La ausencia de opción de compra impide una cesión de Pablo Torre al Villarreal

Con esta situación, la opción más factible es que salga cedido y en los últimos tiempos se le ha asociado con el Villarreal, al que se ajusta su juego, pero esta operación resulta extremadamente compleja a menos que el Barça esté dispuesto a incluir una opción de compra, algo que el club azulgrana nunca ha dejado entrever públicamente.

Tras un primer año con poco protagonismo, Xavi Hernández quiere que tenga minutos. Así lo ha dicho insistentemente, aunque después no le haya alineado en el primer equipo ni bajado al filial. Con este contexto, una cesión –el futbolista está vinculado al FC Barcelona hasta el 30 de junio de 2026– es la salida más factible. El Racing siempre estaría dispuesto a acogerle, pero no es una hipótesis realista de mercado para un futbolista que tiene ya, pese a su escasa participación, cartel de Primera División.

En este contexto, es el Villarreal de Quique Setién el que puede parecer el equipo mejor posicionado en caso de que se opte por una salida temporal y con ese club se le ha relacionado. No solo por tratarse de un club de élite en el que puede crecer y jugar en Europa (los castellonenses disputarán la Liga Europa), sino por la presencia de su paisano en el banquillo. Al margen de ser un futbolista del agrado de Setién, que se adapta además al modelo futbolístico del Barça, al Flaco le une una estrecha amistad con la familia Torre. De hecho, ha seguido al centrocampista desde sus inicios en las secciones inferiores del Marina Sport y, después, del Racing, le conoce a la perfección y tiene plena confianza en sus posibilidades. La íntima amistad que le une con su padre, Esteban Torre, con quien compartió equipo en el Racing, le coloca en el círculo más íntimo de la familia y en caso de que se opte por una cesión le concede una gran capacidad de influencia.

Sin embargo, la política del Villarreal impide a día de hoy que Torre juegue en La Cerámica.El club castellonense solo acepta cesiones con opción de compra, bajo la filosofía de no formar o promocionar jugadores de otros equipos sin la posibilidad de retenerlos. Además, el Villarreal cuanta con hasta ocho jugadores en la misma demarcación que el cántabro, sin contar lo que pueda ocurrir con LoCelso, y Setién tiene en perspectiva a otros dos futbolistas del filial que también se desenvuelven en el eje y la mediapunta.

Esto no significa en absoluto que al técnico santanderino no le agrade PabloTorre.De hecho, le gusta. Y mucho.Se adapta a su concepto de juego y siempre tendría sitio en su equipo. Pero a menos que el Barça incluyera una opción de compra o el Villarreal cambiara su política y se produjeran además salidas, la operación no resulta posible. Al menos ahora.

Sin continuidad

Pablo Torre ha jugado esta temporada ocho partidos de Liga con el Barça, uno de ellos (correspondiente a la jornada 36, cuando los azulgrana ya eran matemáticamente campeones) como titular.

Además, ha participado en tres partidos de Copa y tres de Liga de Campeones, en la que se estrenó como goleador con la camiseta culé, para totalizar 14 partidos oficiales. Además, ha disputado tres compromisos con el Barça Atletic, todos ellos como titular y debutó con la selección sub 21, aunque la falta de continuidad en el Camp Nou le ha dejado fuera de las últimas convocatorias de Santi Denia cuando sustituyó a Luis de la Fuente al frente de las promesas de la Roja.

Si bien cuando se comprometió con el Barcelona (antes de las palancas de Laporta, que permitieron incrementar el techo salarial) ya se anunció que tendría ficha del filial y estaría a caballo entre ambas formaciones, se esperaba más protagonismo del cántabro en su campaña de debut. Máxime dada la apuesta que hizo el club por un mediapunta por el que también estaba interesado el Real Madrid, hasta el extremo de que Xavi Hernández decidió mediar personalmente para asegurarse la contratación de una de las mayores promesas del fútbol español.

El pasado martes el de Soto de la Marina fue el gran protagonismo, con dos asistencias, en el homenaje a Andrés Iniesta, en el que el Barça se enfrentó en Tokio al Vissel Kobe, un amistoso justo antes de las vacaciones blaugrana en el que ofreció un gran rendimiento y dejó dos asistencias con las que se reivindicó ante su entrenador.