El CSD ya tiene el borrador que articula el regreso de las competiciones federativas

El documento establece, entre otras cosas, las obligaciones de clubes y organizadores, los equipamientos de los que se debe disponer, la posibilidad de público con aforo limitado, la obligación de nombrar responsables del cumplimiento de medidas de seguridad y la obligatoriedad de una sola prueba al arrancar la competición, y no necesariamente en pretemporada.

El protocolo establece diferentes niveles a la hora de hacer sus recomendaciones. El primero de ellos, en el ámbito personal del deportista y de todas las personas que participen activamente en el desarrollo del acontecimiento (si bien el protocolo se refiere especialmente -que no solo- a los deportes de equipo).

En este sentido recomienda a deportistas y otro personal de los clubes o actividades deportivas lo mismo que en general se recomienda a toda la ciudadanía: respetar la distancia social, evitar las muestras de afecto que impliquen contacto fuera del ámbito de convivencia, utilizar mascarilla, lavado de manos y evitar en lo posible acudir a locales públicos en los que las medidas sean más difíciles de cumplir. Como cualquier ciudadano.

Impone una distancia social de un mínimo de metro y medio no solo entre el público, sino también entre cualquier deportista que no esté en el terreno de juego. Este metro y medio es solo un mínimo, puesto que la distancia nunca deberá ser menor a la que establezcan las autoridades competentes. También dispone distanciamiento entre los equipos y el resto de personas (público o no) que acuda al recinto deportivo.

La mascarilla será obligatoria para cualquier persona, incluidos deportistas que no estén en el terreno de juego o, en los deportes individuales, que no estén en plena competición. Solo será voluntaria para aquellos que estén en competición, para los árbitros y durante los entrenamientos. Sin embargo faculta a las administraciones autonómicas y a las federaciones para que la hagan obligatoria de forma excepcional si la situación de la pandemia así lo obliga. Otra excepción es la del entrenador principal mientras imparte instrucciones.

Y en cuanto a los entrenamientos, mantener un flujo unidireccional que evite el cruce con otras personas, guardar la distancia mínima en el vestuario, cambiar el calzado con el que se accede a las instalaciones, colocar la ropa de calle en una bolsa aislada, sin dejar nada colgado, lavado individual de la ropa deportiva, separar al máximo el tiempo de uso de los vestuarios cuando se cambie de equipo, o al entrar a limpiar, no compartir bebidas ni cualquier objeto de uso personal (no solo de higiene; incluye hasta las tablets) y mantener un estricto control médico. Enfatiza además que durante el máximo esfuerzo la distancia recomendable es de entre cinco y seis metros, y recomienda seguirla siempre que sea posible.

Además de contar con autorización administrativa para que se pueda entrenar en equipo, requisito que ya se cumple, todos los clubes deberán enviar un documento en el que acrediten el cumplimiento de todos los requisitos exigidos por el protocolo y las autoridades sanitarias, sin que se permita participar en la competición si no se ha presentado. Además, cada dos semanas se deberá enviar un nuevo documento acreditando que durante los entrenamientos y la competición se han cumplido todos los requerimientos.

En el ámbito de la competición el protocolo insta al cumplimiento de todo lo referente al ámbito individual y los entrenamientos. Pero establece además la eliminación de los saludos protocolarios, desinfección de las instalaciones, evitar que equipos y deportistas coincidan a la hora de entrar y salir de las instalaciones.

También se deberá habilitar los vestuarios de modo que se pueda cumplir con la distancia de seguridad, estableciendo turnos en caso de que no fuera posible incluso en el caso de los árbitros. Por último, insta a extremar la precaución en las atenciones sanitarias a los deportistas no solo durante, sino también antes o después de la competición.

El Consejo Superior de Deportes recomendará a todos los equipos y deportistas someterse a una prueba de covid al comienzo de la pretemporada o, en caso contrario, 72 horas antes de su debut en competición oficial. Para ello prevé que se habiliten mecanismos de coordinación con las comunidades autónomas (y con la participación de las federaciones) para establecer tanto el tipo de prueba que se deberá llevar a cabo como su financiación y si será necesario o no llevar a cabo posteriormente nuevas previas para el seguimiento y prevención de brotes.

Sin embargo, el borrador no establece mecanismos ni protocolos prácticos a la hora de llevar a cabo las pruebas, ni explica cómo deberán actuar los clubes, especialmente los más modestos. De hecho, y salvo que se modifique el texto, las pruebas no serán obligatorias antes de que arranque la competición oficial en cada uno de los deportes. Establece, eso sí, que deportistas, técnicos, árbitros, jueces, etcétera, deberán comprometerse a cumplir el protocolo.

Cuando se trate de una competición oficial se permitirá el desplazamiento de equipos y deportistas incluso en el caso de que se haya restringido la movilidad entre comunidades autónomas o provincias, para lo que se deberá enviar un listado con los deportistas, técnicos y auxiliares necesarios. En caso de competiciones internacionales se limita a instar a las federaciones a que establezcan mecanismos de coordinación.

En los desplazamientos en grupo apela a cumplir las recomendaciones generales para toda la ciudadanía: uso de mascarilla, desinfectante de manos distanciamiento social fuera del grupo y, en cuanto a los viajes en carretera, desplazamientos en coches privados o, en caso de no ser posible, desinfección del autobús antes del traslado. Además, la delegación que acompañe al equipo será de un máximo de tres personas.

Árbitros, jueces y demás personal técnico deberán cumplir los mismos requisitos, y se ofrecen además recomendaciones como ocupar siempre que sea posible habitaciones individuales en los hoteles, conformar grupos reducidos para las comidas y en el mismo hotel, evitar contacto con otros huéspedes, asegurarse que solo los miembros del grupo manipulan los equipajes y no abandonar el hotel más que en las condiciones de seguridad que se establezcan.

Una de las reglas que establece es que no se viaje si algún miembro de la expedición puede padecer covid (precisamente el comportamiento que no tuvo el Fuenlabrada de Segunda División en la última jornada de la temporada pasada a instancias de LaLiga). Aplica esto tanto a los casos positivos como a los contactos con positivos y a aquellos deportistas que deban guardar una cuarentena y aún no la hayan terminado. Además, ante cualquier sospecha se deberá informar a las autoridades sanitarias y a la federación competente.

A diferencia del deporte profesional, se prevé el reinicio de la competición con una presencia controlada de público que puede aumentar gradualmente, siempre que la situación sanitaria no lo desaconseje.

Para ello insta a las comunidades autónomas a que articulen el modo de acceso en su ámbito territorial. Competiciones con eventual presencia de público, que se realicen en las mejores condiciones posibles de seguridad sanitaria, variando lo establecido en este apartado. Se reserva, sin embargo, la competencia de las federaciones y del propio CSD para tomar decisiones al respecto. En caso de que una administración autonómica limite o prohiba la asistencia de público a eventos o espectáculos, operará también en las competiciones.

En cualquier caso, recomienda -no exige- un máximo de público de 500 personas para las instalaciones cubiertas y de 1.000 personas para las instalaciones al aire libre, sin que el borrador tenga en cuenta el aforo de cada recinto. Así, y en caso de que no cambiara este artículo y de seguir el consejo, el Racing solo podría admitir a mil espectadores por partido, pese a que los Campos de Sport superan los 22.000 de capacidad.

Establece, eso sí, que dada la situación la comisión de seguimiento se reunirá antes del 1 de octubre - es decir, antes del arranque de la competición en Segunda B y Tercera División de fútbol- para valorar si resulta conveniente modificar estos aforos.

Todos los clubes y organizadores de competiciones y eventos deportivos deberán enviar una declaración responsable en la que se comprometan al cumplimiento de las medidas de seguridad y acrediten haber habilitado las medidas al respecto.

Los accesos deberán disponer de termómetro digital de toma de temperatura externa, gel hidroalcohólico, alfombras desinfectantes siempre que sea posible y mascarillas disponibles por si debiera acceder alguna persona desprovista de ella. Además, deberán habilitarse rutas acotadas de accesos y exigir el lavado de manos, el uso de mascarilla, mantener la distancia social y completar el formulario para el uso de los rastreadores en caso de ser necesarios. Por último, se deberá desinfectar las zonas utilizadas, incluidas las de los medios de comunicación, asientos usados por el público y cualquier sala empleada para cualquier uso, siempre bajo responsabilidad del club local o la entidad organizadora.

Todo ello, eso sí, bajo la responsablidad última de los gobiernos autonómicos a la hora de establecer normas y con la necesidad de comisiones interterritoriales. Porque el protocolo señala que ofrece criterios de carácter general, orientativos -aunque algunos son obligatorios-, para ofrecer pautas generales y comunes en las competiciones y algo a lo que las federaciones puedas aferrarse. Pero la casuística obligará a afinar más.