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El de ayer fue un día de sensaciones encontradas en dos puntos de Cantabria. Alegría en uno y decepción en otro. Y siempre con la ... moderación que el ya monotemático covid-19 impone en casi todos los órdenes de la vida. En Laredo era un día de sonrisas. De orgullo por su Charles. Y de esperanzas. De empezar a soñar, eso que aún no ha conseguido impedir el coronavirus. El particular cuento de la lechera sobre la primera temporada de los pejinos en Segunda B en tres décadas. Mientras, en Torrelavega rumian en silencio y con buen espíritu deportivo la derrota. Aunque cuesta. La Gimnástica siempre tiene la categoría de bronce en mente. Estar en Tercera y no subir siempre se considera una decepción.
En la costa esmeralda había esa bendita resaca de un día de cansancio -por intenso- pero que culminó de la mejor manera posible. «Fue un día complicado. Los dos equipos nos jugábamos mucho. Lo que se espera de una final». José Miguel San Román, el presidente del Laredo, resumía en pocas palabras ese sábado de locura en el Fernando Astobiza de Sarón. Solo por insistencia, el Charles era merecedor del premio del ascenso. «Era la novena edición consecutiva en la que participábamos en el play off», señala el máximo mandatario de los rojillos. Aunque el ascenso nunca es la máxima prioridad para los laredanos. «Cuando empieza la temporada, el reto siempre es estar entre los cuatro primeros para disputar la fase de ascenso. Pero sabemos que conseguir ese premio es muy complicado. En esta campaña, era algo más fácil. Y lo hemos conseguido. Es el premio al trabajo de nuestro entrenador y director deportivo». Pero así hay que considerarlo, como un premio. «El Club Deportivo Laredo tiene el potencial económico y deportivo que tiene. Nuestro objetivo es llegar al play off, pero si no se asciende, no hay ningún problema. El ascenso no es una obsesión», añade San Román.
Con esta extrañísima temporada recién terminada, en el Laredo se van a permitir algún día que otro para festejar el logro. Aún no han tenido tiempo en pensar en lo que se les avecina. Aunque al presidente tampoco le quita demasiado el sueño. La filosofía de los pejinos está tan clara que el proyecto de club no variará mucho dependiendo de la categoría en la que juegue. «Cambiarán muy pocas cosas. Nosotros tenemos una filosofía de trabajo y de hacer las cosas», añade el presidente del club. La junta directiva que encabeza San Román llegó en la anterior temporada y el director deportivo, Manu Valle, «tenía muy claro el proyecto. Consiste en contar con gente joven que, por sus trabajos, pueda tener disponibilidad para entrenar de la forma más profesional posible. Y a la vez, que tenga hambre por mejorar en el fútbol. En la anterior temporada poco pudimos desarrollarlo, pero en esta sí». La labor ha dado sus frutos con ese ascenso perseguido, siempre sin obsesiones, a lo largo de la última década.
Esa línea de trabajo será la que perdure el próximo curso en Segunda División B. «Estar en esa categoría no puede desorientarnos de lo que somos», añade un San Román a la que la nueva categoría no le hará perder la cabeza ni tirar la casa por la ventana. «Claro que habrá algún cambio en la plantilla. Pero esperamos que sean los mínimos. Y que lo que venga, nos aporte». Sin la más remota idea de un presupuesto para la División de Bronce -«aunque no será mucho mayor que el actual»-, en el Charles se encomendarán «a la labor de los ojeadores, de gente que conozca el mercado para traer esos jugadores jóvenes», comenta San Román. «Claro que es más fácil sacar la chequera, pero nosotros no podemos hacerlo».
Pocas horas después de su gesta, en Laredo prefieren tomarse «unos días» para disfrutarlo. Para reunirse, siempre con la prudencia obligada en estos tiempos, y celebrarlo. Pero José Miguel San Román no se resiste a soñar con la siguiente temporada. Y ese sueño transmite humildad y coherencia por los cuatro costados. «A mí lo que me gustaría es transmitir nuestra alegría a todo el pueblo y la comarca de Laredo. Porque lo del sábado era un sueño que llevábamos mucho tiempo esperando. En la próxima temporada, aspiramos a pasar con toda normalidad por la Segunda B. Y a quedarnos en ella. Somos un club humilde y para ello aportaremos trabajo y mucho sacrificio».
La cruz de lo que ocurrió el sábado estaba ayer en Torrelavega. La decepción porque su Gimnástica repetirá en la Tercera División cántabra. «Es una pena. Pero esto es deporte». Tomás Bustamante, el presidente de los blanquiazules, encaja con deportividad la derrota ante los pejinos, pero el mandatario de la Gimnástica no oculta que el ascenso de categoría «siempre está entre ceja y ceja en el club. La Gimnástica es un equipo que, por su historia, debe estar en la Segunda División B. Las circunstancias han hecho que el tema económico nos haya estado penalizando durante muchos años. Pero el club es cada vez más estable económicamente». Los de Mies de Vega empezaron «mal» la temporada y cuando recuperaban sensaciones, «vino el parón por el covid-19. Y al final, este play off atípico, sin posibilidad de jugar amistosos... Además, la baja de Salas nos ha penalizado». En el partido del sábado, Bustamante tenía claro que «el que primero marcase, se llevaba la eliminatoria. Tuvimos dos oportunidades para empatar, pero...».
En la capital del Besaya no quieren lamentarse ni un minuto más de lo necesario. «A levantarse y a hacer un nuevo proyecto», añade Bustamante. Porque, «si nada se tuerce», lo previsto para la próxima temporada «es que los dos primeros clasificados de la Tercera División suban directamente de categoría». Nada de un play off fratricida como el de esta campaña atípica o el usual de otros años ante conjuntos de otras regiones. Así, con un objetivo menos engorroso a priori que en otros cursos, en la Gimnástica se han marcado «el objetivo del ascenso, sí o sí, en esta próxima temporada».
El bejarano Mateo García, que llegó en enero para hacerse cargo del banquillo blanquiazul, será el que dirija a esa Gimnástica en busca del tan ansiado ascenso. El técnico ya renovó antes de este play off exprés. «Lo decidimos durante el confinamiento», destaca Tomás Bustamante. Los otros 16 equipos de Tercera que no han participado en el play off llevan ya varios meses planificando el siguiente curso, así que llevan ventaja en cuanto a lo de sondear el mercado. Por eso, en la Gimnástica no quieren perder ni un segundo. «A partir de mañana -por hoy-, a trabajar. Hay que moverse rápido para volver a ilusionar a la gente».
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