Coman vuelve a golpear al PSG

Gol determinante que premió la mejor disposición y mayor ambición del campeón alemán y dejó 'groggy' a un club Estado que por segundo año consecutivo puede verse apeado de la gran Europa en la primera eliminatoria. Si el año pasado el conjunto blanco dejó en la cuneta al de Pochettino, esta vez es el Bayern el que amenaza al grupo de Galtier, que fracasó en su primer gran duelo en una eliminatoria y encadena tres derrotas consecutivas, registro que no sufría el PSG desde hace once años. Solo en el tramo final, cuando entró Mbappé y se le anularon dos goles por fuera de juego, el PSG mostró al menos capacidad de reacción.

El fútbol es cada día más metódico y táctico, pero no hay excusas. Con el talento que acumulan al PSG y el Bayern, es reprobable la nula aportación ofensiva de estos dos equipos en un primer tiempo soporífero. Más posesión, dominio e intención siempre de los bávaros, pero sin profundidad. Y un campeón galo metido en su campo, con las líneas muy juntitas, sin grandeza alguna.

Sin Mbappé, que se quedó de inicio en el banquillo porque los problemas musculares son de lo más traicioneros, imposible llegar a los dominios del suizo Sommer, sustituto del lesionado Neuer, si tanto Messi como Neymar tienen cincuenta metros por delante hasta la portería rival. Ambas estrellas piden el balón al pie y son incapaces de correr al espacio.

Con Danilo incrustado en el centro del campo, el objetivo del PSG estaba claro: que no sucediera nada en ausencia de Kylian. Se estrenó como titular en la Champions Zaire-Emery, un juvenil francés de solo 16 años que no mostró desparpajo en ataque. Le vino grande la cita. El Bayern era superior pero la faltaba mordiente para inclinar la eliminatoria hacia Baviera. Curiosos los silbidos de la afición parisina a las largas posesiones de los muniqueses. La duda es saber si protestaban por tanto toquecito insulso o si abucheaban a sus jugadores por esperar tan atrás.

Hasta el descanso, ni una sola llegada del PSG, más allá de un intento de internada de Neymar que frenó Pavard con el antebrazo y se jugó hasta el penalti y un golpe franco al final que estrelló Messi contra la barrera. Enfrente, un disparo desde la frontal de Kimmich que atajó Donnarumma y un corte providencial de Sergio Ramos ante Musiala, la perla germana.

Se reanudó el choque con pirotecnia en la grada porque la UEFA no corta de raíz las bengalas en el Parque de los Príncipes y un cambio de soldado en cada ejército. Kimpembe por Achraf en los parisinos para igualar los tres centrales germanos, y Davies en lugar de Cancelo en el Bayern. Una apuesta más de ataque. La hinchada aplaudía, esperanzada, el calentamiento de Mbappé, pero justo entonces el PSG recibió merecido castigo por cicatero. Y se lo infligió Coman, siempre él, gracias a una desatención defensiva, un buen disparo del francés y un error de Donnarumma, ya que se le coló el balón por debajo del cuerpo. Ya con Mbappé y Fabián sobre el césped, el portero italiano se repuso y evitó dos veces el segundo del Bayern, con más espacios y determinación.

A falta de un cuarto de hora para el cierre del primer capítulo de la eliminatoria, por fin el PSG generó peligro. Obviamente, tuvo que ser Mbappé, que se internó pero vio cómo Sommer le ganaba en el mano a mano. Tras un rechace posterior, al astro parisino se le anuló el primer tanto por un evidente fuera de juego.

Mucho más justita la acción posterior en la que de nuevo Mbappé marcó pero el gol no subió al marcador. En este caso si lo había concedido el asistente, pero el VAR lo revisó y Michael Oliver rectificó porque Nuno Mendes, el asistente de Kylian, había arrancado en posición avanzada. Eran los mejores minutos del PSG. Demasiado tarde. Los bávaros golpearon primero.