La Gimnástica arranca con buen pie

Fue el equipo de José Luis Lemos el que llevó el peso inicialmente, con dos buenas ocasiones nada más comenzar. Avisó Iván Garrido y sin margen a la reacción blanquiazul, Carlos estrelló un remate en el larguero a centro de Boedo con Mediavilla ya superado. Sin hilar jugadas de peligro, sí al menos se fue sacudiendo el dominio la Gimnástica, que volvió a verse amenazada por el Bergantiños en dos ocasiones en la misma jugada a los diez minutos. Uzal puso a prueba a Mediavilla y acto seguido fue Iván Garrido el que chutó junto al palo derecho de su portería.

Se dejó ver ofensivamente el cuadro torrelaveguense con un centro desde la derecha al que no llegó Altadill por poco. El propio Altadill, tras un córner a favor del conjunto rojillo, comandó una transición que Álex Basurto definió con un tiro raso que atrapó Santi Canedo.

Justo antes de la media hora, y después de una acción trenzada en la que participó prácticamente todo el Bergan, Iván Garrido puso colofón a la jugada con un tiro con la zurda excesivamente cruzado.

Consiguió cerrar espacios a partir de entonces el conjunto dirigido este domingo por Gonzalo Bustamante y Tobar, tras una buena presión y aprovechar un error de Juan Brunet, enfiló la portería de Santi Canedo y le batió por bajo pese a que el meta local llegó a tocar la pelota. Justo antes del intermedio, en un saque de esquina, los gimnásticos ampliaron su renta. Unai Hernández puso el centro y Miguel Gándara, en el segundo palo, aprovechó la prolongación de Alberto Delgado para remachar a la red. Un golpe de efecto gimnástico y un mazazo para un Bergantiños que había tenido el dominio y las mejores ocasiones.

Pudo hurgar aún más en la herida local el decano cántabro al poco de iniciarse el segundo tiempo. Santi Canedo evitó el 0-3 en una doble oportunidad de Álex Basurto y Héctor Tirado en una jugada confeccionada por Altadill y Tobar.

Después, la Gimnástica se defendió con orden y sin hacer demasiadas concesiones, aunque tuvo que jugar los minutos finales con diez por la expulsión de un revolucionado Dani Álvarez, que apenas duró 20 minutos en el campo y pudo irse incluso antes. Diego Hernández, en el tiempo añadido, sorprendió con un testarazo a Mediavilla y marcó el 1-2 definitivo.