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Con el San Lorenzo disfrutando de un gran ambiente en las gradas, en un partido sin goles, comenzó para el Charles la segunda fase de la competición. El Laredo arrancó sumando un punto ante un equipo como el Ebro, que es un aspirante al ... ascenso. Una vez más, los de la capital de la Costa Esmeralda quisieron rebelarse contra todo eso y demostrar de lo que son capaces.
Laredo
Rafa, Rasines, Goñi, Guipu, Álex Pérez, Felipe, David Sanz (Faouzi m.69), Álvaro (Altadill m.80), Iván Argos, Vinatea (Juancar m.69), Siafa
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Ebro
Loscos, Palomares (Charlez m.80), Manel, José Antonio, Xiker, Carlos López (José Ramón m.63), Parejo, Carri (Fran m.63), Quesada (Tornero m.89), Sánchez (Jairo m.80), Juan Gutiérrez
Árbitro. Martínez Martínez (c. riojano). Amonestó al local Goñi. Por parte visitante a Palomares
Incidencias. Campo de San Lorenzo.
Manu Calleja incluyó cuatro novedades en todas las líneas para medirse a los aragoneses respecto al último encuentro de la Liga regular frente al Leioa. Se quedaron fuera Toboso, por sanción; Manu Ortiz, por lesión; Riky, por el positivo en covid de una persona de su entorno; mientras que Rafa participó en el equipo titular por decisión técnica. Sorprendía el técnico pejino sacando prácticamente todo su arsenal de inicio, con una ofensiva formada por Álvaro, Iván Argos, Vinatea y Siafa en una clara apuesta de ir a por el encuentro de inicio. Y no fue una apuesta sólo de cara a la galería sino que realmente el Charles saltó al césped a por el rival, un equipo como el Ebro que en lo compases iniciales se refugió en su campo, tratando de capear el temporal y encontrar alguna acción a la contra.
El duelo que abría la segunda fase ponía en liza a dos proyectos muy diferentes en su construcción y objetivos pero que gracias al gran trabajo de la modesta pero ambiciosa plantilla rojilla se han juntado de igual a igual. Los locales sin presión, los arlequinados como favoritos por presupuesto y plantilla para alcanzar una de las dos primeras plazas.
Los dos equipos se respetaron mucho desde el inicio, conscientes de la importancia de empezar con buen pie en esta segunda fase y que cada punto es oro. Ninguno quería cometer errores que pudieran costarles muy caro.
Como sucede cuando el conjunto pejino juega en el San Lorenzo salió a presionar alto, a mandar ante un rival con mucha calidad pero nada acostumbrado a jugar en hierba natural. Álvaro y Álex Pérez por la izquierda fueron los primeros referentes en la búsqueda de centros laterales. Las primeras llegadas con algo de peligro fueron para los visitantes, pero cada pérdida blanquiazul, con Siafa como referencia, el Charles daba sensación de peligro en el San Lorenzo.
Lo intentó Vinatea tras un centro de Siafa, pero el pejino no pudo a llegar a conectar el remate. La intensidad estaba siendo la nota predominante, al igual que el desgaste. Con el paso de los minutos los de Manolo Sanlúcar lograron su propósito y dominaron, mientras que los de Calleja trataban de templar el juego ante las embestidas visitantes y la garra mostrada por los maños, que estaban dando una buena imagen.
Lo bueno para los locales fue que el goleador Carri apenas entraba en juego y tenía que bajar mucho a la medular para sentirse en el partido. En el 28 enganchó, escorado a la derecha, una media volea muy desviada.
No obstante, el objetivo del Charles se fue cumpliendo y las revoluciones en el juego pejino fueron reduciéndose con el paso de los minutos, y aunque el Laredo mantenía la posesión no era en zona de peligro. Con el partido más encendido se alcanzó el último cuarto de hora de la primera parte, y a partir de ahí los equipos se intercambiaron golpes hasta los rojillos tuvieron una ocasión a balón parado, un córner que botó David Sanz y que Álvaro remató fuera.
La primera parte entraba en su recta final y los visitantes estaban con una marcha más, y tuvieron más cerca la opción de inclinar la balanza a su favor con una ocasión de Sánchez que no obtuvo fruto. Entre aplausos, y con un provisional empate a cero, el equipo rojillo enfiló los vestuarios.
Sin cambios se reinició el encuentro en el que esta vez el primero en mostrar la garra fue el Charles tras un córner botado por Vinatea que cabeceó Guipu por encima del larguero. De nuevo la intensidad se hizo protagonista y el partido se convirtió en un correcalles, con dominio dividido y dos equipos a los que les empezaban a entrar las prisas.
Era casi imposible romper ese muro defensivo, pero los rojillos encontraron un hueco en el 92 para sacar una falta Peredo y Siafa rematase alto, en la que fue la más clara ocasión para el Charles. Ahí moría el duelo.
Un reparto de puntos que deja a las claras que la mejor versión del Laredo ha vuelto y aunque no se lograron los tres puntos, las sensaciones son las de un equipo pejino que, mermado de efectivos, sigue siendo capaz de competir ante cualquiera.
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