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Que no es lo mismo jugar en Segunda o en Segunda B, por mucho que la temporada que viene se desdoble en Primera y Segunda RFEF es un hecho indiscutible. Hay un abismo entre ambas categorías, como lo habrá en las dos en que ... se desgaje la actual Segunda B. En lo deportivo, la diferencia es de hacerlo en el fútbol profesional o pertenecer al semiprofesional; en lo institucional significa estar en la Liga Nacional de Fútbol Profesional o depender de la Federación Española de Fútbol y en lo económico -quizás el único epígrafe que se puede cuantificar y por tanto ser más visible- pasar de ingresar algo más de seis millones de euros de derechos televisivos a rondar el medio millón.
Actualmente el Racing suspira por clasificarse para el play off de ascenso a Segunda y con ello asegurar como mal menor la Primera RFEF. Lo primero sería regresar formalmente al fútbol profesional con la posibilidad de acceder a un reparto televisivo millonario, además de una financiación indirecta que eleva su atractivo al estar en dicha categoría, mientras que lo segundo, aunque está en fase de estudio aún, al menos le permitiría optar a unos ingresos -muy inferiores, eso sí- derechos audiovisuales. Ese es uno de los objetivos de esta nueva categoría intermedia: generar algunos ingresos más para los clubes profesionales que caigan en ella. Después, el fútbol aficionado englobará todo lo que quede por debajo de esa Primera RFEF, sin un solo euro por conceptos audiovisuales o lo que es lo mismo, una ruina para un club de las dimensiones y estructura del Racing.
En román paladino: el Racing dejaría de cobrar alrededor de seis millones de euros si no regresa a la LaLiga y pasaría a cobrar una cifra que en el mejor de los casos puede oscilar entre el medio millón y el millón de euros si se mantiene en la Segunda B Pro y si se concreta un plan de viabilidad sobre el que ahora mismo se trabaja. Por contra, si deportivamente, al equipo de Aritz Solabarrieta le fuera desastroso en este próximo mes y medio y no solo no se clasificaría para el play off de ascenso sino que tampoco salvaría la categoría y descendiera a la supuesta Segunda RFEF los ingresos serían: cero.
RFEF
LALIGA
El próximo 28 de marzo está convocada una reunión en la que participarán todos los agentes que intervienen en la ecuación encabezada por la Federación Española de Fútbol, que preside Luis Rubiales, el verdadero impulsor del cambio de formato y de competición esta temporada del que saldrá el nuevo escenario el curso que viene. En ella se pondrá sobre la mesa un informe en el que se detallará toda la información recabada los últimos meses. Los miembros de la Federación han solicitado a ciertos clubes de Segunda B -actualmente compuesta por 102- que a priori reúnen el perfil que se busca para esa supuesta Segunda B Pro o Primera RFEF diversa información relacionada con los captación de patrocinios, ingresos directos e indirectos actuales, número de abonados, compromisos firmados y en vigor... La intención del ente federativo es enumerar las necesidades y la estructura que tienen esos clubes para poder organizar una categoría acorde. El Racing es uno de esas entidades que ha sido requerida por la propia Federación. El estudio se puso en marcha en las Navidad y el próximo 28 de marzo podría hacerse público un borrador. El punto sobre el que radica todo lo más es el cómo hacer atractiva la competición para que se convierta en atractiva audiovisualmente, ya que del éxito de esta variable depende la obtención de recursos y su consiguiente reparto. Es el factor diferencial con el actual escenario y que refleja un abismo entre el fútbol profesional y el aficionado.
El modelo de competición en el plano deportivo está fijado y pasaría a ser de dos grupos de veinte equipos cada uno -es decir, reduciría los 102 actuales a cuarenta- con su consiguiente play off de ascenso a Segunda División. Todo sería diferente ya que los equipos pasarían a jugar contra 19 equipos supuestamente con más empaque, repercusión mediática y posibilidades y, en consecuencia, los clubes podrían también acceder a vías de financiación indirectas mucho más atractivas que ahora.
Las previsiones apuntan a que no se impondrán tantas obligaciones como para las que son necesarias para jugar en Segunda División en cuanto a logística y estructura. Así como la Federación Española es la impulsora de esta iniciativa que ya está en marcha, la LFP, presidida por Javier Tebas, no lo ve con buenos ojos entre otras cosas porque el pastel televisión que ahora mismo tan solo se reparten los clubes de la LFP pasaría a repartirse entre otros cuarenta de la Segunda B. Una porción mínima, pero a fin de cuentas una parte del botín.
Segunda división
El Racing ingresó el pasado curso 6,1 millones de euros por derechos audiovisuales, más del 66% del presupuesto de la entidad. El club fue el decimoquinto de la categoría de plata en cuanto a ingresos o lo que es lo mismo solamente seis equipos recibieron menos dinero que él. El reparto económico se realizó –y se realiza salvo que exista un cambio en la normativa– en función de las características del propio club. Intervienen los años de historia y repercusión mediática que pueda tener la entidad, aunque es evidente que uno de los aspectos que más influye es la categoría a la que haya militado en los últimos años. En ese sentido, el Racing por trayectoria recibe más que otros recién ascendidos, pero actúa como lastre el pésimo devenir que el equipo ha firmado en la última década, sumido en el pozo de la Segunda B. Aún así, los 6,1 millones son un valor que no tiene parangón en el fútbol amateur.
Primera RFEF (llamada segunda B Pro)
La posibilidad de que con la remodelación de la actual competición los derechos audiovisuales puedan llegar a las arcas de los clubes es el factor diferencial. Actualmente no existe una partida de ingresos para los 102 equipos que participan en la Segunda B. La previsión que se estudia y que la Federación Española pretende relanzar la temporada que viene contempla la comercialización de los derechos audiovisuales como principal fuente de financiación. No existen cifras orientativas sobre lo que podría corresponderle al Racing, así como al resto de los 39 equipos que militarían en esa supuesta Segunda B Pro o Primera RFEF –si es que el Racing logra su billete–. No obstante, la categoría se convertiría en un paso intermedio entre el fútbol profesional y el amateur con una capacidad de financiación muy alejada de la LFP, pero infinitamente superior a la que optaría la Segunda RFEF.
Segunda RFEF
En el borrador al que se dirige la actual Segunda B se contempla una Segunda RFEF que reuniría a los equipos que desciendan de la actual Segunda B y que sería irremediablemente un escenario amateur. Para esa categoría no está destinado en ningún momento una partida de ingresos por derechos televisivos, por lo que la diferencia entre militar en la Primera RFEF y la Segunda RFEF es tan grande o más que la que existe entre la Segunda División (LaLiga) y la Primera RFEF. Los clubes quedarían expuestos a la obtención de ingresos por su cuenta ay riesgo y a la captación de financiación de un modo rudimentario. Es decir, para clubes con la estructura del Racing supondría una ruina económica y quedaría obligado a replantearse el actual mecanismo de trabajo. Sería inviable mantener nada de lo que hoy se hace en el club. Los compromisos económicos quedarían a expensas de la propiedad.
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