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Con la final de la Copa del Rey que se debía disputar el 18 de abril aplazada, los partidos Sevilla-Roma e Inter-Getafe de la Europa League previstos para este jueves suspendidos y todos los encuentros de fútbol no profesional en territorio nacional cancelados, ... la Liga en Primera y Segunda División también está al borde del KO. Este jueves podría decidirse la suspensión de las dos máximas categorías del fútbol español, después de las medidas adoptadas el día anterior en el país para intentar frenar la rápida expansión del coronavirus y de que el sindicato de jugadores (AFE) solicitase la cancelación de todos los encuentros, «pensando exclusivamente en la salud de los y las futbolistas», con la advertencia de que «el riesgo no solo se evita con la ausencia de público en los partidos».
El fútbol en España está por tanto al borde del KO, a expensas de una reunión que se celebrará este jueves entre LaLiga, la Federación Española de Fútbol (FEF) y la AFE y en la que se pudiera acordar que se paralice el campeonato a partir del fin de semana, con los partidos Real Madrid-Eibar de Primera y Racing-Lugo de Segunda que deberían inaugurar el viernes la próxima jornada muy en el aire. La cancelación del fútbol profesional sería, al menos, durante dos semanas (hasta el 22 de marzo). «Una de las soluciones puede ser esa. La decisión que se tome va a ser la mejor para la competición y para los clubes», aseguró este miércoles Clemente Villaverde, hasta hace dos semanas vicepresidente de LaLiga y nuevo director general del Getafe, después de que el máximo organismo futbolístico continental, la UEFA, confirmase la suspensión del doble duelo hispano-italiano de ida de octavos de final de la Liga Europa.
«El fútbol profesional no para porque el Gobierno cree que es suficiente con la puerta cerrada», lanzó el martes Javier Tebas, presidente de la patronal de clubes, aunque la situación ha cambiado en menos de 24 horas y la preocupación ha ido en aumento como consecuencia de la pandemia. Hasta tal punto de que la Liga está más cerca de la suspensión que de continuar con el calendario previsto con todos sus partidos a puerta cerrada -al igual que todas las competiciones deportivas de gran afluencia-, como decretó el Gobierno «de común acuerdo con las comunidades autónomas».
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En sintonía con el sindicato de futbolistas que preside David Aganzo, la FEF reclama también la suspensión de los partidos de Primera y Segunda durante, como mínimo, las dos próximas jornadas, que en el caso muy probable de que sean aplazadas tendrían hueco en el calendario, ya que, a priori, podrían disputarse el fin de semana del 18 abril que estaba programado para la final de Copa, y los días entre la penúltima y última jornada de la competición. El organismo que preside Luis Rubiales podría acogerse a los Estatutos de la FEF para adoptar la decisión de suspender el campeonato en el caso de que LaLiga no diese su aprobación a la medida. «LaLiga está marcando las directrices que le está dando el Gobierno español», destacó este miércoles Clemente Villaverde, antes de que la FEF ratificase de forma oficial el aplazamiento de la final de Copa entre el Athletic y la Real Sociedad en el estadio de La Cartuja.
«Intentamos asegurar la final con público en la grada, y la próxima semana vamos a consensuar una fecha para que las dos aficiones puedan de nuevo organizarse con tiempo», anunció Luis Rubiales en alusión al partido por el título de Copa. Se ha propuesto la última semana de mayo y, el 30 de dicho mes, es una de las posibilidades para la inédita final copera, aunque precisamente ese día el grupo Extremoduro tiene programado uno de sus conciertos de despedida en La Cartuja, y ni siquiera puede descartarse que el partido sea trasladado a otro estadio de la capital hispalense.
A falta de once jornadas de Liga, tanto en Primera como en Segunda, aunque no se puede aventurar hasta dónde llegarán las restricciones, si se alargarán o endureceran más allá de dos semanas, la final entre Athletic y Real se disputará ya al término de ambos campeonatos (en la división de plata a falta de los 'playoff' de ascenso). Ante la creciente amenaza del coronavierus, LaLiga, cuya esperanza era disputar todos los partidos que quedan a puerta cerrada, ya confirmó sin embargo que había empezado a trabajar en una posible reorganización del campeonato en caso de suspensión.
El primer partido en la historia de la NBA que se disputará a puerta cerrada como consecuencia de la amenaza del coronavirus será el que disputarán este jueves los Golden State Warriors y los Brooklyn Nets. Después de que las autoridades sanitarias de Estados Unidos haya recomendado a la NBA jugar a partir de ahora los encuentros sin público y de que la ciudad y el condado de San Francisco (California) decretasen la medida de suspender actividades con más de 1.000 personas durante dos semanas, los Warriors se convirtieron en la primera franquicia de la liga de baloncesto norteamericana en anunciar el cierre de su cancha, el Chase Center de Oakland, donde tras el encuentro contra los Nets todos los eventos programados han sido cancelados o aplazados hasta el 21 de marzo.
La NBA ya se plantea cambiar algunos partidos de sede, en las ciudades en las que se hayan detectado más positivos, para intentar evitar en la medida de lo posible la propagación de la enfermedad. Entre las medidas que estudia la NBA está disputar todos los encuentros a puerta cerrada, después de haber cancelado los vestuarios de todos los equipos y sus respectivas instalaciones, sólo abiertos a jugadores y empleados hasta nueva orden.
Ningún equipo de la NBA ni de otras ligas profesionales deportivas de Estados Unidos habían hasta ahora cerrado sus puertas al público ni suspendido partidos, aunque el torneo de tenis de Indian Wells sí fue cancelado recientemente. La NBA ya advirtió sin embargo la pasada semana a sus franquicias que debían estar preparadas ante la posibilidad de verse obligadas a disputar partidos sin aficionados en sus pabellones.
En Washington, epicentro del coronavirus en Estados Unidos, se han prohibido eventos con más de 250 personas en, por ahora, tres condados. «Está claro que nuestro estado necesita una posición más vigorosa, exhaustiva y agresiva si queremos frenar la propagación de esta epidemia», afirmó el gobernador de Washington, Jay Inslee. Después de sus declaraciones, los Mariners de Seattle de la liga profesional de béisbol anunciaron que reprogramarían los primeros partidos de la temporada regular del campeonato que debe comenzar el 26 de marzo. «Aunque esperamos volver a jugar al béisbol en Seattle lo antes posible, la salud y la seguridad de nuestra comunidad es lo más importante», reconoció dicho equipo.
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