«En Corea el confinamiento se hizo por ciudades»

A mediados de febrero, Eli del Estal cambió los aires de Barcelona, donde jugaba con el Espanyol -colista de la Liga Iberdrola- por Corea. El club perico y la santanderina llegaron a un acuerdo para la rescisión del contrato de la delantera y Del Estal sacó el pasaporte, hizo la maleta y cogió un avión a Seúl para jugar en el Hyundai Steel Red Angels, actual campeón de la KWFL coreana. Su llegada coincidió con el brote del coronavirus. «Ya había empezado, pero con pocos casos en el país. Mi segunda semana coincidió con el 'boom', con muchos infectados en una iglesia y entonces se paró todo quince días». La situación era novedosa en todos los ámbitos: idioma, cultura, ciudad, país... Aún así, se sintió «muy respaldada» por el club coreano, que «me ayudó muchísimo para hacerme sentir a gusto, incluso en esas circunstancias», comenta la atacante.

La cuarentena en Corea se planeó con varias diferencias a la que posteriormente se aplicó en España. En el país asiático «se tomaron medidas desde el principio prácticamente y el confinamiento se hizo por ciudades, a diferencia de en España, que fue a nivel nacional. Aquí las ciudades que fueron consideradas foco de infección -con unos cien infectados más o menos- se cerraron al empezar la pandemia y todo se controló mucho. Ahora la vuelta a la normalidad se está haciendo en función al mismo criterio. En mi ciudad prácticamente no hemos tenido ni que hacer cuarentena y, además, los ciudadanos ayudan mucho a que la situación mejore y respetan rigurosamente la normativa que pone el Gobierno». En su caso, no vive en Seúl. «Estoy en un pueblo más pequeño, a unos 30 kilómetros, que está cerca de Incheon, donde se encuentra el aeropuerto internacional».

Poco a poco se va retornando a la situación previa a la pandemia: «La evolución es progresiva y los ciudadanos son muy cautos. Aún no vivimos en completa normalidad, a pesar de que en nuestra ciudad solo se ha reportado un caso en este tiempo y, de momento, todos los lugares públicos que puedan ocasionar una aglomeración de personas siguen cerrados», cuenta la santanderina, «pero hay ciudades que siguen con medidas más restrictivas seguramente».

De momento, su rutina deportiva de pretemporada con el Hyundai Steel Red Angels se mantiene solo con algunas adaptaciones. «Durante los 15 días que el gobierno puso cuarentena para todo el país sí nos afectó. Apenas entrenamos en grupo esos días, pero sí de forma individual en el campo, con el preparador físico, por turnos», explica. Una vez levantado ese confinamiento más estricto, los protocolos «no varían mucho con los que se están siguiendo en España. La diferencia es que aquí la gente ya tomaba muchas medidas de higiene y cuidado personal antes de que todo pasara. En Asia el uso de mascarillas antes del Covid 19 ya era habitual, no para evitar contagiarte, sino para evitar pegarle a los demás lo que tengas», añade Eli.

Su día a día es el habitual para un deportista profesional que afronta en unas semanas el inicio de la competición que está a la espera de fecha de arranque. «Hacemos dos sesiones (mínimo) al día. Estamos en pretemporada y no se sabe cuándo empezará la Liga porque dependemos de la progresión del virus. Los fines de semana tenemos más tiempo libre y aprovechamos para hacer algo de ocio y turismo».

El cambio de aires supone un salto cualitativo en la carrera de Eli del Estal y, aunque no comenzó la Liga, ya es absolutamente consciente de la diferencia entre el fútbol femenino de ambos países. «No tiene nada que ver. Yo venía de un Espanyol que se mantenía durante años abajo en la clasificación y aquí estoy en el equipo campeón de los últimos años. La diferencia es brutal, pero lo marcan, sobre todo, las circunstancias. Lo que sí puedo decir es que técnicamente los equipos aquí son brutales».

Ahora, en Corea, Del Estal quiere seguir buscando nuevos límites. «Tenía ganas de seguir aprendiendo y me sentía estancada. Afrontar este reto me da lo que necesitaba en este momento de mi carrera. Solo espero volver a disfrutar con el fútbol, reencontrarme con el gol e intentar exprimir esta experiencia al máximo».

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