«Tenemos ilusión, ganas y también nerviosismo»

–Después de 30 años para regresar a Segunda B ¿el objetivo es la permanencia o cree que pueden aspirar a algo más?

–No. Es la permanencia. Y eso pasa por alcanzar objetivos a corto plazo. Entrenar bien hoy, trabajar bien mañana y afrontar cada partido como una final.

–¿Cómo va a lograrlo?

–Trabajando mucho y mostrando los valores que tiene el equipo. Y también siendo serio, compacto, equilibrado... Lo fundamental es trabajar bien y que el equipo se adapte rápido a la categoría.

–Es la primera vez que entrena en Segunda B y además en casa ¿siente algo de vértigo?

–Para nada. Entrené fuera de Cantabria en Primera División en Omán y he pasado por diferentes categorías, es un reto más y como tal hay que afrontarlo.

–¿Cómo ve el grupo en que está encuadrado el Charles?

–Es fuerte y muy competitivo. Con un estilo muy definido y estructuras muy potentes, eso en el aspecto deportivo, y en el social el mejor que nos podía tocar por la proximidad al País Vasco y lo que significa para la villa de Laredo.

–¿Qué le parece la nueva Segunda B y su sistema?

–Es el que hay. La covid condiciona todo. La adaptación tiene que ser rápida, pero prefiero no opinar hasta que acabe este formato y ahí sabremos si nos ha venido bien o mal.

–¿Cuáles son los puntos fuertes del Laredo?

–La humildad, el trabajo y el hambre que tienen los chicos por demostrar que pueden jugar en categoría superior.

–¿Está satisfecho con la plantilla? ¿En qué medida ha intervenido en su confección?

–Sí que lo estoy. Hay una secretaria técnica con Manu Valle al frente y es el que toma las decisiones más importantes, pero en la mayoría de los casos los fichajes han sido consensuados. Hemos tenido que ir a lo que podemos asumir.

–Con un presupuesto de guerra como el del Charles no habrá sido fácil...

–Es difícil porque salíamos al mercado con un presupuesto bajo. Quizá sea el más bajo de los equipos de segunda B.

–¿Qué tipo de jugadores buscaba?

–El perfil tenía que ser el de un futbolista con ganas, joven y polivalente, con hambre y que priorizara lo deportivo por encima de lo económico. Y los hemos encontrado.

–¿Qué sensaciones le deja la pretemporada?

–Muy buenas. Tenemos futbolistas jóvenes con ganas y tres o cuatro veteranos que marcan la pauta. La verdad es que es un equipo al que es fácil entrenar por su predisposición diaria en el trabajo.

–¿Teme a algún equipo dentro del grupo?

–Los filiales, tanto Bilbao Athletic, como Real Sociedad, el Alavés, el Racing, los históricos como Barakaldo... A priori son equipos que parten con presupuestos elevados, buenos medios para trabajar y entrenar, y con un perfil de plantilla diseñado para conseguir objetivos de ascenso.

–Esta temporada Cantabria volverá a vivir un derbi.

–Es un partido especial porque vamos a ser posiblemente el último equipo de Cantabria en enfrentarse al Racing en Liga. Será un derbi competido, con mucho ambiente, con más gente en el campo y con la intensidad competitiva que tienen estos partidos.

–Defínase como entrenador. ¿Cómo entiende el fútbol Manu Calleja?

–Soy un entrenador muy pragmático, que se adapta rápidamente al perfil de la plantilla, que maneja diferentes sistemas y que sabe los que es pasar por distintos equipos con diversos objetivos. La gran virtud de cualquier entrenador es que su modelo de juego se adapte al perfil de plantilla que tiene.

–¿Se considera defensivo u ofensivo?

–Al 50%. Para salvar la categoría tenemos que hacer gol, ser ofensivos, pero sobre todo no tenemos que encajar. Hay que conseguir ese equilibrio.

–Este curso llegan novedades importantes, como los cinco cambios.

–Eso beneficia a los equipos que mejor plantilla tienen. A mí no me gusta. A pesar de que soy joven soy un poco romántico y de otro fútbol. Prefiero tres cambios.

–¿Qué ambiente se respira en el club con la vuelta a Segunda B?

–De ilusion, ganas y también de nerviosismo. Vamos adaptándonos día a día a la nueva realidad, tanto en la pandemia como en la nueva categoría.

–¿Qué es lo que más le condiciona con la irrupción de la covid?

–Que no puedas entrar en el vestuario a dar una charla en grupo, por ejemplo, o que tengamos que adaptar las tareas a la distancia social o entrenar con mascarilla el cuerpo técnico, esas cosas condicionan mucho.