Tres cántabros en la Vuelta

«La sexta vuelta ya...». A sus 37 años, Ventoso es ya uno de los abuelos del pelotón. El campurriano no puede ser más feliz. «Que con esta edad siga en el World Tour... Soy un privilegiado. Además, el equipo tiene mucha confianza en mí». Sus días de sprinter -dos victorias en el Giro y una en la Vuelta- ya son un recuerdo y desde hace tiempo su labor es la de gregario de lujo. Aunque en esta ocasión tendrá algo más de libertad. El CCC no tiene corredores de enjundia para la general y presenta gente jovencísima. El polaco Szymon Sajnok -el sábado cumple 22 años- será una de las bazas del equipo en las llegadas masivas. La experiencia del cántabro será vital para que el joven polaco aprenda los secretos del oficio de llegador.

Sin la obligación de estar pendiente todo el día de un 'gallo', hay más opciones para Ventoso «de coger alguna fuga. Aunque cada vez se va más rápido», añade entre risas. Estos días aprovechará para echarle un ojo al recorrido y fijarse en alguna etapa en concreto. «Llego bien. Estoy fresco y con ganas de bici. Corrí el Giro y desde entonces, sólo he hecho tres carreras de un día. Llego con 50 días de competición. Con un par de 'grandes', ya no estará mal la temporada».

En 2018, en la primera participación del Burgos BH en la Vuelta, ya ganó un premio a la combatividad -en la décima etapa, entre Salamanca y Bermillo de Sayago-. Jesús Ezquerra y sus compañeros del Burgos BH no dejaron fuga sin representación del equipo castellano. Este año, el equipo morado promete aún más guerra en pos de su único objetivo: ganar una etapa. En la pasada Vuelta a Burgos, Ezquerra destacó en la primera. «Me ha servido para coger algo de chispa», reconoce el de Treto, al que una fractura de clavícula trastocó algo la temporada. «No tenemos gente para estar entre los diez o quince primeros. Por eso, a batallar los ocho para buscar una victoria». Ezquerra ya ha mirado «algunas etapas. Pero cualquiera que salga es buena», apunta.

Madrazo correrá por primera vez con los castellanos en su cuarta ronda española. Con tres días consecutivos en fuga en la Vuelta a Burgos, el 'Gorrión de Cazoña' llega en un momento óptimo a la Vuelta a España. «En el mejor momento de la temporada. Con 60 kilos. No puedo ya bajar más», dice entre risas. «Soy un ciclista de segundas partes del año». Coger «fugas de calidad» para así ganar una etapa es el objetivo que recalca Madrazo para el Burgos. A él le hace especial ilusión la etapa que llega a casa. «La de Los Machucos. Lo más difícil sería coger la escapada, pero si hay piernas y gas se podría llegar». Vencer en esa meta, o en cualquier otra de la Vuelta «sería la mejor victoria de mi vida en una de las mejores carreras del mundo. Y un respaldo enorme para el equipo».