El divorcio entre Simeone y Joao Félix lastra al Atlético

Si a finales del pasado curso Simeone dejó deslizar que esta campaña serían Joao y diez más y mostraba plena confianza en la explosión definitiva del portugués como estrella después de tres campañas con altibajos, ahora la relación entre ambos está rota. Los datos son inequívocos, ya que Joao ha pasado de jugar ocho de los nueve primeros partidos de titular a ser suplente en los cuatro últimos, con una participación residual de solo 29 minutos en ellos.

La semana pasada, el luso ya mostró sus quejas en Brujas con aspavientos hasta que entró en escena a falta de un cuarto de hora. Frente al Girona, salió en el tramo final y su actitud indolente recibió abucheos desde la grada. La situación se agravó este miércoles, con motivo de la visita de los belgas a Madrid. Joao calentó en tres ocasiones y pareció que iba a jugar, pero al final Simeone decidió que Witsel sería el quinto cambio y que Joao iba a quedarse inédito pese al empate a cero en el marcador. El 7 puso mala cara y, camino del banquillo, tiró con desprecio el peto a la zona técnica. Luego, lo que quizá es todavía más grave, no acudió con sus compañeros a aplaudir a la hinchada rojiblanca.

El Cholo considera que los méritos mostrados en el campo de juego y de entrenamiento por el que debería ser su jugador estrella no están acorde con su calidad y con su coste de 128 millones, el fichaje más caro en la historia del Atlético. La competencia en el ataque colchonero es brutal y en este momento Griezmann, ya sin el minutaje limitado por temas contractuales y económicos, Correa, Morata y Cunha están por delante del 'Menino'.

Con un total de 29 goles como rojiblanco, Joao Félix no es el jugador diferencial que se pensaba cuando se acometió su fichaje. Pero no debe ser un problema solo del Cholo porque con Fernando Santos tampoco es titular con Portugal, donde solo ha marcado tres goles.

De cara al futuro, al Atlético se le presenta un serio problema, más aún si el equipo no supera la primera fase de Champions y deja de ingresar en torno a 25 millones. Por un lado, cada vez son más los críticos con Simeone, que podría estar viviendo su última temporada en el Metropolitano aunque tiene contrato hasta 2024 y es el técnico mejor pagado del mundo, con un salario de 3,3 millones brutos mensuales.

En el caso de Joao, quien tras el último duelo ante el Brujas dio un «me gusta» a un mensaje que le pedía su vuelta al Benfica, «donde se le respeta», se presenta un dilema. Asumir el fracaso y venderle por una cantidad que no llegará ni de lejos a lo que se pagó por él, ya que su valor actual según 'Transfermarkt' asciende a 70 millones, o sostenerlo a pesar de su evidente descontento y a que la convivencia es cada día más difícil. Su contrato expira en 2030 pero, según algunas fuentes, está decidido a cambiar de aires en el mercado de invierno, tras el Mundial de Catar.