Messi, ante la tentación china

El chileno del Arsenal es el tercer sudamericano que se ve relacionado con el fútbol chino en una semana, después de que se hablara de un posible traspaso del brasileño Oscar al Shanghai SIPG, por 60 millones de libras unos 71,5 millones de euros, y de las conversaciones del argentino Carlos Tévez con el Shanghai Shenhua. «Hay interés en fichar a Tévez, estamos negociando», reconoció Gustavo Poyet, hasta hace unas semanas en el Betis y ahora en China. La prensa argentina da por hecho que Tévez está a un paso de dejar Boca para irse al Shenhua, que le habría ofrecido un salario de 40 millones de euros por año (79,8 brutos en dos campañas), cuando gana menos de 2 millones actualmente. «Deseamos que siga pero hay decisiones que van más allá de lo deportivo y lo económico», dice Guillermo Barros Schelotto, actual entrenador de Boca, dando por hecho su salida.

El gobierno pide control

Mientras en Barcelona se sigue hablando de su renovación, Leo Messi salió a la palestra como posible objetivo del Hebei. Según Sky Sports, podría llegar a ofrecer 100 millones de euros netos por temporada al argentino, cuyo entorno niega que esté pensando dejar el club catalán. La propuesta sería por cinco años, algo que le convertía durante varios años en el mejor pagado de la historia del fútbol. Curiosamente, la noticia se produce en el mismo momento que el Diario del Pueblo, órgano del Partido Comunista chino en el poder, haya llamado a los clubes del país a controlar sus gastos en el mercado que se inicia el 1 de enero, para mantener su equilibrio financiero a largo plazo ya que ven riesgo de burbuja especulativa, teniendo en cuenta el débil crecimiento de la venta de entradas y productos derivados en relación con la inversión realizada en 2016 (8.000 millones de yuans, unos 1.100 millones de euros).

Las grandes empresas chinas han gastado mucho en clubes de fútbol, en jugadores y en derechos de emisión, respondiendo a la llamada del presidente Xi Jinping, que fijó para su país el objetivo de clasificarse para el Mundial, incluso organizar uno y en el futuro ganarlo. China es el sexto mayor mercado de futbolistas tras Inglaterra, España, Italia, Alemania y Francia, algo que podría cambiar si los clubes finalmente gastan esas fortunas para hacer venir a jugadores extranjeros, con salarios faraónicos (como los más de 10 millones anuales que cobran futbolistas como Ramires, Jackson o Pellé).

Además, las grandes empresas han comenzado a invertir en clubes de las principales ligas. En España, Rastar, fabricante de juguetes, adquirió un paquete de acciones del Espanyol, en una operación que le otorgó el 80% del club; Wuhan Double se hizo con el accionariado del Granada por 37 millones; y el grupo empresarial inmobiliario Wanda compró el 20% del Atlético por 45 millones de euros y será el principal patrocinador del nuevo estadio, mientras que el Manchester City vendió en diciembre el 13% de sus acciones a un consorcio de fondos de investigación, China Media Capital y CITIC Capital, por cerca de 375 millones de euros.