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Dicen que las frustraciones surgen cuando sólo se puede echar la culpa del fracaso a uno mismo, aunque en el fútbol, y especialmente en los mundiales, somos ocurrentes expertos en localizar culpables sin abandonar esa sensación de rabia y desengaño que toda eliminación produce. ... La participación de jugadores cántabros en los mundiales de fútbol no está exenta de ese sentimiento, comenzando por el primero de ellos, Fede, el jugador del Sevilla que nació en Molledo y que en 1934, en la Italia de Mussolini, tuvo la ocasión de echar la culpa al fascismo y a los árbitros de la eliminación de España en los cuartos de final. Y con mucha razón, porque los colegiados, títeres del régimen, permitieron una desmedida brutalidad de los anfitriones en el primer partido de los cuartos de final (1-1) que acabó con siete futbolistas españoles lesionados, entre ellos el jugador cántabro.

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eldiariomontanes frustraciones cántabras en los mundiales