveno Primoz Roglic, está siempre entre los favoritos. Para el neerlandés acampado en el Pico Jano no hay otro equipo que el Jumbo-Visma en el que forma el esloveno. «Esperamos poder ver a Roglic, mi corredor favorito del equipo», añade Onno Hoff. Pero su pasión por el ciclismo llega hasta aquí. «La bici, la española» añade entre risas mostrando su Orbea. El neerlandés, todo un experto seguidor de carreras, dicta su opinión sobre la etapa de hoy. Y tuerce el gesto a la hora de hablar de la invitada que todo el mundo espera y todo el mundo teme.

«La lluvia puede resultar muy peligrosa, sobre todo en las bajadas». Y cita un punto en concreto. «Aquellos que estén dispuestos a asumir un mayor riesgo en la bajada de la Collada de Brenes podrán sacar una gran ventaja para la subida final del Pico Jano», afirma. El castreño Sergio Turuelo ratifica la opinión de su compañero de acampada. «La lluvia será primordial, porque puede haber una desgracia en la bajada de los puertos previos». También teme al viento. «Como les pegue de cara les va a costar mucho arrancar entre ellos».

La subida al Pico Jano sólo estaba abierta a aquellos vehículos que bajaban en dirección a Bárcena de Pie de Concha. Varios caballos de montaña pastaban ajenos a la que se viene encima. En el lugar donde comienza la subida, varios conductores de autocaravanas, perdidos, consultaban el GPS de sus móviles buscando la ruta para llegar a San Miguel de Aguayo y acampar. Y para disfrutar de un final de etapa de lo más exigente y en el que puede empezar a decidirse la Vuelta a España. Ellos, al menos, pudieron disfrutar de las vistas antes de que las nubes lo cubriesen todo en el Pico Jano. El nuevo puerto de la Vuelta.