Una historia por escribir

La selección española trata de agitar el aspecto mental para el mayor de los retos: una tercera Eurocopa consecutiva. Advertida por la sorprendente derrota ante Georgia, 137 del ranking FIFA, busca estímulos. Y en Saint Martin de Ré se aprovecha cualquier opción para ello. Debido a que sus instalaciones están acordonadas y valladas por el dispositivo de seguridad, tanto su hotel de concentración como el campo de entrenamiento Marcel Gaillard, se ha optado por colocar lonas con lemas que refuercen la idea de que lo conseguido ya no vale para este torneo, que la nostalgia del pasado no ayudará a conseguir nuevas metas. «La historia no te hace campeón, la humildad sí»; «La historia no gana partidos, el esfuerzo sí»; «La historia no detiene penaltis, la confianza sí»; «La historia no frena al rival, la confianza sí», «La historia no marca goles, el talento sí».

Esos carteles motivadores, con letras en blanco sobre fondo rojo, es lo que observan los internacionales cuando entran o salen de los dos sitios donde más tiempo pasan en la isla de Ré. Refuerzan una idea que está instalada en el grupo. «En el deporte se ha demostrado mil veces que los campeones nunca son eternos, que al final viene otro y te gana porque ganar, y volver a ganar, y volver a ganar es lo más difícil que hay. Mantenerse arriba y seguir ganando», reconocía Piqué a Onda Cero.

Brasil fue un golpe duro, que muchos dicen olvidar pero está casi más presente que los títulos. Cesc es uno de los supervivientes de 2008 y, por tanto, uno de los cinco que con sus más de cien partidos ha vivido todo tipo de alegrías y decepciones. «Todo el mundo quiere ganar a España. Tenemos que estar a tope y dar lo mejor de nosotros. Veo a la gente con hambre, con el compromiso de hacer algo grande otra vez», resumió el catalán, convertido ya en un veterano pese a que no llega a los 30 años. «La mejor manera contagiar a un grupo, es la mezcla de los nuevos jugadores con experiencia que han ganado pero que vienen con ilusión. Hay ilusión, si estamos unidos y las cosas están bien haremos un buen torneo», vaticina Sergio Busquets.

Ilusión renovada por los jóvenes

En el equipo los veteranos y líderes de la caseta huyen de favoritismos para recordar que los éxitos se lograron con esfuerzo y humildad. «No nos gusta ir de favoritos pero nos toca defender título y vamos a dar el máximo. Tenemos una gran selección y por encima de todo hay que creer que se puede, ir partido a partido y tener el mayor respeto posible a los rivales», reconocía Sergio Ramos.

Ese mensaje de que lo pasado poco importa se aplica a todos, pero quizá en especial lo tiene en mente Iker Casillas. «Hay buenos jugadores españoles, pero todo tiene que ver con el conjunto, tener suerte, que esos jugadores que lleguen a ese momento estén fenomenal...», explica el portero, que podría ser suplente por primera vez desde la Euro 2000 en un gran torneo con España. «Nosotros hemos tenido suerte durante esos cuatro años de 2008 a 2012, han sido años gloriosos, pero esperemos revalidar el título, somos actuales campeones de Europa, vamos a intentar que siga así», añadió el meta.

Piqué, volcado siempre en intentar generar buen ambiente con sus bromas, recuerda que «tampoco íbamos de favoritos en la Eurocopa del 2008 o el Mundial del 2010 y tenemos un muy buen equipo. Creo que hay mucho nivel; que la generación que viene ahora es muy buena, con gente muy joven y mucho talento, y esperemos hacer un buen papel».

En la expedición se sabe que al ser los vigentes campeones, hay muchos ojos observándolos pero recuerdan que hay más candidatos. «Tenemos el sueño de volver a ser campeones, pero ganar es una cuestión diferente. Vamos a ver si es posible. Confiamos en nuestros nuevos jugadores y la sangre nueva que pueden aportar», explica un seleccionador que mantiene a más de la mitad de los presentes en Brasil.