Arranca una nueva Tercera

Este fin de semana arranca el grupo cántabro de Tercera RFEF. Después de que la pandemia obligara a las federaciones territoriales a cambiar el formato de competición, la nueva Tercera cántabra regresa a su único grupo en el que todos los equipos se verán las caras entre sí durante las 30 jornadas del calendario de competición. Y es que tras la reestructuración de la última campaña, con tres ascensos, seis descensos y la creación de la Primera y Segunda RFEF en sustitución de la Segunda B, el grupo 3, el cántabro, queda reducido a 16 clubes. El campeón ascenderá directamente, y los clasificados entre el segundo y el quinto puesto se jugarán otra plaza que le llevará al ascenso si se supera una única eliminatoria frente a un equipo de otro grupo.

Además de tres descensos automáticos, en caso de que desciendan equipo cántabros de Segunda RFEF se producirá un efecto dominó que comenzará arrastrando al decimotercer clasificado, por lo que queda una competición en la que no se puede hablar de zona tranquila o intermedia. Conscientes de este panorama, la mayoría de los clubes se han reforzado y han reclutado a buena parte de los jugadores que ascendieron la temporada anterior.

La competición se antoja apasionante, aunque la Gimnástica aparece como el gran favorito a llevarse el ascenso directo. Ya en la Copa RFEF ha demostrado su buen momento, pero el resto de los clubes no renuncian a nada y prometen presentar batalla. Más complicado resulta aventurar candidatos claros para la parte baja.

El conjunto de la capital del Besaya, que esta temporada tendrá a Pablo Casar como nuevo entrenador en el banquillo de El Malecón, ya superó su primer reto: ganar la fase autonómica de la Copa RFEF. Ahora le espera uno muchísimo mayor y trascendente: el ascenso.

Para afrontar el curso con las mayores garantías posibles, el cuerpo técnico blanquiazul, encabezado por Luis Fernando Varela, ha renovado de la plantilla con diez fichajes, remozando todas las demarcaciones.

Si el conjunto que preside Siro del Barrio es el máximo favorito para regresar de nuevo a Segunda RFEF, el Escobedo aparece también como uno de los más firmes aspirantes al ascenso directo. Los de Camargo han sufrido las bajas de varios de sus hombres franquicia, pero los relevos no le van a la zaga en calidad y cantidad.

El conjunto que preside Luis Merino ha firmado un convenio de colaboración con el Racing y en virtud de ello Mario Gutiérrez será el técnico en este nuevo intento blanquinegro ascender. Quince son los jugadores que vestirán por primera vez la camiseta camarguesa esta temporada, ya que tan solo han quedado en el club cuatro futbolistas del año pasado.

Los precedentes obligan a contar también con el Siete Villas. Los de Castillo han mejorado la campaña anterior hasta quedarse a un paso del ascenso. Para mantener el gen templario el club ha recurrido al regreso del más ilustre de sus caballeros, Carlos Setién.

Por población, historia, estadio y masa social el Castro es a continuación el club con más potencial, pero ha sufrido la salida de algunos de sus futbolistas más destacados en la última temporada. Todo lo que lleve a que el bloque de Osmar Ibarra brille por encima de los nombres serán buenas noticias para el conjunto castreño.

El Sámano de Rubén Darío ha acometido la más profunda renovación con la salida del grueso de los que han sido sus hombres de referencia durante muchas temporadas y la llegada de futbolistas más jóvenes.

Arteche, por su parte, sigue al frente de un Vimenor que ha apuntalado su bloque con incorporaciones de jugadores top de la categoría en sus puestos, que le dan un salto de calidad a un equipo, ya de por si era competitivo. Muchas renovaciones, complementadas con la llegada de jugadores jóvenes de calidad, forman la plantilla de la Cultural en la que Aurelio Ávila, tratará de poner su sello.

Solo nueve jugadores de la pasada campaña continúan en un Barreda acostumbrado a vivir en la parte media-alta y en el que Alejandro Cayón afronta una temporada en la que son una incógnita. Continuidad, con algunos retoques, en la plantilla del Selaya, incluida la del goleador Rafa Rivero. Los de José Saldaña apelan a que, por diversas circunstancias, los merecimientos de la pasada campaña fueron muy superiores a los resultados obtenidos.

El Cartes estaba siendo uno de los equipos con más movimientos del verano, pero, en las últimas fechas, el equipo de Teje Revuelta se ha hecho con Dorronsoro y Roberto Cano, unos futbolista que, por su pasado en superiores categorías, suben el caché de la competición. Continuidad también en el Albericia, que ha renovado la confianza en un hombre de la casa como Fran Martín, para dirigir a un bloque consolidado.

El recambio más sonado del Textil Escudo se ha producido en su banquillo. Tras varias temporadas con Pablo Lobeto al mando, lo sustituye Abraham Pérez, entrenador de relevancia en el grupo cántabro que tratará de poner su sello competitivo en un equipo que mantiene al grueso de su plantilla. Mientras, el Torina paseará con orgullo por cuarta vez consecutiva en Tercera el nombre de la población con menos habitantes en la categoría, y lo hará dirigido por Alberto Ateca.

El recién ascendido Naval ha hecho incorporaciones de quilates para luchar por mucho más que mantener la categoría, como ha quedado patente en una pretemporada en la que los de Rafa de la Peña cuentan sus partidos por victorias. Completan el grupo los otros dos ascendidos el año pasado de Preferente: Colindres y Noja. Dos equipos que han acometido fichajes más encaminados a pelear, con solvencia, la competición.

clubes integran el grupo cántabro, frente a los 20 con los que contaba hasta 2020 y los 22 que tuvo excepcionalmente en la 20-21 por la reorganización post confinamiento.

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