Los 64 equipos de Regional paran también su competición al menos dos semanas

Los equipos más modestos siguen así el camino marcado por los de Tercera División, que el jueves ya decidieron parar la Liga ante el riesgo sanitario marcado por la pandemia y la obligatoriedad de jugar sin público. Todo después de una decisión aprobada ayer, tras la reunión temática celebrada a las ocho de la tarde bajo la presidencia de José Ángel Peláez, máximo responsable de la Federación Cántabra de Fútbol.

Mantener la competición a puerta cerrada suponía un grave quebranto económico para unos clubes que se han quedado sin ingresos ante la medida extraordinaria tomada por Sanidad dada la grave situación pandémica, de modo que se optó por interrumpir la competición para eliminar del mismo modo los gastos corrientes. Una sensibilidad que compartía la mayor parte de clubes de la categoría y que la Federación Cántabra no tenía en principio sobre la mesa, pero que apoyó de inmediato ante la solicitud de los equipos.

En el caso de las tres categorías nacionales existía más debate, con un grupo tendente a seguir jugando y otro inclinado a parar las competiciones. Finalmente ha sido este segundo el que ha impuesto sus tesis, de modo que las tres categorías regionales cántabras (Preferente, Primera y Segunda Regional, cada una con dos subgrupos tras la reestructuración de este año) se detendrán de inmediato y no disputarán ya la jornada de este fin de semana. En consecuencia, otros 64 equipos detienen así su actividad (18 de Regional Preferente, otros 18 de Primera Regional y 28 de Segunda Regional).

Como ocurrió el pasado jueves con los equipos de Tercera y Liga Nacional juvenil, se trata de una decisión de los propios clubes, no impuesta ni desde la Federación Cántabra de fútbol ni por el Gobierno de Cantabria. La Dirección General de Salud Pública sí que ha ordenado que todos los eventos deportivos cántabros se disputen a puerta cerrada a partir de este mismo fin de semana, después de un arranque de competición en el que se ha permitido asistencia de público con un aforo limitado.

Sin embargo, el Ejecutivo no ha ordenado, al menos por el momento, la detención de ninguna competición, una decisión que ha estado siempre en manos de los clubes para tratar de sortear del mejor modo posible una pandemia que, como ocurre en los demás sectores, ha afectado seriamente a su economía.

Al dar a conocer la decisión, la Federación Cántabra, y más en concreto su presidente, ha querido hacer especial énfasis en la situación de la pandemia. Así, Peláez insistía ayer de nuevo en lo adecuado de la medida ante el riesgo de contagio, que ha llevado entre otras muchas decisiones a cerrar los recintos al público. El parón competitivo no solo evitará situaciones de riesgo durante los partidos, sino que también eliminará muchos desplazamientos internos en Cantabria, contribuyendo así a los esfuerzos por el control de la enfermedad.