La Gimnástica pasa con intriga a semifinales

El partido no pudo comenzar de peor manera para los blanquiazules: encajando un gol en la primera acción ofensiva del rival. Corría el minuto 3 del encuentro cuando tras una acción colectiva del Sariñena, con los jugadores locales todavía tomándole el pulso al partido, Lucho consiguió poner por delante a su equipo. Fue un tanto que tomó por sorpresa a los futbolistas de casa y que dejó fría la grada del Malecón, que contaba con tener que afrontar un choque más tranquilo, no con la necesidad de buscar la remontada.

El tanto en contra condicionó el partido de la Gimnástica. Obligada a buscar el gol del empate, hubo de esforzarse en las jugadas de ataque, imprimiendo mayor intensidad. Se enfrentó, además, a un oponente muy ordenado en defensa al que el gol de imprimió una energía extra. Sin complicaciones atrás, los jugadores aragoneses se aplicaron en la presión sobre los centrocampistas gimnásticos. Con el paso de los minutos, hasta llegar a la media hora de juego, el equipo de Raúl Pérez imprimió más ritmo a su futbol y generó oportunidades, pero no hubo ocasiones claras para igualar. Las mejores, a balón parado, gracias a un par de lanzamientos de falta de Cano y Borja Camus.

El Sariñena, consciente de su ventaja, se echó atrás, donde se sentía más cómodo. Juntó líneas y renunció al ataque, tratando de llegar al descanso con un resultado que les venía de perlas. Solo tenía que defenderlo, aunque era consciente de la dificultad de la empresa, porque la Gimnástica creaba peligro en cada aproximación al área, sobretodo en las incorporaciones de Fer por la banda.

Los últimos minutos antes del descanso fueron los más intensos de la primera mitad, con la Gimnástica volcada sobre la portería de Pedro Armañac. La mejor oportunidad llegó de nuevo a balón parado, primero con un lanzamiento de falta y después con un saque de esquina. Desgraciadamente para la Gimnástica, ninguna de ellas sirvió para conseguir el anhelado empate.

La Gimnástica comenzó el segundo tiempo con la misma intensidad con la que terminó el primero. La posesión de balón era suya, pero carente de profundidad y, por tanto, inofensiva. Su juego, intermitente, apenas logró encontrar espacios en una defensa rival bien organizada. El Sariñena, centrado en aguantar, renunció al ataque y asumió pocos riesgos. Esa apuesta no le salió bien, porque en una de sus arrancadas los torrelaveguenses consiguieron el empate. El protagonismo le correspondió a Hugo Vitienes, que le pegó al balón con fuerza tras un centro de Fer y lo puso fuera del alcance de Armañac.

El tanto del interior derecho cambió el rostro al partido. Hasta el Sariñena, que tuvo que adelantar sus líneas. Eso le costó el segundo gol, que consiguió, con la involuntaria colaboración del portero, el recién incorporado al partido Jordi Vidal, que no pudo tener mejor debut con el equipo en la Copa Federación. El tanto del canario dio un gran impulso al juego local que, no conforme con el segundo, buscaba con ambición otro tanto más. Y lo consiguió. Fue Mario quien marcó tras recoger un rechace del portero a un cabezazo de Primo, que había recibido un centro de Camus desde la banda. El capitán ganó la partida a los defensores visitantes y no tuvo piedad con Armañac.

El último cuarto de hora del partido fue el más tranquilo para la Gimnástica. El equipo de Los Monegros, noqueado por los tantos gimnásticos, se quedó sin capacidad de reacción. Lo había tenido al alcance de la mano, pero el encuentro se le hizo demasiado largo. Aguantó poco más de cincuenta minutos; sin embargo no le llegó el combustible, ni en el aspecto físico ni en el táctico. Lo cierto es que no fue mejor que los torrelaveguenses y, cuando estos pisaron el acelerador, quedaron a su merced. No obstante, le dieron un toque de atención a la Gimnástica que le puede venir bien para las semifinales, donde el rival será un conjunto de mayor entidad.