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El fútbol cántabro ha pasado por momentos mejores. Eso es así. Esa frase del himno del Racing que habla de que «aquí el fútbol español ha tenido un buen vivero» está escrita en pasado. Necesita de actualización. De esta tierra nunca han dejado de brotar ... jugadores prometedores y de talento. Y seguro que nunca se agotará. Pero a día de hoy es un pequeño reducto el que resiste en la máxima categoría del balompié nacional.
Sergio Canales es el gran referente. Más aún después de haber regresado a la selección española, en las últimas semanas, de la mano de Luis de la Fuente. Las graves lesiones de rodilla lastraron la prometedora carrera del santanderino quien, sin embargo, a base de tesón ha logrado convertirse en uno de los líderes del Betis. Son 384 partidos en Primera División, 31 de ellos en la última campaña -más ocho en Liga Europa-, en la que además anotó cuatro tantos.
A Pablo Torre hay que contarle como futbolista de Primera División, no sólo porque haya jugado algún partido esta temporada, sino porque fichó por un club de Primera División. Otra cosa es que allí, en Can Barça, le hayan hecho el lío y le hayan llevado a perder una temporada importantísima en su desarrollo. El de Soto de la Marina, que se estrenaba en la categoría, ha disputado ocho encuentros en Liga y tres en Liga de Campeones.
Más poso en Primera División tiene Fede San Emeterio, que está cerca de cumplir los cien partidos en lo más alto. Primero con el Valladolid y ahora con el Cádiz. En el cuadro andaluz, en esta última temporada, ha jugado 33 encuentros que le convierten en un hombre importante para el técnico, Sergio González.
También ha sido un fijo en su equipo, el Almería, César de la Hoz. El de Orejo también ha tocado por primera vez la élite esta pasada temporada, tras una extensa carrera en Segunda División. 25 encuentros, 18 de ellos como titular y un gol en su haber. Sin embargo, recientemente anunció que no continuará en el cuadro indálico y habrá que ver si logra encontrar acomodo en otro equipo del mismo nivel o se tiene que buscar las habichuelas más abajo o en el extranjero.
La última reminiscencia cántabra en la máxima categoría española es Iago Herrerín. Pero no corren buenos tiempos para el portero castreño, que en las últimas temporadas apenas ha tenido protagonismo. Tras ser habitual titular en el Athletic en la campaña 2018-19, pasó a jugar cinco encuentros en la 2019-20 y ninguno en la siguiente. Tuvo un breve paso por el fútbol árabe y en el curso recién finalizado apenas ha podido actuar en un choque de Copa con el Valencia, su actual club.
La presencia del Racing en Segunda División y una ligera mejora en la apuesta del club cántabro por los futbolistas de la casa ha aumentado el número de montañeses en el fútbol profesional. A los Íñigo Sainz-Maza y Álvaro Mantilla hay que sumar además a Marco Camus -que terminó la temporada cedido en el Córdoba, de Primera RFEF- y los debutantes Yeray, Mario García -estos con previsión de permanecer en el primer equipo- y Dalisson.
En una categoría en la que además aparecen futbolistas como Sergio Ruiz, en el ascendido Granada -aunque no parece con muchas opciones de continuar en Los Cármenes en la máxima categoría- o Dani Raba, que esta última temporada ha vestido la camiseta del Leganés.
No les va mal a los futbolistas cántabros en el exilio. Ahí sigue dando guerra un veterano Iván Marcano, a sus 36 años, ya convertido en historia del Oporto y con presencia en Liga de Campeones. 25 encuentros en la Liga portuguesa, en los que ha marcdo cuatro tantos y otras tres apariciones en competición europea.
En otra etapa distinta se encuentra Álvaro González, quien después de llegar a ser capitán del Olympique de Marsella, fue tentado por el fútbol árabe. En concreto, como compañero de Cristiano Ronaldo en el Al-Nassr. Como aventura exótica es la de Edu Bedia en el Goa de la Superliga india. Otros se van, están un rato y vuelven, pero el cántabro ya lleva cinco temporadas allí. Y qué decir de Osmar Barba, un auténtico mito en el fútbol asiático. Actualmente milita en el Seoul de la Liga de Corea del Sur.
En la otra punta del mundo se encuentra Paulino de la Fuente, quien afronta su segunda temporada en el Pachuca mexicano después de la consecución del título en el campeonato apertura con los tuzos. Mientras tanto, otro más veterano, como Jairo Samperio, milita en el histórico Honved de Budapest.
Uno de los últimos en irrumpir ha sido el camargués Mateo Joseph. Actualmente en la cantera del Leeds United, ya ha debutado con el primer equipo en la Premier League y, ante la coyuntura de poder elegir selección entre sus dos nacionalidades, finalmente se ha decantado por estrenarse con la selección inglesa sub 20, con la que ha disputado el último Mundial de la categoría.
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