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Enzo Lombardo conduce el balón en el partido frente al Sporting. Daniel Pedriza
La propuesta de la Federación para terminar sus competiciones no aclara el futuro del Racing
Fútbol | Racing

La propuesta de la Federación para terminar sus competiciones no aclara el futuro del Racing

LaLiga no está dispuesta a eliminar los descensos y el club cántabro permanece a la espera de novedades

Viernes, 17 de abril 2020, 07:15

La distancia entre Segunda B y el fútbol profesional es como el muro de Juego de Tronos. La guerra entre el presidente de LaLiga, Javier Tebas, y el de la Federación Española, Luis Rubiales, separa dos mundos diferentes, pero comunicantes. Que se lo digan al Racing, que casi acaba de regresar al fútbol profesional y puede caer de vuelta al abismo en un año. Así, la propuesta de la Federación Española para finalizar las competiciones en Segunda División B y Tercera no afecta a día de hoy al equipo verdiblanco, pero podría hacerlo la próxima temporada, si el conjunto dirigido por José Luis Oltra no logra la permanencia. Eso sí, todo son pasos a tientas y todo va a depender del maldito bicho. Ya lo dijo Irene Lozano, presidenta del Consejo Superior de Deportes. La última palabra en todo esto no la tienen ni Tebas ni Rubiales. El Gobierno pondrá fecha al retorno.

Aquí cada contendiente tiene su fortaleza y dentro de sus murallas manda el jefe. Lo que hay en medio es tierra yerma. Ayer la Federación Española dio a conocer cómo repartirá las plazas para las competiciones europeas. Puede hacerlo, porque dan acceso a torneos auspiciados por la UEFA. Pero no tiene la misma potestad para decidir sobre la empresa que dirige Tebas y que agrupa a los 42 clubes profesionales. Y éste, por su enfrentamiento personal con el máximo dirigente del balompié patrio, tampoco acepta consejos ni negociaciones. Por eso, que vaya a haber descensos o no de Segunda a Segunda B es una auténtica incógnita. Así pues, el futuro del Racing es una interrogación enorme.

Si uno atiende a declaraciones del presidente de LaLiga, habrá descensos. Sigue empeñado en terminar la competición y no está dispuesto a llevar a cabo un sistema similar al propuesto por Rubiales para las competiciones no profesionales, regidas por la Federación. Vamos, que se niega a 'indultar' a los descendidos y a determinar los ganadores por una vía exprés. Quiere que se juegue todo, por motivos económicos. Hay mucho dinero en juego. Eso, a priori, perjudica al Racing, porque es el colista, a siete puntos de la permanencia, y todo lo que sea luchar por la salvación a once jornadas del final de la competición se antoja a reto de gigantescas dimensiones. Por eso, que no hubiese descensos, sería un regalo caído del cielo para los verdiblancos. Y, por qué no, después de tantos años de penar, tampoco sería desmerecido aunque las arcas de la entidad de los Campos de Sport también se verían damnificadas por el parón.

La Federación sí puede otorgar las plazas que dan acceso a las competiciones organizadas por la UEFA

jurisdicción

El problema para Javier Tebas es que los acontecimientos no se suceden al ritmo que él desea. Pese a su negativa a parar la competición y su intento de que los partidos se disputasen a puerta cerrada, finalmente la realidad y el Estado de Alarma se quedaron con el balón. Y su reiterada postura de que hay que terminar los campeonatos dependerá de la evolución del coronavirus. La pelota está en el tejado del maldito bicho. Y ya se lo recordó hace unos días la presidenta del Consejo Superior de Deportes, Irene Lozano: «Para saber si podrá reanudarse la competición es más útil mirar lo que dice el ministro de Sanidad que el señor Tebas».

Si el Racing finalmente desciende, según la hipótesis de la Federación, el equipo cántabro caería a una categoría convertida en un 'totum revolutum' con un centenar de clubes. Si ya era difícil salir del pozo con 80, la cosa se pondría aún peor. El reajuste de la Segunda División B es también una incógnita y, como las informaciones cambian cada día, lo mejor será esperar.

Tercera División

La propuesta de la Federación Española de Fútbol de disputar un play off exprés y finalizar así las competiciones no profesionales de esta temporada por la pandemia del coronavirus deja la Tercera División cántabra ante un escenario incierto. El pasaporte a Segunda B se resolvería a partido único, a ser posible con sistema de concentración, con el fin de garantizar, al menos, el mismo número de ascensos que estaba previsto en el inicio de la competición. En esta situación excepcional, no habría descensos esta temporada. Laredo, líder con 65 puntos, Gimnástica, en la segunda plaza con 60 puntos, Rayo Cantabria, tercero con 57, y Tropezón, cuarto con 54 puntos, son los equipos que ostentan plazas de play off, pero una fase de ascenso a seis no se descarta por parte de la Cántabra, aunque parece poco realista. En ese supuesto, y a falta de diez jornadas para finalizar el campeonato, Cayón y Escobedo, pasarían a formar parte también de esa eliminatoria con 51 y 49 puntos respectivamente.

La división es notoria. No sólo en el fútbol cántabro, sino en todas las territoriales. Los de abajo aplauden la hipotética medida porque se salvarían de la quema. Los de arriba lo miran con incertidumbre, aunque en el caso de Cantabria, la Comunidad Autónoma se aseguraría un equipo la próxima campaña en Segunda División B. Y los ascensos no son muchos desde el grupo III. Mientras tanto, los que están entre el bien y la nada, como es el caso de Escobedo y Cayón, ven esfumarse sus opciones de arreglar la temporada.

Los clubes de Tercera se dividen entre los beneficiados y los perjudicados por la medida

concepto

El caso del Rayo Cantabria es también peculiar, pese a que se daría la misma situación en una coyuntura normal. A pesar de ser tercero con 57 puntos, no depende de sí mismo. La sombra del primer equipo verdiblanco se cierne sobre él y puede restringir sus movimientos. En caso de que la LaLiga se diese por terminada tal y como está y el Racing se viese obligado a descender a Segunda B, los de Pitu verían condicionado su futuro y tendrían que renunciar a la lucha por el ascenso. Aunque hayan hecho méritos sobre el campo, ningún filial puede estar en la misma categoría o en la superior del primer equipo.

Lo cierto es que el mecanismo aún no está claro y debe haber consenso en las 19 fedeaciones territoriales, algo que da pie a acogidas dispares de la medida en función de los intereses deportivos de unos y otros. Tanto es así, que en la reunión que el presidente de la Federación cántabra, José Ángel Peláez, mantuvo el pasado miércoles con los presidentes de los equipos regionales, se valoró también que se tuviesen en cuenta los méritos de toda la temporada. Una fórmula similar a la que se da en el play off de ascenso de Segunda a Primera, donde si el partido de play off se resuelve con un empate no haya prórrogas ni penaltis, y que la victoria es para el mejor posicionado en Liga regular.

Aún así, muchos de los clubes de esa categoría son escépticos a que se pueda reanudar la competición para decidir los ascensos, aunque sea en una sola sede, a puerta cerrada, y con eliminatorias a partido único. No hay que olvidar que es condición sine qua non que las autoridades sanitarias permitan que se disputen las competiciones antes del 30 de junio. «Hay que tratar de que se perjudique lo menos posible a los equipos y se sea lo más coherente posible. Es una situación de excepción y hay que entenderlo como tal. El problema es mucho mayor de lo que significa el deporte», señala Tomás Bustamante, presidente de la Gimnástica, cuyo equipo ocupa en la actualidad la segunda posición de la tabla en la Tercera cántabra.

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