Las plantillas de Laredo y Tropezón se someten al test del coronavirus

Era el gran día. Dos meses y medio después, los jugadores -algunos reconocían ciertos nervios-, cuerpo técnico y personal del Laredo y Tropezón se vieron las caras tras el confinamiento. Las imágenes fueron las habituales en estos días. Los miembros de los dos equipos lucían mascarillas y guantes en su llegada al centro médico. Si bien no se vistieron de corto, los integrantes de ambos equipos compartieron un rato realizándose los test rápidos costeados por la Federación Cántabra de Fútbol con los que evaluar el estado de salud de los jugadores frente al Covid-19.

Tanto el conjunto pejino como el de Tanos han inscrito un total de 36 personas para realizar el test serológico, si bien ayer fueron 30 de cada equipo los que pasaron la prueba y el resto -seis-, lo harán el próximo lunes. El Charles incluyó en estas pruebas a cuatro jugadores del equipo juvenil, mientras que el cuadro taniego, a tres. Mañana jueves será el turno de los otros dos equipos que jugarán el playoff, Rayo Cantabria y Gimnástica.

Los jugadores se sometieron individualmente a las pruebas y los resultados de los test serán tratados con el máximo rigor y respeto, evitando de este modo que trascienda el nombre de cualquier miembro del cuerpo técnico, futbolista o personal del club que haya dado positivo. Si en alguna de las pruebas surge un positivo, este caso será remitido de forma confidencial al responsable médico de la Federación y al responsable a estos efectos designado por cada club. En el caso de que cualquier jugador o miembro del 'staff' haya dado positivo por coronavirus no se le permitirá entrenar y deberá seguir la preceptiva convalecencia y cuarentena. El mismo protocolo que se aplica a todos los equipos desde que comenzó la ronda de pruebas a nivel nacional.

A partir de las 16.00 horas estaba convocado en el centro médico que la Federación Cántabra tiene en el Polígono de La Esprilla, el Laredo y dos horas más tarde el Tropezón, donde con todas las precauciones recomendadas accedieron a las instalaciones. Primero, un grupo de seis jugadores. Posteriormente y cada quince minutos fueron entrando grupos de tres personas para realizar los test del Covid-19. En las inmediaciones de la clínica se vieron corrillos, guardando las distancias, entre los futbolistas, el cuerpo técnico y también personal de los clubes. Casi todas las conversaciones giraban en torno a ese playoff exprés para el ascenso a Segunda B que jugarán a partir del 18 de julio si finalmente las autoridades sanitarias lo permiten.

Los resultados los conocerán los cuatro clubes -Laredo, Gimnástica, Rayo Cantabria y Tropezón-, el viernes por la mañana y con los datos en la mano ya podrán comenzar los entrenamientos en grupos reducidos y previstos para esa misma tarde. Además han de extremar las precauciones no solo para protegerse del coronavirus sino también de las lesiones en la vuelta al trabajo, ya que el protocolo de Sanidad requiere que los servicios de fisioterapia o masajes se limiten «a lo completamente indispensable para evitar lesiones».

A pesar de que los jugadores ya han podido trabajar individualmente, los preparadores físicos ven fundamental la vuelta a la normalidad del trabajo en grupo. Aunque para futbolistas que no son profesionales del deporte y que lo compaginan con otros trabajos cumplir con todos estos requisitos sea duro, jugadores, técnicos y directivas están listos e ilusionados para buscar el objetivo del ascenso.

Tanto Laredo como Tropezón deberán someterse a otra prueba idéntica en la previa del encuentro correspondiente a la semifinal del playoff exprés del próximo 18 de julio, en la que se enfrentarán ambos equipos.