Peláez: «Toca ser serios y tomar medidas coercitivas fuertes»

A juicio de Peláez, esas medidas coercitivas deberían ser el último recurso. La educación debiera paliar problemas como este, pero eso llegará «a largo plazo». Mientras tanto, tocan esas medidas coercitivas «que habrá que aplicar de forma muy seria. Yo abogaría por una legislación que sería muy coercitiva, con sanciones muy fuertes». Y es que que la actual «es lenta para lo que el problema requiere. Pasarán seis o siete años para que los culpables sean juzgados».

El lunes, Xavi Hernández, entrenador del Fútbol Club Barcelona, señalaba sin ningún miramiento que lo que habría que hacer en estos casos es «parar el partido». Peláez considera que una medida como esa sí puede tener efecto. «Porque hará pensar al resto de aficionados y que así se señale a los culpables de estos actos. Es difícil que entre 80.000 personas se pueda controlar a todas. Pero si lo que hace el compañero de al lado puede suponer que uno se pierde el partido...».

Las medidas a adoptar deben tener la intención de que sobre todo «los chicos jóvenes» sean conscientes de que «el insulto» o el maltrato «de palabra y obra» a otras personas «no es el camino». Aunque también es consciente de que «a la gente que no respeta a nadie, a esos ya les puedes decir misa».

El presidente de la Real Federación Cántabra de Fútbol señala la causa probable de que la gran mayoría de estas noticias se relacionen con el fútbol y no con otros deportes. «Es que no tienen la misma repercusión que tiene el fútbol», aduce. «La masa de gente más importante la mueve el fútbol. A la vez, jugar en un campo al aire libre da lugar a este tipo de situaciones».

Por su parte, el presidente del Comité Técnico de Árbitros de Cantabria, Adolfo Vázquez Veiga, cree que en el fútbol doméstico cántabro los episodios de racismo no se han dado y si han ocurrido, no han trascendido. Existen las protestas, asociadas con improperios por parte de familiares y espectadores, pero no pasa más allá a las quejas en torno a las decisiones arbitrales. «En cuanto al tema racismo, por fortuna en Cantabria no hemos tenido ningún atisbo ni conato ni referencia alguna. Y espero que siga siendo así».

Por último, el presidente del Racing, Alfredo Pérez, estima que «la sociedad no puede tolerar que haya comportamientos y actuaciones racistas en ningún ámbito de la vida. El deporte y el fútbol tienen que servir para unir, para compartir buenos momentos, para divertirse, para animar sin descalificar… Afortunadamente, esa actitud deleznable proviene de una minoría que no representa a las aficiones de ningún club». El mandatario recuerda el caso de Koné. Y, aunque él aún no había entrado en la directiva, destaca que «nuestro club y las instituciones apoyamos decididamente al futbolista, que vivió unos duros momentos fruto de ese ataque racista que fue condenado por toda la sociedad. Confío en que se tomen todas las medidas necesarias para que no vuelvan a repetirse hechos como este».