El Velarde termina su fiesta con una digna derrota

Mucha ilusión, gran ambiente y los 22 jugadores sobre un tapete en perfecto estado fueron los ingredientes principales de un menú que recordaba a las gloriosas tardes vividas antaño en La Maruca. El público se rindió a los rojillos y pronto se pudo escuchar a voz en grito el 'Velarde, Velarde', símbolo de que el respetable estaba disfrutando con el espectáculo de la Copa.

Tal como estaba previsto, el conjunto de Muriedas partió con un once muy semejante al de los partidos de Liga, con Ndiogou como referencia en ataque y mucha movilidad de sus jugadores. En-Nesyri dejaba muestras de calidad a los dos minutos de encuentro al irse de dos rivales del conjunto de Camargo, pero el remate del centrocampista sevillano se marchó alto. El control del juego lo llevaban los de Sampaoli, que probaban suerte de vez en cuando desde fuera del área merced a alguna llegada de importancia, como la que tuvo Jordán en el minuto 10 con un disparo sin muchas complicaciones desde la frontal del área que atajó Manrique. El partido alcanzaba los primeros veinte minutos y el marcador seguía sin moverse. El Sevilla comenzaba a complicarse, pues Ndiogou llegó a tener un cara a cara con el meta rival que hizo que Dimitrovic tuviera que despejar el balón fuera con mucha dificultad. Los de Muriedas estaban presentando batalla, aunque el cuadro de Camargo se encontraba encerrado atrás.

La ocasión más clara de la primera media hora llegó tras una espectacular internada de Suso, que le puso un balón a Rakitic que el centrocampista empaló yéndose el balón rozando la escuadra de la meta defendida por Manrique. El mismo En-Nesyri, que estaba siendo un auténtico revulsivo, tuvo otras ocasiones posteriores. También Jordan pudo adelantar a los de Sampaoli tras un centro de Suso, pero de nuevo Manrique detuvo el disparo del delantero sevillano, que tuvo que volver a intervenir en un lanzamiento cruzado de Suso desviando el balón, dando un nuevo aviso casi a los 25 minutos. Poco después llegó una de las acciones claves del encuentro. Un centro de Oliver Torres, lo cabeceó Nianzou, libre de marca, y batió a Manrique, haciendo el 0-1.

Enseguida la afición intentó que los rojillos reaccionaran al grito de '¡sí se puede!', pero a los hombres de Carlos Cruz les era completamente imposible llegar ante la meta de Dimitrovic pese a todas las buenas intenciones. El Sevilla protagonizó un monólogo de la primera mitad y pudo ampliar la diferencia en el marcador por medio de Isco, pero de nuevo Manrique fue salvador al desviar con el pie el remate del centrocampista. Sin añadir ni un solo segundo, Muñiz Ruiz decretaba el final de los primeros 45 minutos.

La segunda parte comenzó por los mismos derroteros. El Sevilla acaparó balón y el Velarde intentó de nuevo defenderse ante las acometidas de los hombres de Sampaoli, lo que les obligó, como en la primera mitad a esperar en campo propio para salir a la contra, si era posible. Una derrota por la mínima ante el equipo de Nervión era un buen resultado y el plan estaba más que justificado, principalmente porque el ritmo de los de Camargo en el primer acto era insostenible durante todo el encuentro. En-Nesyri tuvo una clara ocasión de cabeza, pero Sergio sacó bajo palos cuando el balón llevaba marchamo de gol.

Los cambios dieron un poco más de juego a los sevillanos. Eso hizo que los de Sampaoli, por medio de Rafa Mir, dispusieran de una nueva oportunidad con un disparo desde la frontal que atrapaba Manrique tras una buena estirada. Los andaluces incrementaron la intensidad y la presión sobre los de Carlos Cruz. El técnico de Solares también decidía refrescar al equipo y daba entrada a Incera y Beni por Joako y Ndiogou.

La afición no dejaba de animar a los suyos porque veía cómo el Velarde ya no sufría tanto como en la primera mitad. El partido alcanzaba el minuto 65 y los del Nervión no llegaban con tanta claridad, todo lo contrario que el conjunto de Muriedas, que con fe y mucho pundonor estaba haciendo el partido de la temporada. Robos de balón, presión, cortes providenciales, juego combinativo… Todo les estaba saliendo a los hombres de Carlos Cruz. Solo faltaba el gol. Las llegadas del Sevilla eran en jugadas a balón parado, como un lanzamiento de Isco que lo repelió la barrera o un remate de Oliver Torres del vértice del área tras un saque de esquina botado por Suso, que lo volvió a intentar con un lanzamiento de falta desde el borde del área que se estrelló en la barrera del Velarde.

A pesar de los lanzamientos del Sevilla, el partido hubiera cambiado, en todo caso, y el equipo de Muriedas intentaba acercarse ante la meta de Dimitrovic, pero sin mucha claridad. El dominio sevillista, pasada la hora de encuentro, no era ya tan claro como en el arranque de la segunda mitad y el conjunto de Muriedas buscaba cazar un balón para sorprender al rival. Pudo ser el del minuto 61, pero faltó claridad y decisión en los últimos metros. Tan solo Jaime llevó el 'uy' a la afición de los locales con un lanzamiento cruzado que se marchó alto.

A falta de un minuto para la conclusión del partido, un centro de Navas desde la banda izquierda la remató Rafa Mir desde el interior del área subiendo el 0-2 definitivo en el marcador. El choque se fue consumiendo y concluyó la aventura copera del Velarde, que desde ya tiene que centrarse en su próximo choque liguero ante el Santillana en esa lucha por el ascenso a Tercera RFEF. El resultado era negativo, sí, pero tampoco importaba demasiado. La Maruca y el Velarde vivieron su fiesta del fútbol y la visita sevillista dejará, entre la taquilla y los ingresos federativos, una buena caja.