El Laredo regresa a la senda del triunfo

Para escapar de ese pozo seco en el que llevaba un mes atrapado, el Laredo tiene claro que no hay que ahorrar una gota de sudor. Enfundado en el mono de trabajo y a base de pico y pala, el equipo pejino es consciente de que debe dejarse la piel en el empeño. No hay otra vía de escape posible. Solo el esfuerzo colectivo y la firmeza le sacarán de esta. Por si no lo sabía, Manu Calleja se lo ha dejado claro. La salvación pasa por la lucha incesante, la solidez, la sobriedad y el trabajo conjunto. Ese túnel que conduce a la vida requiere de constancia, pundonor y fe. Sufrir para ganar. Ganar como sea.

La victoria ante el Arenas que permitió al Charles sacar el cuello del agujero se cimentó en una seguridad defensiva que presidió el juego de un equipo que en las dos últimas batallas libradas en casa, al fin, ha echado el candado.

Era partido grande y final anticipada para los de Manu Calleja. Y eso, evidentemente, se palpó durante los 90 minutos. Tanto, que en tiempo añadido el propio Calleja tuvo que tirar de oleadas al estilo Cholo Simeone para empujar a su equipo hasta el pitido final. El técnico de Beranga puso toda la carne en el asador desde el principio.

Goñi volvió al centro de la zaga. También regresaron a la titularidad Manu Ortiz y Siafa. El capitán, que se dejó el alma en el campo hasta que fue expulsado, amaneció ya de titular en un equipo que lo necesita como el comer.

El Arenas, descarado y atrevido, no se achantó en la jaula del San Lorenzo y respondió a la presión alta del Charles con una frialdad pasmosa para sacar el balón jugado desde atrás. Sin embargo, a los de Javi Olaizola les faltó verticalidad y se encontraron con un sistema defensivo, el rojillo, muy bien ajustado.

El partido comenzó muy eléctrico, con ocasiones rápidamente por parte de ambos conjuntos. La primera oportunidad del partido la tenía el Arenas, con un disparo flojo a cargo de Leandro que atrapó Rafa. El Charles iba a llegar a la portería rival solo dos minutos más tarde, con un lanzamiento de Felipe que lo desvió a córner Carrio.

Sin embargo, con el paso de los minutos el encuentro fue aflojando. Aún sin crear mucho peligro, el Laredo empezó a dominar a partir del minuto siete aproximadamente. En un error de Murua, Felipe le robó el balón para dar un muy buen pase a Álvaro, que disparó pero sin encontrar portería finalmente.

El Charles seguía disponiendo de gran parte de la posesión, pero al no terminar de irse arriba el conjunto de Guecho recuperaba terreno por momentos. Pero después de un intercambio de acercamientos sin golpes, el Laredo asestó el primero al mentón del Arenas. Un centro de Rasines al corazón del área vasca lo cortó con la mano Celihueta, y el árbitro lo consideró como penalti. Una acción que no desaprovechó Vinatea para poner el 1-0 en el marcador. Pudo ampliar distancias el cuadro de la Costa Esmeralda por medio del propio Vinatea tras un pase de Álvaro, pero el remate del delantero no encontró portería.

Tras el gol, el Arenas empezó a asentarse en el campo para finalizar varias jugadas con disparos de Iván Alonso y Pradera. Pero no fue hasta el minuto 36 cuando crearon peligro de verdad. Un disparo de Rementeria lo respondió de manera espectacular Rafa, pero el rechace del portero le cayó a Leandro, lo que obligó a Álex Pérez a sacar debajo de los palos su remate con la espalda.

Los últimos diez minutos del primer periodo tuvieron poco juego, con varias interrupciones pero con un par de acciones de peligro por parte del Charles. Pero ni Siafa ni Riky acertaron a batir a Carrio.

Tras el paso por los vestuarios el Laredo tenía la difícil tarea de conservar su ventaja inicial, algo que no se le había dado mal en el San Lorenzo. El Arenas no quiso echarse atrás y pronto desde el banquillo comenzaron a mover ficha. Los de Guecho volvieron a tener ocasiones destacables. Leandro, con un lanzamiento de falta lateral; o Rementeria, con un remate de cabeza que se marchó rozando el larguero. Pradera también se atrevió con un disparo desde fuera del área, pero no pudo encontrar puerta tampoco. Por su parte el Charles pudo sentenciar el encuentro, pero el remate de Vinatea lo repelió uno de los postes en el minuto 61.

El reloj pasaba lento para un Laredo que apenas aparecía en ataque. A esas alturas, el único plan era seguir picando y sudar la gota gorda. El túnel ya permitía ver la luz allá al final, pero había que seguir trabajando. Álex Altube y el balón parado parecían las únicas amenazas, aunque solo un remate desviado de Pradera no fue defendido bien por los locales. Tres puntos de oro y un camino que hace soñar a los pejinos.