Raúl Domínguez: «Mi paso por el Racing no salió como quería, pero ahora tengo otros desafíos»

A Domínguez le llega esta oportunidad después de tres años sin competir. «No lo planeé así, pero ha salido». El cántabro salió del Racing por la puerta de atrás sin merecerlo. Llegó al equipo con un buen cartel y en un momento crucial para su carrera. «Fiché con idea de jugar, aunque el fútbol es el fútbol, pero realmente no salió bien. Me comprometí por tres temporadas y podía haber firmado cuatro, pero no lo vi bien y esto continúa», admite. Es sincero consigo mismo y descarta «la mala suerte. Todo fue una consecuencia. Quería volver al fútbol profesional, qué mejor que hacerlo en el equipo de mi tierra y finalmente no pude competir. Me alegro que ahora al Racing le haya ido bien». El pasado mes de noviembre, sus abogados y los del club verdiblanco llegaron a un acuerdo para liquidar su relación y un apretón de manos selló para siempre aquella época.

«Desde entonces apenas jugué al fútbol», añade. Y en esa tesitura, a Raúl le dio tiempo a pensar en muchas cosas. Mientras resolvía el conflicto con el Racing y buscaba acomodo en el Segunda B para emprender un nuevo desafío, aprovechó para acabar los estudios universitarios. Y entonces llegó la llamada que siempre esperó. «Es lo más satisfactorio que hay; ver progresar a los niños, verles crecer, mejorar... Eso es algo que enriquece y siempre me ha parecido una prioridad», reconoce Domínguez. Ya en su etapa como racinguista llegó a confesar que una vez que dejase de ser futbolista, la docencia y la responsabilidad de hacerse cargo del trabajo con los más pequeños sería «una de las salidas profesionales» en el futuro. Y la oportunidad le llegó en casa. «Tenemos las mejores instalaciones, que son la envidia de toda Cantabria, tenemos a las personas, que es lo más importante, y ya hemos hecho cosas interesantes y las que haremos. Ya estamos preparando la campaña que viene».

Domínguez alternará el traje y el chándal; por la mañana afrontará las labores de oficina y por la tarde las de técnico. Desde febrero, que cogió las riendas de las escuelas deportivas de Cayón, ha hecho un poco de todo: «Organizamos la Milla de Cayón, que reúne a un grupo de los mejores atletas del país, la Gala del Deporte, y en mi caso dirigí un equipo de peques y también al equipo juvenil de Liga Nacional, pero eso ha sido circunstancial. El año que viene será distinto».

Después de su trayectoria, que le permitió jugar en la cantera del Sporting de Gijón y quedarse a las puertas de la Segunda División con el Sestao -con Ángel Viadero como entrenador-, además de su infructuoso paso por el Racing, es evidente que en su nuevo desafío se le exija, pero está preparado: «Estamos expuestos, eso sí lo sabemos. Tanto yo como Luis Fernández, que después de 300 partidos en Primera ahora le toca dirigir al equipo de su pueblo, pero esto es el fútbol y lo que nos gusta», señala con ganas de que empiece una temporada llena de novedades. Al Cayón también regresan Pablo Goñi y Rodrigo «y algunos chavales de la cantera subirán, porque de eso se trata, de que vayan saliendo los chavales».

«Al final lo que toca es cuidarse como si fuera otro equipo, descansar, competir y tratar de dar el máximo. Y dónde mejor que en el equipo de casa. No tienes lo medios que quizás tendrías en otros equipos de categoría superior, pero al fútbol se juega igual», concluye.