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Mi tío nunca creyó que su carrera mereciera una biografía. Coherente con su forma de entender la existencia, le parecía un exceso impropio extenderse sobre sus éxitos deportivos. También estoy seguro de que si leyera el libro sonreiría con amplitud, sin decir nada, con la ... satisfacción grabada en su rostro. Esa fue su reacción cuando le mostré algunas de mis piezas sobre él publicadas en La Galerna. Las leía con atención y, a veces, me pedía que se las leyera en voz alta junto a Mari Luz, su mujer».
Las palabras las firma Joe Llorente. O al menos ese era su nombre para el baloncesto español de los años ochenta y noventa. El de uno de los bases (los otros eran Solozábal y Corbalán) que jugaron y perdieron la final olímpica de 1984 frente a los Estados Unidos de Michael Jordan cuando es simple hecho de estar allí ya era gloria. Lo hace en 'Gento Real', la biografía sobre el mítico extremo izquierdo cántabro, el único futbolista del mundo en ganar seis Copas de Europa, que se publicará el próximo miércoles, día 10, cuando están a punto de cumplirse los dos años de su muerte.
No es una biografía cualquiera. No solo porque rescata el lado personal de un personaje de renombre internacional pero muy celoso de su vida privada; reacio ante los focos y nada amante de las entrevistas. Apenas concedía alguna, y siempre tras mucha insistencia. De ahí el especial interés de un trabajo concebido desde la extrema cercanía. Porque tras aquel base que defendió tantas camisetas en la ACB está José Luis Llorente Gento, un vallisoletano con base en Madrid y raíces cántabras perteneciente a una larga saga de deportistas. Sobrino de la Galerna del Cantábrico, es el autor de una biografía que recorre desde los humildes orígenes en Guarnizo hasta el salto al Real Madrid y su vida ya como figura del fútbol. Un retrato que recorre además de época de otros futbolistas míticos como Alfredo di Stéfano.
Lo hace desde el profundo conocimiento de una saga interminable de deportistas. Liderada por Paco Gento, pero muy numerosa. Porque también los hermanos Julio y Antonio Gento fueron futbolistas profesionales con el Racing. Como más tarde sus sobrinos -de los tres- se abrieron paso en el deporte de los ochenta: Julio y Paco Llorente, en el fútbol. Joe y Toño, en el baloncesto. Y hay tercera generación.
El propio Gento llegó a leer algunas de las páginas que ahora salen a la luz, pero la iniciativa de la biografía es del autor; de su sobrino. De quien quería reivindicar su figura. «Una biografía le parecía una ostentación innecesaria, una ocasión para perder algunos gramos de su bien más preciado: la discreción. Era notable el orgullo que sentía por su Real Madrid y su trayectoria, pero le incomodaba mostrarlo en público. A veces, tras mucha insistencia, concedía alguna entrevista, previo debate interno y la coincidencia con un estado anímico favorable. Sentía la prevención de que sacarle unas palabras sería como acceder a un territorio que solo a él le pertenecía», señala Llorente en la introducción.
De ahí que no lo conciba como una «biografía estricta», sino como un recorrido por la figura deportiva y humana al tiempo que aprovecha para recuperar parte de la historia del fútbol español y del Real Madrid. Todo en un texto dividido en tres bloques: «Su propia figura, sin la que el libro no hubiera tenido sentido; la gesta deportiva e institucional que convirtió al Real Madrid en una entidad universal; y el enfoque de la estirpe, de un clan marcado por los lazos de sangre y el deporte». Una saga que tiene continuidad en su tercera generación. En el fútbol a través del internacional Marcos Llorente (hijo de Paco Llorente) y en el baloncesto con Sergio Llorente (hijo del autor).
Cuenta el retablo con un capítulo dedicado a sus primeros años en Cantabria (en concreto el segundo, titulado 'El niño que soñaba con un balón de reglamento') y hace referencia a otras figuras montañesas como Seve Ballesteros, de quien relata la mutua admiración que sentían dos emblemas de sus respectivos deportes.
'Gento Real' trata así de dar a conocer y reivindicar una figura más allá de lo que el propio protagonista deseaba en vida, como reivindica o reconoce su propio sobrino en sus páginas: «Su mundo era íntimo, privado, compartido con quienes se acercaban sin más pretensión que tomar un café o jugar al tute. Su querencia por pasar desapercibido fue tan proverbial que salía cada día con gafas y gorra, dispuesto a ocultarse inútilmente, porque, disfrazado o no, todo el barrio lo conocía. Quién sabe si no era una ceremonia para mantenerse en su percepción o sentía su camuflaje como una barrera de seguridad». Quien quiera sobrepasarla, o al menos imaginarse hacerlo, tendrá que esperar al próximo miércoles, cuando 'Gento Real' saldrá a la venta en las librerías.
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