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España tuvo posesión, pero no generó prácticamente ocasiones ni fue capaz de generar situaciones de peligro.En ciertos momentos, la circulación lenta de balón permitió varios acercamientos marroquíes. Finalmente, tras acabar la prórroga en tablas, España no estuvo a la altura en la tanda de penaltis.
La tendencia que se mostró frente a Japón no cambió contra Marruecos y con ella llegó lo que se podía prever con ese escenario: el desastre. Para ganar, y más en una Copa del Mundo, hay que arriesgar.Sin embargo, este equipo no ha asumido riesgos ni siquiera en la tanda de penaltis que terminó con la eliminación.
Tanto todo, para nada.Así termina el poema de José Hierro 'Vida'. Podría aplicarse al Marruecos-España. Cuando un líder se posiciona en los extremos y tensa la cuerda los resultados suelen ser más imprevisibles que cuando se opta por el camino del medio. La distancia de Luis Enrique en rueda de prensa parece haber sido la de él con sus jugadores.
Ante un equipo en el que su delantero centro se convierte en un defensa más, con once jugadores metidos atrás, en su propio campo, las pocas opciones que quedan son recurrir al regate cuando el balón está en banda y a las paredes entre los compañeros. No se hizo, y así resulta muy complicado hacer un gol.
No pudo ser. La selección española ha continuado con la misma estrategia del partido anterior frente a Japón, en el ya que se echaron en falta muchos más remates a portería. Es una pena que se haya tenido que llegar a la tanda de penaltis para terminar la participación en el Mundial de esta manera.
España fue el único que quiso proponer algo durante el partido ante una Marruecos que dejó toda la iniciativa a La Roja.Ha sido una pena no haber podido ver a Dani Sarabia durante más tiempo, pero el fútbol tiene esos caprichos y la tómbola de los penaltis cayó del lado marroquí.
Durante el partido no merecimos ganar y en los penaltis merecimos perder. El fútbol se genera en el centro del campo, pero se gana en las áreas. La falta de contundencia defensiva nos obliga a ser lentos y previsibles en la circulación. Y en ataque no hemos ganado ni un duelo individual por falta de calidad.
La sensación que deja el partido es de tristeza.La verdad es que lo que he sentido ha sido, en líneas generales, una gran decepción. En cuanto a lo que ha sucedido en la tanda de penaltis, ha sido algo que, sinceramente prefiero ni siquiera comentarlo. La verdad es que es una gran faena caer de este modo.
El partido contra Marruecos ha seguido en la línea de los anteriores: mucho control de balón, pero sin profundidad.Después, la falta de acierto en los penaltis nos ha dejado definitivamente fuera del Mundial. Después de lo que hemos visto, solo nos queda felicitar a los marroquíes por su pase.
Ganó Marruecos porque se jugó a lo que quiso Marruecos. Su estado físico ha sido fundamental para aguantar los 120 minutos sin bajar nunca la intensidad.Al final llegó lo que llaman la 'lotería de los penaltis', pero ganan las tandas y pasan de ronda los que tiran bien los penaltis. Lo demás son frases hechas.
Estamos en casa por una sencilla razón: Porque no merecemos más. El equipo ha ido de más a menos durante toda la competición y la eliminación es la consecuencia evidente. En un partido muy flojo, España no ha sabido plantar cara a un equipo como Marruecos, que lo único que hizo fue defenderse.
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