José Ángel Peláez
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José Ángel Peláez
José Ángel Peláez (Torrelavega, 21 de octubre de 1971) fue reelegido el viernes presidente de la Federación Cántabra de Fútbol. Será su cuarto mandato, aunque cuando llegó al cargo en 2012, y así lo reconoce, se mostró partidario de periodos más cortos, de dos o ... tres legislaturas como máximo. Lo hace en un momento en el que la territorial ha recuperado la paz social tras los procesos en los que se vio inmersa contra el anterior presidente, Alberto Vilar, y en un momento de crecimiento presupuestario y de fichas. Pero al mismo tiempo con tarea por delante en lo que a infraestructuras y desarrollo de los clubes modestos y del fútbol femenino se refiere. Sus últimos cuatro años han estado marcados, entre otros factores, por la celebración del centenario de la territorial, para lo que gestionó un partido de la selección española en los Campos de Sport que finalmente no se pudo celebrar por el pésimo estado del estadio municipal.
–¿Qué balance hace de esos doce años al frente de la Federación Cántabra de Fútbol?
–Pues realmente positivo. Hemos prácticamente duplicado las licencias, iniciado proyectos muy positivos para nuestro fútbol y hemos conseguido una unidad entre los clubes antes no conocida. Pero de lo que más orgullosos nos podemos sentir es de ser cercanos y transparentes, con nuestras virtudes y defectos. Aprender de los defectos es potenciar las virtudes. Eso es lo que pido a nuestros directivos, tener la capacidad de aprender de los errores.
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–Imagino que seguirá una política continuista...
–No necesariamente. El que me conoce bien sabe que odio las zonas de confort y me gusta mucho descubrir nuevos caminos. El fútbol es pasión y así entiendo que se tiene que trabajar; con esa pasión que nos lleve a conseguir mejores metas.
–¿Cuáles van a ser entonces sus proyectos?
–El desarrollo Proyecto Futbolízate, dedicado al fútbol femenino y otros veinte más que o bien acabamos de empezar o bien se están desarrollando, como los de fútbol 7 sénior, veteranos, chupetines, etcétera, la construcción de instalaciones deportivas para el fútbol cántabro, conseguir alcanzar las 20.000 licencias en la territorial y, por supuesto, una política de violencia cero en los terrenos de juego.
–Habla precisamente del fútbol femenino. ¿Es, pese a lo mucho que ha crecido, la gran tarea pendiente?
–Es cierto que ha crecido mucho desde que llegamos, pero ahora toca reinventarnos y conseguir que se estabilice lo de arriba y crezca por abajo. Es un camino largo pero le aseguro que voy muy bien rodeado para conseguirlo.
–Cuando llegó en 2012 a la RFCF, ¿esperaba un mandato tan largo?
–Con sinceridad, no. En el año 2020 anuncié a los clubes mi marcha, ya llevaba ocho años en el cargo y no creía demasiado en los mandatos largos, pero tuvieron la capacidad de sorprenderme viniendo a verme un grupo importante de clubes que me pidió que siguiera, y al final me convencieron.
–Habrá quien le acuse de que mandatos tan largos no son buenos...
–Cierto, y así lo vi siempre. El caso es que después de esa visita de estos clubes me hicieron reflexionar que uno debe escuchar también a los demás, y ellos fueron muy claros. Esos ocho años sirvieron para demostrarles que nos dejamos el alma y la piel trabajando para ellos y el desarrollo del fútbol de Cantabria. Me convencieron de que estaba equivocado.
–Ya puestos, ¿se presentará de nuevo en 2028, para buscar los veinte años de mandato?
–No me atrevo a pronunciarme sobre ello. Dependerá de la decisión que tomen los clubes y demás estamentos mediante consulta previa
–En el fútbol cántabro siempre ha habido una brecha entre el Racing y el resto de clubes. ¿Se puede corregir?
–El Real Racing Club es y debe ser el espejo donde todos los clubes deben mirarse. Siendo realistas no existe estructura en Cantabria que pueda igualar lo que aporta a la sociedad el Racing. Pero si pueden aprender de su legado, con sus aciertos y errores. En estos tiempos la apertura del Racing a los demás clubes de la comunidad autónoma, no solo de fútbol, hace que cada día podamos estar orgullosos del club que representa a Cantabria en el fútbol profesional.
–¿Volveremos a ver partidos de la selección cántabra?
–No es sencillo. Hoy vivimos un momento complicado con los clubes, con la saturación de los calendarios, con las obligaciones de descanso de los jugadores, y especialmente con los costes que suponen traer este tipo de encuentros. No obstante, es un objetivo claro para nosotros, veremos si podemos pasar de soñarlo a vivirlo.
–El viernes se proclamó a Pedro Rocha presidente interino de la RFEF. ¿Cómo valora la intervención del CSD?
–No es interino, es presidente a todos los efectos. En cuanto a la intervención, no la conozco en profundidad pero deporte es deporte y cuando prácticamente todos los estamentos que conocen el fútbol dan el apoyo a una persona de forma unánime algo querrá decir.
–¿Era la RFEF, tras lo visto en las época de Rubiales y Villar, una red clientelar?
–¿Qué es una red clientelar? Desde que estoy de presidente he conocido discrepancias, discusiones, criterios distintos, y muy pocas veces unanimidad. ¿Llamamos red clientelar a que los presidentes tomemos decisiones? ¿Y si esas decisiones son consensuadas significa que son clientelares? Desde mi perspectiva personal nunca me he sentido inmerso en una red clientelar. De hecho estuve en candidatura contraria a Villar, a Larrea, y otras veces a favor de gente que venían de fuera. Aquí siempre se toman las decisiones de forma consensuada con los asambleístas.
-El caso es que se han sucedido muchos escándalos...
–Desgraciadamente está en la condición humana. Al final el fútbol tiene sus grupos de poder, y lo que uno considera escándalo otro lo considera normal. Pero si se refiere a actos delictivos cometidos por dolo pues tengo una opinión muy clara: el que la hace, la paga.
-¿Cree posible que la RFEF recupere su credibilidad?
–La RFEF se fundó en 1909, hace más de 114 años. Y en ese tiempo ha habido momentos buenos, malos y regulares. De que recuperará su buena imagen no tengo ninguna duda. Se tiene que lograr estableciendo políticas de buen gobierno y con controles claros e independientes que eviten que la tentación de algunas personas que forman parte de la entidad no sean las correctas.
–Vistos los acontecimientos, ¿considera que Javier Tebas ganó definitivamente la guerra a Luis Rubiales y, con él, a la Federación?
–Yo creo que una guerra no la gana nadie. Causa dolor y mala imagen para todos. Ahora toca unidad para lograr vencer una situación muy complicada pero que estoy seguro que con serenidad y aplicando los valores del deporte a las decisiones que se tengan que tomar, dejaremos de hablar de guerras para hablar de éxitos en nuestro deporte.
–Usted dimitió de sus cargos en la RFEF. ¿Se plantea en septiembre, una vez se normalice, regresar?
–Esto no lo decido yo, lo decidirá quien considere si quiere contar conmigo para trabajar. Desde luego, si es para figurar, es mejor que no me llamen, porque mi respuesta será clara.
–¿Y formar parte de alguna candidatura?
–No puedo decir ni que sí ni que no. Tengo que conocerlas y comentarlas con nuestra directiva y asambleístas para que tomemos una decisión conjunta al respecto.
–¿Se ha puesto en contacto con usted algún o alguna aspirante?
–La única que se puso en contacto conmigo fue Eva Parera a última hora a través del correo electrónico. De Carlos Herrera, nada de nada.
–¿Y con Pedro Rocha?
–Hablo con él habitualmente.
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