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Las finales no se juegan, se ganan. En las finales la cabeza manda sobre las piernas, en las finales se sufre, en las finales se llora, en las finales se pasa mal, pero todo compensa cuando se elevan los puños al cielo. La de este domingo era una final para el Laredo y la ganó. El sufrimiento durante dos horas tuvo su recompensa, la permanencia en la categoría.
El Charles se salva a falta de una jornada para el final de la Liga regular y jugará por primera vez en su historia dos temporadas consecutivas en Segunda B, aunque el próximo curso se denominará RFEF. El conjunto de Manu Calleja fue mejor, ganó la partida a un Leioa muy peligroso en su estadio, esto hizo que el técnico de Beranga corrigiera algunos detalles tácticos durante el encuentro. Al final llegaron los abrazos entre jugadores y técnicos después de una campaña especialmente compleja por las circunstancias colaterales.
Leioa
De Miguel, Morci (Jaime Dios m.70), Etxebarria (Cabral m.66), Berasaluze, Goti (Segado m.70), Garai, Yurrebaso, Albisua, Morante (Mayordomo m.57), Pradera y Roger Marcé
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Laredo
Puras, Rasines, Goñi, Toboso, Álex Pérez, Felipe (Portilla m.79), Manu Ortiz (Faouzi m.52), Álvaro, Riky (Saúl García m.79), Vinatea (Iván Argos m.72) y Siafa
Gol. 0-1 m.56 Siafa
Árbitro. De Ena Wolf (C. aragonés). Amonestó a los locales Morci y Segado. Por parte visitante a Juancar y roja a Toboso
En una final, en la cita clave, deben estar los mejores, aunque, lógicamente, eso es totalmente subjetivo. Cada uno tiene una alineación en mente y al final la potestad, el privilegio o el marrón de elegir lo tiene el jefe del banquillo: Calleja. El míster rojillo finalmente realizó dos cambios respecto al último encuentro dejando a Faouzi y Portilla en la reserva. Puras, Rasines, Goñi, Toboso, Álex Pérez, Felipe, Manu Ortiz, Álvaro, Riky, Vinatea, Siafa. Un once para recordar.
Calleja mantuvo su idea de jugar con dos centrales, pero con algunas variaciones en el once. La vuelta de Rasines en la zaga fue la gran novedad. El técnico buscó con este retoque el equilibrio defensivo y una mejor salida del balón desde atrás. El objetivo se centraba primero en frenar a un rival muy fuerte en su casa, evitando desajustes y sin renunciar al ataque. Ese suele ser el plan rojillo, y también para esta ocasión tan especial, en la que era imprescindible cerrar la salvación.
En una cita de tanta trascendencia hay nervios. Tensión. Temblores que llevan a cometer errores. Minuto 7. Goti le gana la partida a Felipe poniéndole el balón a Etxebarria en la banda izquierda, y el extremo centró para que Berasaluze ganado en el salto a Toboso cabeceara, pero Puras en una buena intervención detuvo el remate. Al Charles le pesó la responsabilidad en el arranque del encuentro.
Pero el cuadro de Calleja se fue serenando poco a poco, con el paso de los minutos, lo que le permitió igualar el juego y parar al rival antes de que llegara a aportar más peligro en las inmediaciones del área. Las ideas eran, por un lado sortear la intensa presión vizcaína en todo el campo y, por otro tener argumentos en el intercambio de golpes, con constantes ataques a la carrera, en el Leioa iba a convertir el partido antes o después.
El dominio de los locales fue mayoritario en el primer tiempo. El equipo de Iker Bilbao llegó con fluidez al área rival, pero generó muy pocas ocasiones claras. Por su parte Álvaro desbordó con facilidad fuera del área, pero no consiguió ser determinante y la superioridad constante de Vinatea sobre Roger Marcé en la banda derecha no se tradujo en llegadas peligrosas.
El equipo rojillo en el último cuarto hora de la primera parte lograba desconectar a Goti, Garai y al punta Yurrebaso para que Puras tampoco pasase apuros, pero le faltaba más tino en sus combinaciones cerca del área, mientras que Álvaro y Vinatea amenazaban por la derecha, Riky por la izquierda y Siafa por el centro.
Sin embargo, pese a su dominio, el Laredo sacó como premio principalmente saques de esquinas (6) o faltas laterales. En una de ellas, llegó una clara ocasión, a la que Vinatea no llegó por escasos centímetros que fue la primera de las buenas opciones que se vieron en el tramo final hasta el descanso.
Manu Ortiz tuvo otra buena tras un córner botado por Riky, pero el centrocampista remató por encima del larguero. Casi a renglón seguido, Álvaro pudo abrir el marcador, pero no llegó a conectar con claridad su disparo. El Leioa también tuvo la suya con un cabezazo de Pradera, pero Puras neutralizó su remate.
Los nervios que tuvieron los rojillos en la salida del encuentro se les pasaron al final de esta primera parte a los locales. El miedo se hizo presente en las piernas de los vizcaínos, que apelaron a los galones de Morci y Berasaluze para capear el temporal.
El Laredo olió el miedo azulgrana en esa fase y quiso explotarlo a la vuelta de vestuarios. Calleja le pidió a sus hombres que dieran un paso al frente para jugar en campo lejonés.
Siafa, un artista contratado en el casting precisamente para marcar la diferencia en escenas como ésta fue el autor del gol de la victoria. Lo cierto es que el hispano-guineano se encontró con un balón que le pasó -no con esa intención-, el jugador del Leioa Albisua que le dejó en un mano a mano con De Miguel. El delantero le batió en su salida con una media vaselina. Todas las películas tienen un héroe y el navarro se erigió como clarísimo candidato. El Charles seguía en Segunda B a esas horas de la jornada. Suspense en Sarriena. En todo el campo, no. Los suplentes, técnicos y directivos del Charles lanzaron un grito que se escuchó hasta en Laredo. Dolby Surround.
La angustia siempre funciona bien en la pantalla. El Leioa comenzó a apretar. A mandar balones arriba. Urgencia. Lo previsto. Tocaba mantener la tensión. Sufrir. Y esperar a que un contraataque diese permiso a la improvisación de los Siafa, Faouzi y Saúl García.
Con la tensión en todo lo alto, llegó el desenlace. Hacía falta algo realmente brillante. De Óscar. A Siafa le tiraron agua, le llamaron de todo. Tiempo que corre. 86, 87, 88... Se va Riky y entra Saúl García ¿Otro delantero?. Puras tiene que ser atendido. Realidad o ficción. Seis de añadido. Una eternidad. Toboso ahora sí, a la calle y con roja directa. Con roja directa. Bien hecha la falta. Minuto 87. Repertorio de picardías en el Charles. Todo vale a esas alturas. La acción que no para. Falta que lanza Cabral y paradón de Puras. Congoja. Pitido final. Éxtasis. Celebrenlo como se merece y ya se lo relatarán a sus nietos dentro de unos cuantos años. El Laredo sigue en Segunda B por segunda temporada consecutiva en su centenaria historia.
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