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Incombustibles de la Tercera cántabra

Obreros del fútbol. Con muchos partidos a sus espaldas, las han visto de todos los colores... Y siguen tirando del carro en sus clubes. Es el perfil de los más veteranos, camino de los 40 años o ya cumplidos, en una Liga cada vez más exigente en lo físico

Lunes, 18 de mayo 2020, 07:20

Pablo García, Atlético La Albericia

«La diestra la sigo teniendo, ahora trabajo la resistencia»

Manuel Martínez, CD Torina

«Este deporte me irá apartando poco a poco»

Gedeon Sainz, Selaya CF

«Tengo las mismas ganas que cuando era juvenil»

Luis Arisqueta, Siete Villas

«Si las lesiones me respetan, me queda mucha cuerda»

A Luis Arisqueta Tocornal (Laredo, 1982) le confunden con el entrenador de vez en cuando. Se ha pasado veinticinco años en el Laredo, entre las categorías de base y sénior, y ha estado en plazas de fuste como la Gimnástica, en el Colindres o esta temporada en el Siete Villas. Reconoce que el Charles es el club de sus amores. «Allí me realicé como persona y futbolista, aprendí mucho de lo que soy ahora». Con el conjunto pejino disputó seis fases de ascenso a Segunda B. «Tengo la espina clavada de no haber logrado subir con el Laredo». Aunque esta temporada no ha podido «disfrutar» del fútbol todo lo que hubiera deseado. Tras cumplir los 38 tiene claro que seguirá jugando la próxima temporada. «Me encuentro muy bien y entreno incluso en verano, cuando estoy de vacaciones». No quiere ni oír hablar de dejarlo y el conjunto que dirige Chiri le ha propuesto renovar una temporada más. Él acepta el reto. «Si las lesiones me respetan todavía me queda mucha cuerda y espero que sea en el Siete Villas». Llegó al cuadro de Castillo en el mercado de invierno y en estos tres meses una lesión le ha dado algún que otro quebradero de cabeza. Tal vez no tenga la velocidad de antaño, pero la experiencia es un grado y disfruta al máximo. «Soy feliz jugando». Reconoce que «la Tercera es cada vez más física y se está profesionalizando. Los jóvenes se preparan como atletas».

Mario, Escobedo

«Entrenar bien y cuidarme. Trato de ser muy estricto»

«El fútbol me hará retirarme, pero de momento puedo compaginarlo con el trabajo y la familia», cuenta Mario Blanco (Torrelavega, 1982) , capitán del Escobedo. Pertenece a ese grupo de jugadores que ya pasaron los 35. Temporada tras temporada intenta revivir en el conjunto de Camargo sus éxitos en la Gimnástica, donde fue de los mejores futbolistas de la Liga tanto en Segunda B como en Tercera División. El torrelaveguense dio sus primeros pasos en el Perines, para después dar el salto al Racing B, Noja y Gimnástica antes de recalar en el Escobedo. Sus virtudes son muy necesarias en una competición exigente: Veteranía, entrega, compromiso y liderazgo. «Me encuentro muy bien. Intento que mi día a día sea bueno, cuidarme, entrenar bien... Tengo ya una edad. Cuando eres joven muchas veces no te percatas de cosas que son importantes. Ahora intento ser muy estricto en ese sentido», expone el capitán blanquinegro. Mario es uno de los emblemas del Escobedo e insiste en lo feliz que es en el club que preside Luis Merino. «Llevo tres temporadas aquí. He sentido que la gente me ha dado cariño y me ha apoyado mucho. Me encantaría poder acabar mi carrera aquí. Depende de mí y de que el club quiera seguir contando conmigo».

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