El Laredo empieza el curso con un golpe de autoridad

El primer acercamiento del Laredo se produjo en el minuto 7, un contragolpe que finalizó con un disparo fácil para Adrián Torre. Poco después, el conjunto cántabro pudo adelantarse en lo que fue un claro aviso de lo que sucedería tan solo un minuto después. Rozas profundizó por su banda, la izquierda, puso un centro al interior del área y Cañizo remató fuera cerca del poste. Eso sí, en la siguiente jugada, y con los mismos protagonistas implicados, llegó el primer gol del Laredo. Rozas volvió a avanzar por su banda, repitió servicio al área y Cañizo sí mandó, de cabeza, el balón al fondo de la red en el minuto 18. El primer tiempo no dio mucho más de sí. El Langreo, demasiado horizontal y previsible, se mostró incapaz de poner en problemas al portero David Puras. Únicamente un remate de cabeza de Óscar Fernández en el minuto 44 supuso algo de peligro. Por su parte, el equipo cántabro siguió buscando opciones al contragolpe aunque sus acercamientos resultaron baldíos.

No hubo sustituciones al comenzar el segundo tiempo, el cual arrancó con un más motivado Langreo, que quiso reaccionar y poner cerco a la portería del Laredo en busca de una hipotética remontada. El equipo asturiano apretó y empezó a crear problemas a la defensa pejina. Después de un plácido primer período, la zaga visitante tuvo que emplearse a fondo para evitar la igualada. El equipo cántabro prácticamente no se acercó a la portería de Adrián Torre durante los 20 primeros minutos del segundo tiempo, pero sí fue capaz de ampliar diferencias en el minuto 71, mediante una nueva jugada de Rozas por la banda que remató el revulsivo Naveira a gol muy poco después de incorporarse al partido mediante un doble trueque.

El encuentro del Nuevo Ganzábal pareció sentenciado, pero tocó sufrir hasta el pitido final del colegiado gallego Juncal Moreira, ya que Arzalluz, uno de los cinco revulsivos locales, recortó distancias en el minuto 81 de tiro cruzado en un balón que llegó a sus pies como consecuencia del rechace de un saque de esquina. A partir de ese instante, el Langreo encerró al Laredo en su área aunque el gol del empate no llegó en un período con seis minutos de prolongación. Cinco de las seis tarjetas del Laredo fueron en la segunda parte.