El Rayo doblega al Tropezón

El conocido dicho futbolístico de 'Entrenador nuevo, victoria segura' se ha hecho realidad una vez mas en el encuentro disputado entre el Rayo Cantabria y el Tropezón que finalizó con la victoria del equipo santanderino por 1-3. El regreso al banquillo de Fernando Tejerina se ha notado en el equipo, saliendo el cuadro visitante al terreno de juego con intensidad y ganas de lograr un resultado positivo , tras la derrota en la pasada jornada ante la Gimnástica. Se vivió una primera parte muy intensa entre ambos equipos. El conjunto de Lolo Herrera puso ganas y llego más al área, pero no supo concretar sus ocasiones, y el Rayo Cantabria, por su parte, aprovechó su primera oportunidad para hacer el primer gol.

Un despeje de Nando tropezó en un jugador visitante llegando el balón a los pies de Erik que marchándose en velocidad de la defensa se plantó solo ante Iván batiéndole con facilidad. Pudo igualar Nando, pero su remate desde el interior del área se marchó alto. Un centro de Víctor desde la izquierda dejó solo a Manu Busto con el meta Manu, y este, en un alarde de reflejos, desvió su disparo, rechace que sirvió para que los visitantes consiguieran un perfecto contraataque que finalizó Erik con un remate desde el punto de penalti que puso el 0-2 en el marcador.

De nuevo los de Herrera dispusieron de otra ocasión y otra vez se les negó la suerte. Tras un saque de esquina Conde remató de cabeza, pero cuando el balón llevaba marchamo de gol el defensa visitante Cris sacó el balón bajo palos. La respuesta del Rayo Cantabria llegaría en la jugada siguiente, un disparo cruzado de Pereda se convirtió en el 0-3.

Lo del Tropezón en la primera parte fue un ejercicio de impotencia, porque recibir tres goles y tener que jugar con diez jugadores la segunda parte era una losa demasiado pesada para tratar de levantar con ánimos y refuerzos positivos en el vestuario. Los taniegos se esforzaron en los primeros compases de la segunda mitad, no solo por llegar a la meta de Manu sino también de intentar hacerlo con criterio, sentido del juego colectivo y cierta dosis de responsabilidad. Y tuvieron su recompensa. Edu Río remató desde la frontal del área alojándose el balón en la meta de Manu. Tras el gol el encuentro se convirtió en un corre calles donde las ocasiones llegaron a ambas porterías, pero el resultado ya no se movería.