Los ciclistas deshonran Montjuic
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Los corredores protagonizan un plante por la lluvia que depara imágenes lamentables en la llegada a Barcelona, donde gana KronIñaki Izquierdo
Domingo, 27 de agosto 2023, 19:14
Las figuras de la Vuelta, encabezadas por Jonas Vingegaard (Jumbo) y Remco Evenepoel (Soudal), deshonraron la historia de la montaña de Montjuic alentando un plante de corredores en el final de la segunda etapa de la Vuelta porque llovía. La memoria de Bahamontes, primer ganador ... de la Escalada, la mítica prueba que hizo resurgir de sus cenizas al ciclismo catalán tras la guerra. La de Merckx, Poulidor, Zoetemelk, Fignon, Criquielion, Marino Lejarreta, Rominger, Zulle, Purito Rodríguez, Beloki...
Llovía, sí. La carretera estaba peligrosa, sí. Pero como tantas otras veces. ¿O es que no llueve en las clásicas de primavera? ¿O en la Vuelta al País Vasco? La actitud de las figuras de la Vuelta resultó penosa desde la salida de Mataró, cuando Vingegaard se fue al autobús del Movistar a pactar con Enric Mas la adopción de medidas para activar el protocolo climatológico y neutralizar la etapa.
Reunida la comisión formada por ciclistas, equipos, UCI y organización, se decidió tomar los tiempos a nueve kilómetros de meta, antes de iniciarse la subida a Montjuic. El director general de la Vuelta, Javier Guillén, reconoció al final de la etapa que «los corredores fueron quienes llevaron la voz cantante», y dio a entender que la organización se vio abocada a aceptar esa medida. «Hay que hacer gestos», concedió en meta en una mezcla de resignación y aviso a navegantes para los ciclistas de que ahora le deben una a la organización. El papelón de Unipublic ante la ciudad de Barcelona, de su Ayuntamiento, ha sido de aúpa. No sería extraño que la Vuelta regresara a Barcelona a modo de desagravio en muy pocas ediciones.
El esperpento fue tal que el nuevo líder es Andrea Piccolo (EF) porque pasó destacado a nueve kilómetros de meta y luego no se supo más de él. Disputaron la victoria un puñado de ciclistas y ganó Andreas Kron (Lotto), que fue el más vivo en la subida a Montjuic.
Los tiempos se iban a tomar a nueve de meta para evitar riesgos, pero eso no obligaba a nadie a parar. Vingegaard y Evenepoel decidieron parar y, con ellos, el resto de ciclistas importantes. No evitaron riesgos, decidieron por su cuenta dejar de correr, ofreciendo un espectáculo penoso.
Llevaba meses sin llover en Barcelona y en agosto se espera sol y playa en estas latitudes, pero la Vuelta a España es una carrera ciclista profesional. Los cicloturistas internacionales disfrutan de la bonanza del clima mediterráneo en sus paseos de lujo por Girona.
Hubo bastantes caídas, pero la lluvia y el agua de la carretera de ninguna manera impedían el desarrollo de la competición. Se cayó el líder, Lorenzo Milesi (DSM) y se cayó también Primoz Roglic (Jumbo) en una rotonda. El esloveno acudió puntual a su cita con el suelo. Muchos ciclistas llegan a la Vuelta con la temporada hecha y eso se notó camino de Barcelona.
La carrera tiene ahora un problema serio porque el reglamento del protocolo climatológico no es claro. Es interpretativo y puede invocarse en numerosas circunstancias. En la meta sobrevolaba la pregunta de a partir de ahora qué. ¿Qué pasa si mañana se anuncia mal tiempo en Andorra? Para este lunes están previstos dos pasos de montaña a casi dos mil metros de altura, Ordino (1.980) y la meta en Arinsal (1.914) y la previsión es de lluvia y el termómetro rondando o por debajo de los diez grados. ¿Hay que parar? ¿Y qué sucederá si dentro de una semana en Castilla los termómetros vuelven a dispararse por encima de los 40 grados?
La salud de los ciclistas es lo primordial de este deporte, su seguridad. De eso no cabe duda. Muchas veces, los recorridos no la garantizan. De hecho, a veces parece buscarse el riesgo de forma deliberada. Ayer no era el caso. Desde luego, son los ciclistas los que se suben a la bici, se mojan, pasan frío y arriesgan su integridad física. Pero el ciclismo se corre a la intemperie y en carreteras de uso común, lo que supone un peligro importante, pero inherente a su desarrollo. La lluvia nunca ha sido motivo de suspensión de carreras.
Tras la hecatombe del sábado en la crono por equipos debido a la tormenta que inundó Barcelona y oscureció el cielo –circunstancias ajenas a la organización–, este domingo además del esperpento de los tiempos se registraron numerosos pinchazos a lo largo del recorrido debido al lanzamiento de chinchetas en la carretera.
La semana pasada la policía ya había practicado varias detenciones de personas que presuntamente preparaban sabotajes para la etapa de este lunes camino de Andorra, pero por lo visto se adelantaron algunas de esas acciones, relacionadas, según la policía, con el independentismo catalán. Hubo un gran número de pinchazos, de lo que no se libraron los favoritos, como Vingegaard, Ayuso (UAE), Thomas (Ineos) y Evenepoel.
En este clima revuelto, mañana llega la primera gran etapa de montaña. Llueve en Andorra...
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