Demasiado castigo para el Charles

Los de Manu Calleja salieron de inicio con el mismo dibujo que el domingo frente al Arenas, con la novedad de David Sanz en lugar del sancionado Manu Ortiz. La otra modificación en el once rojillo fue la entrada de Saúl García en la banda izquierda, en lugar de Riky, en este caso por decisión técnica.

Comenzó bien el choque el Laredo. Sabedor de que el Barakaldo no le iba a conceder tanto protagonismo como el Arenas, quiso el conjunto pejino ir a presionar arriba cada balón, aunque sin desguarnecerse atrás. Felipe, David Sanz, los extremos y Siafá no dudaban en ser agresivos y buscar el robo a costa de dejar espacios entre líneas. Y le pudo salir muy bien el plan al Charles en la primera transición, pero José Picón envió a córner la llegada de Vinatea hasta la línea de fondo. Mientras, los acercamientos ante la meta de Rafa del conjunto vizcaíno sucedían en jugadas a balón parado; nada más. Una falta botada desde la banda derecha por Urkiza la despejó el meta rojillo, mientras que en la segunda, esta vez desde la izquierda, Toboso evitó el peligro al despejar de cabeza su centro. Eran los primeros minutos del partido y el balón apenas pasaba por el centro del campo, ya que todos los desplazamientos buscaban a los jugadores más adelantados de ambos equipos.

Pese a todo, la primera acción con peligro fue del Laredo. Un córner botado Saúl García lo peinó Felipe en el primer palo y Álvaro, llegando desde el borde del área, remató alto. Fue una importante advertencia para un Barakaldo que tenía más balón, que tenía el partido donde quería, pero al que le faltaba claridad en los últimos metros.

Por el otro lado, el primer acercamiento aurinegro llegó en las botas de Pitu. El vizcaíno recibió un buen envío de Estrada, pero su remate, tras tocar en Miguel Goñi, se fue a corner. Prácticamente acto seguido, los vascos volvieron a la carga con un remate desviado de Seguín.

Con el paso de los minutos el partido ganaba en intensidad, con el Barakaldo más presente en zonas ofensivas, pero atascado en la última fase de las jugadas. Mientras, los de Calleja buscaban segundas jugadas a través del juego aéreo de Siafá. En una de ellas, el balón le cayó en los pies a Saúl García, pero su lanzamiento desde la frontal lo atrapó Rabanillo.

Pero en los últimos diez minutos el Barakaldo se hizo el dueño del partido. Una gran intervención de Rafa evitó el gol de Obolskii, pero esta sólo fue la primera de un carrusel de ocasiones de los de Jabi Luaces que, tras encontrar la clave para hacer daño al Charles con un juego rápido por los costados y centros rasos o a baja altura, empezaron a asediar el área pejina. De nuevo Obolskii pudo adelantar a los locales, pero su remate desde el interior del área lo detuvo Rafa en un alarde de reflejos.

Los de Calleja supieron sufrir. Toboso y Goñi mantuvieron el tipo en unos minutos complicados donde el balón apenas duraba en los pies pejinos y las embestidas aurinegras eran constantes. Llegó el descanso con la mejor noticia posible para los intereses del Charles: iban empatados a cero.

Salió con otra intención el Laredo tras el intermedio, intentando presionar con más voracidad e intensidad para impedir que el Barakaldo tuviera la comodidad del primer tiempo a la hora de elaborar, pero el cuadro vizcaíno seguía teniendo el balón y siendo protagonista en el partido. Aun así fueron los de Calleja los que pudieron inaugurar el marcador por partida doble, pero ni Rasines, ni Felipe acertaron a batir a Rabanillo. El escenario no gustaba a un Luaces que preparaba un doble cambio cuando el Charles tuvo otra clarísima oportunidad. Álvaro disparo desde el interior del área pero, de nuevo, Rabanillo, atrapó el balón.

Parecía que el partido se inclinaba para el lado pejino, pero justo ahí se adelantó el Barakaldo. Un pase de Ribeiro lo controló Seguin y con un disparo cruzado batió a Rafa. No se vino abajo el Charles. Se volcó el campo hacia la meta de Rabanillo y Siafa, con un disparo potente que sacó bajo palos Julen López, tuvo la primera. De nuevo el delantero pudo igualar el encuentro con un lanzamiento que atrapó el meta vizcaíno.

El cuadro rojillo tuvo el empate en el minuto 94 en una gran acción de ataque que concluyó con un centro tenso de Guipu al segundo palo, donde Toboso no colocó bien el pie y su disparo se marchó rozando el poste. De nuevo, la mala fortuna en los desplazamientos.