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Hay una ley no escrita en el fútbol que dice que el que perdona acaba pagándolo. Y esto es lo que sucedió en el encuentro ... de este sábado. El Laredo puso las ocasiones mientras que el gol cayó del lado del Náxara (0-1). Es cierto que este sábado los jugadores pejinos no cuajaron su mejor partido, pero lo cierto es que sí crearon situaciones de peligro más que suficientes para haberse llevado el encuentro. Eso sí, sin fortuna, y claro, en el fútbol mandan los goles.
A lo largo de toda la primera mitad el conjunto rojillo llevó la iniciativa en el juego, disfrutando de más posesión de balón y acercándose en más oportunidades y con mayor peligro al área riojana. Tal vez el resultado hubiese sido otro si en el minuto 20 Fermín no hubiese realizado la parada de la tarde a remate de cabeza de Carral, tras un saque de esquina.
O si en el minuto 38 un lanzamiento de Nico Santos no lo hubiera sacado bajo palos Eloy, entre otro rosario de ocasiones. En cambio, sí encontró las redes de la portería pejina el remate de Eloy, que en el 40 puso por delante a su equipo.
LAREDO
0
-
1
NÁXARA
Laredo David Puras, Rasines, Jesús Puras, Goñi, Borja Ares, Carral, David Sanz (Parro m.81), Nico Santos, Iván Argos (Iago Beceiro m.45), Vinatea (Keita m.45), Ibarrondo (Diego Marta m.72)
Náxara Fermín, Quirino (Javi Martínez m.81), Eloy, Nika, Miguel, Sergio Tamayo, Murias, Rojo, Raúl (Mario m.72), Joseba, Maiso (Navajas m.72)
Gol. 0-1 m.40 Eloy
Árbitro Muñarriz Mateos (C. Navarro). Amonestó a los locales David Sanz, Goñi, Diego Marta y Jesús Puras. Por parte visitante a Maiso, Tamayo y Rojo.
La segunda mitad fue un monólogo de Charles, que volvió a disponer de numerosas ocasiones para dar la vuelta al resultado. Las más claras fueron para Carral y Nico Santos. La primera con un lanzamiento que se marchó rozando el larguero y en la segunda, respondió el meta visitante con una excelente intervención. Además, a Nico Santos le volvieron a sacar un remate debajo de los palos, esta vez, Javi Martínez.
Entonces Chiri puso todo lo que tenía sobre el césped y los pejinos siguieron encontrándose con su debilidad de cara al gol al final de cada jugada. Unas veces por mala puntería y otras a causa de las buenas intervenciones del meta Fermín. El caso es que el Charles no cosechó premio a su trabajo y pagó caros sus errores.
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