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Los argentinos, exultantes. Los franceses, no tanto.Se agarraban la cabeza: Montiel acababa de marcar el cuarto tanta de penalti y las esperanzas de los blues se esfumaron. Cientos de aficionados de una y otra selección disfrutaron del partido en sus respectivas sedes cántabras. ... Los argentinos en El Bulín de la Tasca y los franceses, en el Perretxico, a unos cien metros. Allí unos cincuenta galos que se encuentran de Erasmus en Santander, disfrutaron y sufrieron con su selección. «Es una pena, pero esto es un juego» decía Pierre. Al lado su amigo Leo Faourcaud, reconocía que «ellos son muy buenos. No nos importa perder con los argentinos».
Sentadas en unas escaleras que subían al comedor del local, ya que no había más espacio para ver la televisión, Clotide, Katia, Celire, Camille y Heloise, ponían cara de circunstancias. «Pudo ganar Francia, pero ha tenido más suerte Argentina», se lamentaban.
Mientras La Tasca, que se ha convertido en templo para muchos aficionados argentinos, rebosaba buen ambiente. Comida y bebida volando. Pasiones desatadas. Camisetas y bufandas albicelestes en un local que, como hace seis días después de la victoria de Argentina frente a Croacia, se llenó. En esta ocasión, aún con más puesta en escena. Petardos y música para dar color y sonoridad a la celebración. Las banderas de Argentina, las bufandas y algunos gorros con los colores blanco y azul dieron aún más ambiente. Mucho joven, pero también familias y algún veterano.
Sufrieron los australes, que vieron con nerviosismo un partido que parecía ganado y les empataron.Gestos de nerviosismo y tensión. Prórroga y ansiedad calmada o avivada, según el caso con refrescos y cerveza en El Bulín de la Tasca.En el Perretxico también agua los estudiantes, pero en todas partes bebidas que desaparecen rápidamente. Gritos con el gol de Messi en la pizzería y nueve minutos después celebraciones que se trasladan de local. Los dueños del establecimientos pide que se grite más bajito, para no molestar a los vecinos.
'Anulo Mufa' y 'Elijo creer', gritaban los argentinos. En base a esta última, buscaban coincidencias o similitudes respecto a los otros mundiales ganador. La otra, 'Mufa', está relacionada con la superstición y se utiliza cuando se quiere dar mala suerte a alguien o algo, explica Emilio Quattrocchi, un seguidor de la albiceleste que no ha dejado de ver ninguno de los partidos del mundial de Qatar.
«Esto es la felicidad completa», se emocionaba Andrés Lavezzi, junto a su compañero Jordán Iglesias, hincha también del Racing, pero del de Avellaneda. «El de Santander está hermanado con el de Avellaneda y versionan muchas de sus canciones», decía mientras sus paisanos entonaban la versión del equipo sudamericano: 'Muchachos traigan vino'.
Llegan los penaltis. Acierta Mbappé y después Messi, pero fallan los dos siguientes los franceses.Salida en tromba a la calle y comienzan los cánticos. Entre la multitud, algunos advierten: «¡Sin romper nada!». El 'We are the Champions' suena a todo volumen.
A alguna le sorprendió la celebración de paso por Santander.Era el caso de una hincha de los ches residente en Madrid, pero se encontraba en Santander junto a su marido y su hijo, Joaquín, ante los que reconocía a lágrima viva: «Siento mucha emoción; nunca en los cinco años que llevo fuera de mi país he sentido tantas ganas de estar cerca de casa».Ya se sabe, el fútbol levanta pasiones.
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