Las entradas de la ilusión

Prueba de ello ha sido el primer día de venta de entradas en Sarón, que empezó este lunes por la mañana a partir de las once hasta la una del mediodía y que prosiguió desde las cinco de la tarde, hora que estaba fijada para abrirse las taquillas. Pero desde más de media hora antes varios seguidores ya esperaban dispuestos a conseguir su entrada, lo que llevó que la venta se adelantase unos minutos.

Fueron 562 las que se vendieron en los Campos de Sport de El Sardinero y 588 en el Fernando Astobiza en el primer día de venta, para totalizar esas 1.150. Hoy proseguirá la comercialización a partir de las diez de la mañana en los Campos de Sport y desde las once en el Fernando Astobiza.

La locura que se intuía por las entradas desde el mismo momento en el que el azar emparejó al Cayón con el Athletic se hizo efectiva este lunes. «He tenido que esperar una media hora para poder tener mi entrada», decía un socio del conjunto aurinegro, visiblemente feliz. Cada abonado, tiene derecho a una entrada, previa presentación del carné de esta temporada.

«Soy del Athletic, pero prefiero que gane el Cayón», decía el seguidor del conjunto de Sarón Luis Gandarillas, con sus tres entradas en el bolsillo. Una de ellas, decía especialmente ilusionado, para su nieto. «Va a ganar el Cayón 1-0 con gol de Marcos», apuntaba otro aficionado desde la cola. Aunque había algunos que veían los precios altos, el sentir general en la cola era de calificarlos como «normales», a la vez que aplaudían el sistema de venta implementado por el club.

Si le hubiesen entrevistado para uno de esos reportajes sobre la venta de Lotería de Navidad en esa administración madrileña de Doña Manolita, hubiese dado el pego. Nuria González, que venía desde Vioño acompañada de sus hijos, Nagore y Markel, se pasó casi media hora haciendo cola. Pero ella no buscaba un décimo con el que jugar ese 22 de diciembre. Nuria hacía cola para tener un pedacito de historia entre las manos. Su espera tuvo premio y podrá conservar para siempre las once entradas que adquirió para el partido que el Cayón jugará ante todo un club de Primera División. Para otro socio del conjunto aurinegro, Miguel Ángel Diego, que se hizo con las entradas para toda la familia y que piensa «eliminar al equipo vasco», esos trozos de papel «casi valen más que los décimos de lotería por los que a veces hay que hacer tanta espera en Madrid», dice.

Cristina Lavín, madre de un jugador del equipo cadete del Cayón, estaba en la cola con un rosario de socios del club que se pasaba por las instalaciones del Fernando Astobiza para recoger sus entradas para el duelo ante los rojiblancos. «Si no vengo a sacar las entradas hoy el hijo y los amigos me matan», indica. Francisco Setién, exjugador del club y ahora socio, no estuvo tanto tiempo haciendo cola como Cristina, pero se pasó «20 minutos o así». El encuentro ante todo un equipo de Primera supone «mucho orgullo» para todos los vecinos del Valle de Cayón. Francisco, además de llevar su entrada, también lo hizo para tres amigos y dos nietos. Incluso se atrevió a pronosticar el resultado: «Vamos a ganar 2-0». El socio número 113, Ignacio Cobo, también se mostraba optimista. «Esperemos dar la sorpresa. A ver si tenemos suerte y conseguimos ganar».

Nuria Sainz, madre, y su hijo Pablo Bedia, fueron otros de los socios que se pasaron por el Fernando Astobiza para recoger sus entradas. Y al unísono dijeron que «esperamos que gane el Cayón». Más allá de aventurar el resultado, lo único que desean a los jugadores del Cayón es «que disfruten. Que los chavales se lo pasen bien, que se lo merecen. Y que hagan lo que les diga el entrenador. Nos dan mucha envidia a todos». Tras un cuarto de hora de cola, ambos ya tenían asiento reservado para el partido más importante de la historia del Cayón.

En el Fernando Astobiza también había gente con el corazón dividido por esta ronda de la Copa del Rey. Porque Andrea Ramírez Gómez, que venía acompañada de su madre, era la encargada de hacerse con las entradas para entregárselas a sus amigos del Athletic. «He venido a sacar 35 entradas, para mis amigos de Bilbao». Llevaba media hora de cola y aún no sabía cuándo podría tener las entradas en su poder. «Pero prisa no tengo y tarde no es», relataba con buen humor. José Antonio Obregón, ex presidente del Cayón, relataba que «vengo a sacar las de toda la familia, son diez». Además rezumaba optimismo sobre el partido de dentro de diez días. «¡Claro que pasamos la eliminatoria!». El Cayón se ha ganado el cariño de muchos en los últimos tiempos. Y aún falta el día más bonito, el del partido de Copa.