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Sergio Canales, bético hasta 2026.
Canales encuentra su lugar
Fútbol

Canales encuentra su lugar

El anuncio del pasado miércoles de la renovación del cántabro hasta 2026 pone de manifiesto su adaptación a Sevilla y al Betis y su deseo de seguir indefinidamente en el club que le devolvió la ilusión por jugar al fútbol

Aser Falagán

Santander

Miércoles, 15 de diciembre 2021, 19:46

La historia de Sergio Canales se pinta en verde y en blanco y de norte a sur. De verdiblanco racinguista. De los colores béticos. Ha necesitado tiempo; mucho tiempo, pero al fin ha encontrado su lugar en el fútbol. Su segunda casa, porque el Racing siempre lo será. El gran futbolista que con 18 años asombraba a LaLiga en el Racing inmediatamente anterior a un saqueo que ya había comenzado ha tenido que superar muchos problemas. Un pase quizá prematuro a un Real Madrid que en aquella época no se adaptaba a su fútbol y que además fichó a Ozil. Un entrenador que no le dio confianza.Y, sobre todo, las lesiones; una tras otra. Porque cuando marchó a Valencia para retomar impulso en su carrera su rodilla se quebró. Como cuando se vistió de realista para probar una nueva reinvención. Tres roturas de ligamento de las rodillas, en plural, porque fueron una y dos, supusieron un lastre difícil que lo retrasó todo: la internacionalidad, la construcción de un equipo en torno a él. Todo excepto la eclosión, aquella muy madrugadora y en los Campos de Sport.

La llegada de Quique Setién al Betis abrió una época que aún dura; la que le puede llevar a hacer historia en Heliópolis después de que el miércoles se anunciara su renovación hasta 2026. El Flaco apostó por el Niño, que ya no lo era, y por fin aquel chico rubio que maravillaba en Santander se reencontró con su fútbol, pero ya en su versión de futbolista curtido. El concepto de fútbol de Setién le beneficiaba y le catapultó a la Roja, aunque en su proceso de renovación Luis Enrique le ha dejado por el camino por el pecado de vivir su mejor fútbol al borde de la treintena, cuando sus rodillas le han dado al fin continuidad.

«Mil millones de años que me quedaría aquí. Bético para siempre», decía tras renovar. «Mil millones de gracias. Estoy donde quiero estar. Feliz». No piensa en otros equipos. Quizá, si acaso, el racinguismo tiene la esperanza de que quiera terminar donde empezó; en aquel club en que se fraguó y en cuya campaña de compra de acciones tras la Era Okupa participó activamente. Cuando cumpla su contrato tendrá 35 años y el Racing aspira a haber regresado a Primera en ese horizonte. El problema, que el horizonte lleva casi una década alejándose en medio de una crisis que no termina de superar.

Renovar por tres años más es una declaración de principios. Más si se trata de un futbolista camino de los 31 años. Más aún si se pone una cláusula de mil millones de euros que más que economía es retórica; un modo de decir que no se moverá de su casa del sur. Una declaración de principios por ambas partes. Futbolista y club, porque ni siquiera era necesario hacerlo con tanta previsión. Tenía contrato hasta el 30 de junio de 2023.

En palabras del cántabro, que no quiere más mudanzas, al menos a medio plazo: «No es importante la cifra de mi cláusula, ni el número, si pudiese me quedaría mil millones de años en el Betis. Es algo que tenemos claro, era por poner algo, no hay problema de dinero. Donde te sientes feliz y te hacen sentir bien no necesitas otra cosa».

Habla en plural porque se refiere a su familia; a sus hijos y su mujer, la que le acompañó en la época oscura, aquella en la que a una lesión le seguía otra con una precisión casi de cirujano para pararle en seco justo cuando volvía a disfrutar del fútbol.

Ahora podrá seguir disfrutando de un fútbol, el de Pellegrini, que le ha hecho brillar, como antes Setién. Dos entrenadores que han hecho al Betis jugar de otro modo que gusta mucho a los hispalenses y que pueden, deben, dejar poso. A él y a sus compañeros, porque su imaginación y asistencias han hecho de Juanmi, ese futbolista que pasó por el Racing en Segunda sin ningún protagonismo, dejando una enorme sensación de vacío, el segundo máximo goleador de Primera.

Si no se interrumpe prematuramente, cuando concluya su contrato con el Betis, Sergio Canales tendrá 35 años y medio. Tendrá entonces tiempo de hacer balance y decidir lo que hace con su carrera. Por el momento disfruta de un Betis que vive un buen momento; una buena época. Y un Betis que juega, entre otros motivos, porque ese chico de Santander que deslumbró en 2011 se ha hecho mayor, que no viejo. Lástima que no le pudieran disfrutar más los Campos de Sport, ni que se hayan dado las circunstancias adecuadas para su regreso. Pero el futuro nunca está escrito.

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