El Laredo presenta su argumentario

Los casi trescientos abonados –no podía entrar público en general a causa del protocolo covid– del conjunto de la Costa Esmeralda que asistieron al encuentro salieron satisfechos del sistema que Manu Calleja ha dibujado para este nuevo Laredo. Con una mezcla de jugadores veteranos y otros de menos edad en el DNI. A diez días del estreno liguero en Amorebieta, el técnico pejino sigue inculcando a los suyos una idea férrea y que va adquiriendo cohesión. La posesión de la pelota y las rápidas transiciones se han de acompañar siempre de una presión muy alta cuando se pierde el balón. Además, el protagonismo de los laterales y los extremos resulta insoslayable. También, su planteamiento estratégico y táctico ha ha dejado satisfecho a la parroquia esta noche y provoca un cierto optimismo de cara a una Liga muy complicada.

La primera parte comenzó con mucho ritmo y sin un dominador claro del balón, aunque el Zamora fue superior en los minutos iniciales y no aprovechó una buena ocasión en el minuto dos. Poco a poco, los rojillos tomaron la iniciativa y la posesión, pero ninguno de los dos equipos creaba claras opciones de gol. La primera tentativa del cuadro pejino llegó en el minuto 7. Un disparo de Roberto Cano desde el vértice del área lo desvió el meta Mapisa. Le cayó el rechace a Rasines, pero su lanzamiento lo sacó Monterde bajo palos. Conforme avanzaban los minutos, el Zamora se hizo con el dominio del partido y en el minuto 12 marcó el 0-1 por medio de Valentín. El futbolista visitante, con un potente lanzamiento desde la frontal del área, hizo inútil la estirada de Puras. Tras el gol, los zamoranos se vinieron arriba: Jacobo pudo marcar el segundo para su equipo, pero su disparo con rosca se marchó fuera por muy poco.

A pesar del gol y de las llegadas visitantes, lo cierto es que la línea defensiva y la portería fueron las zonas que destacaron en el equipo de Manu Calleja en los primeros 45 minutos. Además, si el centro del campo pejino no funcionó bien en la primera fase de este acto, sí que terminó algo mejor, lo que dejó a su rival sin tantas opciones de merodear el área local y obligando, por tanto, a varios centros en los que el centro de la defensa del Charles siempre se impuso.

En el último cuarto de hora de la primera mitad, los pejinos lo siguieron intentando y se aproximaron en alguna ocasión hasta las inmediaciones de la portería visitante. Sin embargo, no gozaron de ocasiones claras.

La segunda parte comenzó con un once totalmente renovado por parte del Laredo. Al equipo de David Movilla le costó crear situaciones de peligro, pese a que dominó más que los locales. Por su parte, el Charles puso en punta a Vinatea, que creó muchas dificultades a la defensa zamorana con su movilidad y su buen juego de espaldas, pero apenas dispuso de ocasiones de gol. Más cerca de marcar estuvo Jacobo en el minuto 55, pero su remate desde el interior del área lo repelió el poste de la meta defendida por Rafa. Cinco minutos después, fue Álvaro quien buscó el remate, pero el meta visitante se adelantó a la acción. También lo intentó Faouzi, pero el balón se marchó fuera. Las dos acciones llegaron tras sendas recuperaciones del conjunto de Manu Calleja, intenso en esos primeros compases de la segunda mitad.

En el 75 llegó el gol del empate. Un derribo a Diego Marta dentro del área visitante lo consideró el colegiado como penalti. Vinatea no desaprovechó la ocasión para poner las tablas en el marcador. A partir de aquí, al Laredo le costó llevar peligro y el partido fue poco a poco muriendo sin remedio. Lo mejor para el Laredo es que la de este viernes fue una exigente piedra de toque de cara a la competición liguera, que arrancará el próximo sábado, en Urritxe, frente al Amorebieta.