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«Un desastre». Un despropósito». «Una vergüenza». «Una falta de respeto»... Ante tales calificaciones, poco más se puede decir. El sentir de la gran mayoría de las peñas y aficionados consultados por El Diario sobre la posibilidad de que el fútbol regrese a puerta cerrada ... coincide absolutamente. Para todas ellas si esto ocurre será un atentado contra la parte más importante sobre la que se sustenta este deporte: el público. Sin ninguna excepción abogan por esperar a que las autoridades sanitarias permitan con garantías la vuelta con los estadios abiertos, «y sólo si esto es imposible, entonces y solo entonces», solicitan la devolución porcentual del importe del abono que no podrán disfrutar.
Los principales colectivos verdiblancos están indignados con la medida que baraja LaLiga como único salvoconducto para la reanudación del campeonato. «Es un auténtico despropósito empezar sin público, porque el fútbol sin público no es fútbol. Ni más ni menos», asegura Gonzalo Rodeño, presidente de Ojáncanos, quien tiene clara la razón de este regreso tan especial y tan inaudito. «Poderoso caballero es don dinero. Si se vuelve, parece que se van a saltar todas las predicciones y consejos de las autoridades y sin aficionados esto no tiene nada que ver». En la zona oriental de Cantabria, el pensamiento es el mismo. Francisco Martínez, presidente de la peña Núkleo Asón, también califica de «desastrosa» la posibilidad de que los estadios estén vacíos durante las once jornadas que quedan para dar carpetazo a la temporada 2019-2020. «Si el fútbol es un espectáculo y los futbolistas son los actores, no es comprensible que el espectáculo continúe de espaldas a sus aficiones», añade. Martínez, que insiste en que «no se entiende una decisión así», y señala que «el fútbol se diferencia de una empresa normal en que tiene detrás una afición y si se le da la espalda, pues no debería quejarse más adelante cuando no se consuma su producto». Y va más allá el mandatario en la expresión de su profundo enfado y malestar por lo que se barrunta. «Está claro que cuando nos venden el fútbol, nos lo llaman sentimiento, pero cuando lo compras, es un negocio».
En la misma línea se posicionan Concanos y Aúpa Racing. El primero de los colectivos se expresó ayer de manera conjunta a través de unas líneas consensuadas por sus miembros. En el primer punto de su escrito se muestran muy duros. «El fútbol profesional ha pasado de ser un disfrute del pueblo a ser un negocio privilegiado que pasa por encima de Gobierno y pandemias». De la misma manera, señalan que «ese negocio ha logrado expulsar al alma del fútbol, los aficionados, en aras a un lucro indecente». Aúpa Racing, por su parte, no duda en afirmar que «es una vergüenza jugar a puerta cerrada y que es una sinrazón jugar tal y como están las cosas. Una cabezonería de Javier Tebas, presidente de LaLiga». La peña santanderina señala a una complicidad entre «LaLiga y el Consejo Superior de Deportes para que se juegue sí o sí». El colectivo insiste en que «el fútbol no es algo esencial y no debe volver sin garantías, y eso impide que en los estadios haya público, que es la base del fútbol». Es tal la indignación, que propone «una medida de boicot a las televisiones, para que tengan la menor audiencia posible para todos».
Por su parte, la Asociación Unificada de Pequeños Accionistas (AUPA) también coincide en que «no debería jugarse lo que queda». Pero no solo los colectivos piensan así, también los socios y entre ellos uno de los más representativos, Pepe Barros, abonado número 9. «No, no lo veo. No me gustaría nada. Parece que se tiene que terminar la temporada a costa de lo que sea». Barros no es ajeno a que se trata de un negocio en el que «se maneja mucho dinero y, por desgracia, está por delante de otras cosas».
En cuanto al modo de proceder por parte del Racing si finalmente se regresa -como parece que será- con los estadios cerrados, la totalidad de los colectivos encuestados responde lo mismo. «Deben devolver la cantidad proporcional de los partidos que nos van a impedir estar en El Sardinero». Rodeño (Ojáncanos) explica que «o bien con un bono por el dinero correspondiente a esta temporada o bien con un vale para descontarlo del abono de la que viene». Sin embargo muestra su extrañeza porque «aún no nos han dicho nada ni se han acercado a nosotros». Concanos no ve «otra opción razonable que no sea reembolsar el porcentaje que corresponda a lo que queda de Liga».
Núkleo Asón insiste en que «el club debería apoyar a los socios», lo mismo que Aúpa Racing, que repite una y otra vez que «lo más importante es que existan garantías y parece ser que no las hay del todo. Si hay riesgo para los aficionados también para los futbolistas... No debería jugarse y si se hace sin aficionados, por supuesto, que se devuelva el dinero que no se va a disfrutar». Barros ve como mejor opción «que se compense al socio de cara a la próxima campaña», mientras que Antonio Sainz entiende que «hay gente que quizá no pueda», pero en su caso, «puedo permitirme que no me lo devuelvan. Ayudaré al club en lo que pueda».
Aunque las prioridades pasan ahora por garantizar la seguridad ante el Covid-19, en Tercera los clubes dependen y mucho del respaldo de sus incondicionales ya que, sin televisiones, de los abonos sale una buena proporción del presupuesto. Es cierto que se trata de un problema de causa mayor, pero también es verdad que el aficionado tiene derecho a reclamar lo que es suyo», dice el presidente de la peña gimnástica Socarreña, Fernando Fernández, «pero, por mi parte, no voy a pedir la devolución del dinero». «Aquí entran ya factores como la empatía, la fidelidad y la necesidad de cada afectado. Pero también se va a ver a esos que se dan golpes de pecho si son muy gimnásticos o no», aunque recalca «que yo respeto cualquier decisión que tome el socio». Entiende que los encuentros se jueguen a puerta cerrada: «Lo importante es que los televisen». Lo que no aceptaría es que «no jugásemos la fase de ascenso».
El presidente de la Peña Charlenianos del Laredo, Manuel Palacios, dice que «cada socio tiene su propia opinión, por eso habrá quien valore si tiene que reclamar esa parte proporcional o no. Personalmente considero que no se puede reclamar, dadas las circunstancias tan atípicas». Es partidario de que no se juegue «de ninguna manera, ni a puerta cerrada ni abierta», ya que considera muy prematuro comenzar sin tener asegurado el control del coronavirus. «Por la forma que se contagia la enfermedad y el nivel amateur que hay en Cantabria, es mejor no jugar por la seguridad de los propios jugadores y de sus familiares y de todo el personal que hay alrededor del club», concluye.
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