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Toda caminata comienza con un paso. Y luego otro. Y otro más... Los primeros suelen ser los más laboriosos, pero también los que forjan –a veces sin darse cuenta— la metodología a seguir. Ser futbolista es también un viaje más, que ha de empezar en las edades tempranas y cuyo objetivo —como en cualquier ámbito de la vida– debe de ser alcanzar la mejor versión de uno mismo. Pero para ello se necesita una «programación». Nada es fruto de la casualidad. Todo aspirante a futbolista «está influenciado por el talento, la genética, los hábitos, las relaciones, la familia, amistades, instalaciones, oportunidades, lesiones...», explica José Luis Soberón, impulsor de un proyecto que lleva el nombre de 'Desarrollo del jugador inteligente' y que ha comenzado a ver la luz en el Marina Sport (Soto de la Marina). «Queremos reunir los recursos y las herramientas necesarias para fomentar el desarrollo de todas las cualidades de los chavales desde la base, para que se interiorice», añade.
Soberón ha sido el interruptor de esta iniciativa que ha encontrado el apoyo del presidente, Alfredo Martínez, y el director deportivo, Fermín Collazo, y cuya intención es la de echar a rodar la temporada 2023-2024. «Queremos crear valor. A través de la pedagogía reforzar los aspectos futbolísticos y personales de los chavales y hacerlo atractivo para que entrenar en el Marina sea un plus, un valor añadido», explica el 'presi', quien añade que «la intención es ofrecer un trabajo de tecnificación que sea referencia en Cantabria·.
Cuando en la televisión Benzema ejecuta con perfección un movimiento en el área o Messi dribla a dos rivales es tan solo la punta del iceberg. Lo que se ve. Sin embargo, para que el francés y el argentino sean capaces de hacerlo «hay detrás un proceso de aprendizaje, de planificación y de mucha paciencia», señala Soberón.
Este proyecto nace de una reflexión: ¿Hacia dónde va el fútbol? Cada vez el camino es más específico, más profesional y el futuro obliga a crear una metodología. Nadie llega a ningún sitio si no sabe a dónde va. «Hay que ir a la esencia del aprendizaje. Para ello hay que formar a los entrenadores, planificar dónde estamos y dónde queremos estar», explica uno de los responsables de este proyecto.
El manual de 'El desarrollo del jugador inteligente' está indicado para las etapas que van desde los cuatro y cinco años de la Escuela, hasta los catorce, el primer año cadete, que «puede ser el momento de transición entre el trabajo formativo y la fase competitiva». El Marina Sport será pionero en Cantabria el curso que viene en una metodología –cada una con sus recursos y peculiaridades– que ya se utiliza en el Atlético de Madrid, Athletic de Bilbao, Racing, Barcelona y prácticamente todos los grandes clubes. El objetivo no es solo ganar. Se trata de lograr la mejor versión de cada uno para que cuando acceda a la categoría juvenil, lo haga en su plenitud de cualidades. Para ello, el Marina Sport en este entramado otorga una gran importancia al perfil de los entrenadores.El técnico que busca títulos, que quiere progresar muy rápido y tan solo se fija en su camino no encaja. «Tenemos la convicción de que con todo ello creamos valor. Y esto necesita paciencia», insiste Soberón, quien añade que «el club que no haga esto, que no se empeñe en rodear al chaval de las mejores herramientas tiene poco futuro. Yo, como padre, me gustaría que el club donde esté mi hijo le ponga al alcance todo esto».
«Queremos formar jugadores, que se sientan orgullosos de jugar en el Marina Sport y que los niños y los padres elijan el Marina Sport por todo lo que les ofrecemos y hacemos», asegura Fermín Collazo, que después de muchos años coordinando la base de este club coincide en que «hay que ir más allá, ofrecer una tecnificación que antes era algo extra y ahora ha de formar parte de esta metodología».
Hacerlo de un modo atractivo, apostar por adelantarse ya que en estas edades tempranas es cuando mejor adquieren los conocimientos. Buscar sesiones en las que se incida en la corrección, progresión, continuidad y en la posterior transferencia al juego real. Todo esto es lo que pretende esta andadura que ya está en marcha y que busca también que sea bien recibida entre los padres de los futuros candidatos a futbolistas. «Ellos han de sentirse atraídos. Queremos crear talento y retener talento. Si ofreces un entorno bueno el chaval siempre va a tener ese sentimiento de pertenencia y no va a querer marcharse».
¿Cómo se consigue esa mejor versión de un jugador? La respuesta que da este plan es la de preparar a los jugadores de un «modo integral». Que todos los aspirantes reciban la misma filosofía y busquen objetivos similares.
Ser futbolista responde fundamentalmente a dos sistemas, uno basado en la intuición y otro en la razón. En el primero intervienes aspectos como la rápida toma de decisiones, las herramientas automáticas, emocionales, el subconsciente. En cambio en el segundo cobra importancia aquello que es lógico, calculado, lento y que genera decisiones en base a observar y controlar. Todo ello en colectivo mejora las prestaciones de un futuro aspirante a futbolista.
La pedagogía de esta iniciativa que el Marina Sport pone en marcha se preocupa de que en cada etapa se puedan desarrollar estas aptitudes de la mejor manera posible. «La forma en la que jugamos ha sido entrenada durante años, por lo que se vuelve natural. Conoces los principios del equipo, sabes lo que se espera en los partidos». La frase es de Jordan Hendersson, jugador profesional del Liverpool y de la selección inglesa, y expresa parte de la esencia de esta idea que surge de la reflexión y de las ganas de mejorar en el Marina Sport. Los futbolistas profesionales son el mejor ejemplo, porque ellos han vivido en primera persona lo que fue importante y clave en su desarrollo. «El fútbol siempre ha sido cerebral. Lo más importante es pensar rápido», decía Thiago Alcantara, internacional español y jugador del Liverpool. Y a esto último se le concede también mucho protagonismo en esta andadura que el club de Soto de la Marina pretende instaurar.
Escuela Los chavales tienen entre cuatro y cinco años. Son una esponja de conocimientos
Prebenjamines Entre seis y siete años. Adquieren con facilidad los aprendizajes.
Benjamines Entre ocho y nueve años. Aprendizaje atractivo y fácil de interiorizar.
Alevines Entre nueve y doce años. Hacen suyos conceptos claros de un modo natural.
Infantiles De doce a trece años. El chaval ve como algo necesario el aprendizaje uniforme.
Primer año cadete Es un año de transición. Se mezclan las etapas formativas y competitivas.
Buscar la mejor solución, no precipitarse, adaptarse... Todos estos conceptos bien ensañados, con una metodología a la carta y uniforme para toda la entidad y canalizada por unos entrenadores que reúnan ese perfil pedagógico especial son algunas de las piedras filosofales del proyecto.
El Marina Sport pasa por un momento de cambio. El club, fuertemente arraigado en el fútbol cántabro, quiere crecer y la mejor manera que entienden sus dirigentes de hacerlo es a través de crear valor en sus pupilos. El fútbol es competición, pero en las edades más prematuras puede convertirse en una clase magistral de formación de valores, no solo futbolísticos si no también personales:compromiso, respeto, educación, pertenencia, comunicación... Se trata de algo similar al trabajo de un escultor que toma la piedra y le va eliminando las impurezas hasta crear una pieza. Se trata de pulir. «Cuando ves que un entrenador vocifera sin criterio. Cuando ves que en la grada se chilla a los chavales sin sentido. Cuando ves a jugadores que de mayores no tienen los conceptos bien interiorizados te das cuenta de que no se han hecho las cosas bien», matiza Soberón.
La búsqueda del jugador inteligente ya es una realidad. El Marina Sport está en plena remodelación de las instalaciones, se modificarán las redes sociales para poder dar a conocer cómo se trabaja, se ha realizado una importante compra de material y la intención es ir a más.
La temporada actual ya está entrando en el último tramo, momento en el que comienza a gestarse la siguiente. Es ahora cuando se organizan las plantillas, cuando se toman las decisiones y se decide en qué club se formará el pequeño. Es ahora cuando las familias buscan lo mejor y es ahora cuando el Marina Sport quiere ser un referente.
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Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
José A. González y Álex Sánchez
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