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R. ERRASTI | M. VIDART
Madrid | Santander
Viernes, 22 de marzo 2019, 07:16
«Es uno de los delanteros que en mejor estado está y no sólo por los goles. Actitud, cualidades técnicas... Juega en una posición en la que creo que influyen el estado de ánimo y la situación actual. Le veo mucho potencial y capacidad de ... mejora». Son palabras de Luis Enrique sobre Jaime Mata (Madrid, 1988), que vive en Getafe el mejor momento de su carrera y está disfrutando del éxito en la élite tras años de trabajo duro en los que parecía que el fútbol profesional iba a pasar de largo.
Mata es madrileño, aunque su vinculación con Cantabria es grande. «Mi madre es de Valderredible. Y tenemos una casa familiar en Mogro. Desde que nací veraneo allí. Me tira mucho Cantabria». Ahora mismo, instalado ya en la élite del fútbol, apenas puede «una semanita». La playa de Valdearenas es su lugar preferido para olvidarse del balón, «aunque siempre depende del tiempo», reconoce entre risas. «Y si hace malo, pues a andar por la costa, que hay un montón de pueblos». Liébana y los picos de Europa también es una zona que le entusiasma, pero la playa es por ahora el mejor lugar para Teo, su pequeño que aún no tiene dos años. «Que empiece a disfrutar del norte», afirma su padre.
La presencia de Jaime Mata en la selección es una señal de esperanza para todos esos jugadores que han pasado por el fútbol modesto con la ilusión de poder llegar a lo más alto. La suya ha sido una carrera llena de obstáculos. «Ves el largo camino que he tenido que recorrer y eso hace que esté disfrutando estos días con la selección a tope», cuenta un jugador que arrancó su carrera cerca de la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. Cuando allí se entrenaba la campeona de Europa antes del Mundial de Sudáfrica Jaime Mata estaba en Tres Cantos, club que se había fusionado con el mítico Pegaso madrileño.
📺 DESDE DENTRO | Acompañamos a @mata_jaime9, flamante internacional del @GetafeCF, en su primer día con nosotros. ¡Un sueño hecho realidad!🤩#UnidosPorUnRETO pic.twitter.com/2kQxhPVqpC
— Selección Española de Fútbol (@SeFutbol) 18 de marzo de 2019
Vivió los impagos en Tercera, en plena crisis, y la plantilla tomó iniciativas diversas para llamar la atención. Una fue bajarse los pantalones como señal de protesta antes de un partido o posar en el vestuario de La Foresta mostrando el número de cuenta del club, por si alguien podía ayudarles. «Vino la prensa y todo el mundo supo lo que estaba pasando en el mundo del fútbol. Era una época dura por la crisis. Muchos presidentes de clubes venían del mundo de la construcción y hubo impagos. Yo era joven y no cobraba casi nada al ser del pueblo, pero tuve suerte de que me pillase en casa de mis padres», recuerda el delantero madrileño. Desde entonces nueve veces ha cambiado de club desde 2010 y nunca hubo un traspaso. Siempre llegó a su nuevo destino a coste cero. Algo muy diferente a lo que han vivido sus compañeros de ataque en la selección, como Rodrigo Moreno o Álvaro Morata, que suma más de 100 millones en sus traspasos.
Así protestaba el Pegaso Tres Cantos en 2009 por impagos. La parte más dura del fútbol.
— Pablo Pinto (@PabloPintoDep4) 15 de marzo de 2019
Hoy, el segundo por la derecha, Jaime Mata, ha sido llamado por la Selección Española.
Que nunca te digan que no vas a llegar. pic.twitter.com/kNsfPxzhxZ
Comenzó un peregrinar en clubes de Madrid (Rayo B, Socuéllamos y Móstoles) pero sin perder la cabeza, siendo consciente de que vivir del fútbol era una quimera. Tras dejar Derecho optó por hacer dos grados (Administración y Finanzas primero y Comercio Internacional después) de Formación Profesional. Los sueldos en Tercera y Segunda B daban para vivir al día, pero a los 25 años tomó la decisión de apostar para saber si valía para el fútbol o debía empezar a trabajar en otro sector. Con tanto trajín, nunca surgió la opción de venirse a Cantabria a probar suerte en el fútbol. «Nunca he tenido contacto con clubes cántabros». Aunque está al tanto de la trayectoria del principal club de la región. «Al Racing le sigo siempre».
No ha notado el salto final a Primera. Sus 13 goles en Liga (lleva otros dos en Copa) le convierten en el Zarra como mejor artillero español, y suma seis asistencias en un Getafe que está peleando por la Liga de Campeones. El lunes, antes de su gran día, Jaime fue a la peluquería. No quería desentonar aunque después lo que se ha encontrado le ha sorprendido. «El ambiente en la selección es fabuloso. Los compañeros me han felicitado. El trato es muy cercano. Estoy muy contento por haber llegado hasta aquí. Sólo quiero disfrutar con la absoluta. No he venido a pasar el rato. Quiero aprovechar la oportunidad», avisa.
En la selección, ha coincidido con el cántabro Sergio Canales. Hasta ahora, se conocían como rivales en el campo. «Debutamos los dos en una concentración de la selección, pero él sí conocía a más gente, con la que había coincidido en las categorías inferiores. Está atento a mi adaptación y tenemos amigos comunes, como Alberto Guitián, que juega ahora en el Zaragoza».
Su padre Carlos reconoce que su hijo «está como en una nube». Los que mejor le conocen dicen que es humilde, con los pies en el suelo y hombre de principios. Que mantiene los amigos de toda la vida. «La gracia es no buscar una meta, no buscar llegar a nada. Pensar que donde estás es lo máximo y disfrutarlo». Llegados a este punto, no hay vértigo alguno. «He estado con muchos entrenadores, cada uno con su estilo, y siempre me he adaptado. Luis Enrique me ha dicho que esté tranquilo, que he llegado por méritos propios. Así que a disfrutar y a pelear». Y lo tiene claro: «Si debuto contra Noruega y marco un gol, me vuelvo loco».
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