Eriksen regresa al fútbol siete meses después de rozar la muerte

Obligado a abandonar durante el último periodo estival el Inter de Milán porque la Federación Italiana no permite que ningún futbolista que lleve un desfibrilador como el que se le implantó a Eriksen para corregir su irregular ritmo cardíaco participe en la Serie A, el danés ha encontrado una tabla de salvación para seguir practicando deporte en el Brentford, un equipo cuyo objetivo es mantenerse en la Premier League y que actualmente está situado en la decimocuarta posición de la liga inglesa, con un colchón de ocho puntos sobre el Newcastle, el conjunto que marca la frontera del descenso.

Pese a que lleva sin jugar un partido desde el pasado 12 de junio, cuando se desplomó el minuto 42 de la primera parte del duelo que medía a Dinamarca con Finlandia, correspondiente a la primera jornada del grupo B de la primera fase de la Eurocopa, Eriksen no ha parado de entrenar en estos meses en los que ha estado apartado del fútbol de élite y será un refuerzo de altura para el Brentford, que le ha concedido una nueva oportunidad al medio que despuntase primero en el Ajax de Ámsterdam y posteriormente con el Tottenham. Será el noveno danés de la plantilla que entrena el también nórdico Thomas Frank.

Eriksen dejó helado el Parken Stadion de Copenhague el pasado verano cuando quedó tendido sobre el césped e inconsciente después de intentar un control tras un saque de banda. Nada más darse cuenta de la situación, sus compañeros rodearon al futbolista mientras los servicios médicos irrumpían en el rectángulo de juego para tratar de reanimar al fino centrocampista. Previamente, el central Simon Kjaer había tenido una actuación determinante para salvarle la vida, al colocarle en la posición correcta para evitar que se ahogara.

El público contenía el aliento mientras los integrantes de la dinamita roja y los componentes de la selección finlandesa rezaban porque las asistencias lograsen reanimar al por entonces jugador del Inter. Fueron más de diez minutos de pánico, hasta que el danés fue retirado en camilla del césped y la UEFA anunciaba la suspensión del encuentro, que se reanudaría un par de horas después.

Los médicos lograron estabilizar en el hospital a Eriksen, al que se le implantó un desfibrilador cardíaco para corregir el ritmo de los latidos de su corazón y evitar que volviese a sufrir un síncope. Entonces todo apuntaba a un adiós definitivo a las canchas similar al de otros futbolistas que sufrieron episodios parecidos como el español Rubén de la Red.

Pero Eriksen, que anhela estar en el Mundial de Catar, se resistía a cerrar su carrera de modo prematuro y se puso manos a la obra para intentar regresar a los terrenos de juego. Entrenó por su cuenta, participó también en sesiones con el Ajax de Ámsterdam y, finalmente, ha encontrado una salida con la oferta del Brentford, que ha publicado un vídeo en el que el danés muestra su felicidad por esta nueva oportunidad de practicar la profesión con la que tanto disfruta. «Tengo muchas ganas de comenzar y espero veros a todos muy pronto», ha señalado el danés, que disputó 226 partidos y marcó 51 goles en la Premier League cuando vestía la camiseta del Tottenham. Su fichaje es, por el calado humano, una de las grandes noticias que nos deja el mercado de invierno.